"La Morer¨ªa es ¨²nica. Luego est¨¢n los dem¨¢s"
La bailaora Blanca del Rey se despide esta noche de Madrid en su tablao
Frente a Las Vistillas y a unos pasos del Viaducto se encuentra el lugar al que llama personalmente Mariah Carey para pedir una mesa concreta y un plato de paella. O donde Harrison Ford apura sus copas despu¨¦s de una cena con espect¨¢culo. El Corral de la Morer¨ªa, con 55 a?os de vida, se despide esta noche de la que ha sido hasta hoy su estrella principal: Blanca del Rey.
La bailaora deja las tablas, pero seguir¨¢ dirigiendo lo que ella denomina su "templo" y continuar¨¢ dando clases en el ballet flamenco que cre¨® en 1983. Al Corral lleg¨® a los catorce a?os y, poco despu¨¦s, se cas¨® con Manuel del Rey, el propietario. Desde entonces no se ha desligado nunca del local. Por eso, aunque su ¨²ltimo espect¨¢culo sea el pr¨®ximo lunes en el Festival Internacional de las Minas de La Uni¨®n, en Murcia, ha querido reservar una noche para hacerlo con su p¨²blico madrile?o. Una noche en la que espera que no le "tambalee esa emoci¨®n de decir adi¨®s a toda una vida".
La artista recuerda c¨®mo dio paso al restaurante a Dal¨ª con su pantera
Lo abandona por respeto a ella misma, al flamenco y al p¨²blico porque, aunque sea "una decisi¨®n muy dura, hay que tener humildad para decir 'hasta aqu¨ª". "Hay que dejarlo en el mejor momento, para que la gente tenga un recuerdo positivo", comenta la bailaora. Est¨¢ convencida de que el flamenco seguir¨¢ conmoviendo a la gente all¨¢ donde est¨¦, independientemente de que se haya considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad: "El Patrimonio se hace cuando es la humanidad la que te dice que s¨ª, y eso lleva haci¨¦ndolo el flamenco toda la vida".
La que fue Premio Nacional de Flamenco en 1999 se marcha, eso s¨ª, con una confianza total en los j¨®venes talentos. Cita, por ejemplo, a Marcos Flores o a Roc¨ªo Molina. "A veces se equivocan, pero bueno: son j¨®venes", apostilla. Adem¨¢s, cree que en los tablaos es donde se hace el mejor flamenco: "Donde no tienes nada que te arrope. Enamorar a un p¨²blico y callarlo -porque esto se convierte en un templo del silencio- es lo que te hace un artista". Y reniega cuando dicen que va a haber una evoluci¨®n del flamenco: "El flamenco siempre ha sido evoluci¨®n".
De una de las paredes del corral pende un cuadro en el que se la ve bailando con un mant¨®n negro. De la imagen de la pintura distan m¨¢s de 15 a?os, pero es precisamente este arte lo que le ha ense?ado "a tener una est¨¦tica m¨¢s depurada bailando". Tambi¨¦n cree que el flamenco est¨¢ cargado de literatura: "La enjundia que sientes leyendo a Lorca es eso", y en sus recuerdos est¨¢n la "majestuosidad y elegancia" de Pilar G¨®mez y la "fuerza y genialidad" de Carmen Amaya, de la que no se perd¨ªa ning¨²n documental.
Fuera del terreno art¨ªstico, Blanca del Rey ha sido part¨ªcipe de muchas noches legendarias en el Corral. Por ejemplo, se jacta de haber asistido al romance del Sha de Persia con Farah Diva, a los que present¨® su marido. O de dar paso al restaurante a Dal¨ª con su pantera. O de ver c¨®mo se enfurec¨ªa Frank Sinatra cuando ve¨ªa a Ava Gardner flirtear con "el torero ese [Luis Miguel Domingu¨ªn]" desde una mesa alejada. El actor de cine Rock Hudson hizo que subiera al escenario "con las piernas temblando" cuando le retir¨® la flor que llevaba en el pelo, la bes¨® y se la volvi¨® a colocar. La afluencia de famosos y artistas al Corral hac¨ªa que el local estuviera lleno de periodistas. "Cada noche era una noticia", explica la bailaora.
Sin embargo, casi se le saltan las l¨¢grimas al recordar el momento que m¨¢s le marc¨®, cuando la actriz Lana Turner subi¨® a las tablas y le susurr¨®: "Me voy recordando tu baile y el amor de mis hijos", dos meses antes de morir de c¨¢ncer.
El Festival de Las Minas est¨¢ dedicado este a?o a Morente, p¨¦rdida repentina de la meca del flamenco. Blanca del Rey pensaba decir su ¨²ltimo adi¨®s junto a ¨¦l, en Madrid y en Murcia: "?bamos a hacer los dos la despedida. Bueno, ¨¦l no se iba a despedir, pero me iba a acompa?ar". Por eso lamenta a¨²n m¨¢s la ausencia del que para ella es "el m¨¢s grande, un m¨ªstico de la voz".
Del Rey se baja del escenario pero se queda dirigiendo el local junto a sus hijos con un postulado bien sencillo: "La Morer¨ªa es la Morer¨ªa. Es ¨²nico e irrepetible. Luego est¨¢n los dem¨¢s".
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