La guerra del yeso incendia Tost
Vecinos y ecologistas se oponen a la apertura de una gran cantera en el peque?o valle del Alt Urgell - Un informa alerta de "severos" da?os al patrimonio
Un apacible espacio rural que quiere seguir si¨¦ndolo y una multinacional que se ha propuesto explotar su subsuelo. El valle de Tost (Ribera de l'Urgellet, Alt Urgell), apoyado por grupos ecologistas, vive estos d¨ªas enfrascado en la lucha contra el gigantesco proyecto de la alemana Knauf, el mayor fabricante de placas de yeso del mundo, para extraer de la zona 200.000 toneladas de mineral al a?o durante las pr¨®ximas tres d¨¦cadas.
Quienes se oponen a la cantera piden a la Generalitat que la rechace por el "enorme e irreversible" impacto paisaj¨ªstico, ambiental, ac¨²stico y sobre el patrimonio y las aguas subterr¨¢neas que la explotaci¨®n tendr¨¢ en las 632 hect¨¢reas afectadas. Argumentan, adem¨¢s, que en la zona ya hay otras dos canteras de yeso en un radio de tres kil¨®metros.
Como establece la ley, el proyecto incluye un estudio de impacto ambiental que mide las consecuencias que tendr¨¢ la explotaci¨®n para la zona. Los ecologistas, sin embargo, discrepan de sus conclusiones. As¨ª, si el estudio afirma que "la mayor parte de los afloramientos de yeso se encuentran afectados por fen¨®menos erosivos" que "no favorecen la formaci¨®n de ecosistemas con gran cantidad y diversidad de fauna", el portavoz de la entidad ecologista Ipcena, Joan V¨¢zquez, recuerda que la zona est¨¢ dentro del per¨ªmetro de protecci¨®n del quebrantahuesos y que no se ha tenido en cuenta la presencia de otras especies protegidas, como la Gypsophila hispanica.
V¨¢zquez tambi¨¦n critica el peligro que la cantera supondr¨¢ para el patrimonio art¨ªstico y arqueol¨®gico del valle, tierra de castillos y de iglesias rom¨¢nicas, que acoge el yacimiento paleontol¨®gico m¨¢s antiguo de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. El estudio de impacto admite que el patrimonio puede verse afectado por las vibraciones causadas por las voladuras para la extracci¨®n del mineral y que el impacto ser¨¢ "severo", aunque tambi¨¦n se?ala que ya se ha llegado a un acuerdo con el Consejo Comarcal del Alt Urgell y la Generalitat para conservarlos.
Tambi¨¦n preocupa al centenar de vecinos del valle el descenso del nivel de las aguas subterr¨¢neas, que podr¨ªa dejar sin agua a seis familias. Y molesta la sensaci¨®n de que la explotaci¨®n minera apenas dejar¨¢ alg¨²n beneficio econ¨®mico entre los lugare?os. "No se crear¨¢n empleos para el municipio ni se aportar¨¢ valor a?adido al desarrollo del territorio", afirman desde la plataforma Salvem Tost. Knauf replica que s¨ª habr¨¢ "nuevos puestos de trabajo y se generar¨¢ actividad econ¨®mica en los n¨²cleos de poblaci¨®n cercanos".
Voladuras
El ruido de las voladuras y el trasiego de camiones que llevar¨¢n el yeso desde la cantera hasta la planta de Knauf en Guixers (Solson¨¨s), a unos 90 kil¨®metros, son otras de las dos quejas recurrentes entre los habitantes del valle. La empresa admite que las explosiones de dinamita para abrir el suelo causar¨¢n un ruido de hasta 110 decibelios en el valle, mientras que los ecologistas sostienen que en la zona, clasificada como lugar de sensibilidad ac¨²stica baja, el l¨ªmite es de 70 decibelios.
Los ecologistas tambi¨¦n argumentan que el estudio de impacto ambiental no desarrolla un an¨¢lisis real de lugares alternativos a Tost. Seg¨²n el proyecto, "la actividad solo se puede realizar en esta zona concreta ya que los yacimientos de yeso no son abundantes". Ipcena no est¨¢ de acuerdo y asegura que hay otras posibles zonas extractivas de yeso en Catalu?a con menor impacto ambiental y sobre la poblaci¨®n.
Vecinos y ecologistas est¨¢n dispuestos a agotar todas las v¨ªas, administrativas y judiciales, para impedir que la iniciativa se lleve a cabo, seg¨²n V¨¢zquez. De momento, esta semana han anunciado la presentaci¨®n de alegaciones, as¨ª como m¨¢s de 500 firmas en contra. Los tr¨¢mites pendientes son, tras la aprobaci¨®n del impacto ambiental, el visto bueno de la Comisi¨®n de Urbanismo de la Generalitat y, posteriormente, la aprobaci¨®n final del Ayuntamiento de Ribera de l'Urgellet.
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