Madrid elude su deber de garantizar paliativos a la anciana de Legan¨¦s

"Si la mujer no est¨¢ conforme, es libre de pedir plaza en otro centro". Es lo m¨¢s cerca que estuvo ayer la Comunidad de Madrid de aportar una soluci¨®n al caso de Dolores Mart¨®n, la mujer que quiere que retiren la sonda nasog¨¢strica y apliquen cuidados paliativos a su t¨ªa, Carmen L¨®pez Dom¨ªnguez, de 91 a?os, con demencia, sorda y ciega y ulcerada. Con ello se desentiende de hacer cumplir la ley de autonom¨ªa del paciente, que estipula que una persona puede rechazar un tratamiento si lo desea.

La Consejer¨ªa de Sanidad neg¨® que tuviera que intervenir, y remiti¨® a la de Asuntos Sociales, que es la que tiene concertado el servicio con la residencia de Legan¨¦s donde malvive la anciana. Un portavoz de esta ¨²ltima afirm¨® que el centro "no es un hospital, y en ¨¦l la mujer recibe los cuidados sociales que su situaci¨®n requiere; aunque tambi¨¦n los que su centro sanitario de referencia haya pautado". Por eso, "si tuviera que producirse un cambio, corresponde a su centro sanitario decidirlo", insisti¨® el representante del departamento que dirige Salvador Victoria. Y se?al¨® que eso debe hacerse con un criterio "estrictamente m¨¦dico, que excede a las competencias de esta consejer¨ªa".

La tutora de la mujer se plantea sacarla y atenderla en su propia casa

El Ministerio de Sanidad no est¨¢ de acuerdo. "Confiamos en que la Comunidad de Madrid, donde est¨¢ ubicado el centro, investigar¨¢ la situaci¨®n y se ocupar¨¢ del caso para aclararlo", declar¨® un portavoz del departamento de dirige Leire Paj¨ªn.

Para el ministerio, este caso es una prueba de la pertinencia de la ley de muerte digna que ha enviado al Congreso. "Con ese marco jur¨ªdico pretendemos evitar interpretaciones sesgadas que perjudiquen a los ciudadanos, aportar seguridad jur¨ªdica a los profesionales, y garantizar a los pacientes y sus familiares que recibir¨¢n el mejor tratamiento para paliar su sufrimiento en el proceso final de su vida", afirm¨® el portavoz. "Hay comunidades en las que estas garant¨ªas ya existen porque cuentan con una regulaci¨®n propia que garantiza el acceso a los tratamientos para paliar el dolor, pero hay otras donde no existe esta normativa".

Precisamente esa idea, la de que este caso justifique la ley de muerte digna, es la que ha levantado las cr¨ªticas de la organizaci¨®n Derecho a Vivir, que en un comunicado pidi¨® a Paj¨ªn que "deje de utilizar a los enfermos y los ancianos para meter con calzador la eutanasia en el BOE".

Mientras se produc¨ªan estas reacciones, Mart¨®n espera para saber qu¨¦ hacer con su t¨ªa. La mujer no sabe todav¨ªa qu¨¦ ha decidido el comit¨¦ ¨¦tico de la empresa Mapfre/Quavitae, que ya ha estudiado su caso, seg¨²n inform¨® el lunes a este peri¨®dico uno de sus miembros. No se ha planteado cambiarla de centro, sino tomar una decisi¨®n mucho m¨¢s radical -y complicada para ella-: pedir el alta voluntaria y llevarse a su casa la anciana. Ah¨ª ya buscar¨ªa los cuidados paliativos que requiere. Pero la idea tiene un problema. "Mi casa solo tiene un dormitorio, pero ya he hablado con mis hijos para que mi marido, que tiene c¨¢ncer y est¨¢ recibiendo quimioterapia, se vaya con uno de ellos", ha dicho a este peri¨®dico.

La ¨²nica notificaci¨®n que recibi¨® ayer de la residencia fue que acredite que es la tutora de su t¨ªa. La petici¨®n sorprende, porque la mujer se ha hecho cargo de todos los asuntos de su t¨ªa desde 2006, y en aquella fecha, la anciana ya estaba en la residencia.