"Hay reformistas dentro del r¨¦gimen sirio"
Bernardino Le¨®n (M¨¢laga, 1964) lleva apenas tres semanas como enviado especial de la Uni¨®n Europea para el Mediterr¨¢neo Sur, un cargo de nueva creaci¨®n con el que los 27 aspiran a hacerse presentes en la primavera ¨¢rabe, que ha cambiado radicalmente el panorama de su vecindario m¨¢s conflictivo. Ya ha visitado Marruecos y T¨²nez, la semana pr¨®xima viajar¨¢ a Egipto y luego a Jordania antes de comparecer el 31 de agosto ante el Parlamento Europeo. Aunque cada pa¨ªs es diferente, a todos les transmite el mismo mensaje: "La UE asume su responsabilidad y est¨¢ dispuesta a ayudar para que se consoliden estos procesos sin injerencias. Queremos m¨¢s presencia, m¨¢s di¨¢logo y m¨¢s eficacia".
Pregunta. No s¨¦ si es suya esta frase: "Los Gobiernos europeos han sido durante demasiado tiempo demasiado amigos de los enemigos de las sociedades ¨¢rabes".
"Hay que aumentar la presi¨®n sobre El Asad tanto como permita el consenso internacional"
"Fue un error decir 'mejor Ben Ali que Bin Laden' y confundir estabilidad con democracia"
Respuesta. No es m¨ªa, pero la he repetido m¨¢s de una vez. Las revueltas ¨¢rabes son democr¨¢ticas, pero sobre todo son revueltas de dignidad y si ellos est¨¢n dispuestos a hacer cuentas con el pasado, esperan de nosotros que hagamos lo mismo. Es verdad que hay que mirar al futuro, pero tambi¨¦n tenemos que plantearnos qu¨¦ es lo que hicimos mal cuando confundimos estabilidad con democracia o dec¨ªamos: "Mejor Ben Al¨ª [dictador tunecino] que Bin Laden". Fue un error y hay que reconocerlo.
P. ?Hasta cu¨¢ndo tolerar¨¢ la comunidad internacional que el r¨¦gimen de Bachar el Asad masacre impunemente al pueblo sirio?
R. Todos sentimos un profundo rechazo ante lo que est¨¢ pasando. El uso de armamento pesado contra la poblaci¨®n civil es lo m¨¢s deleznable que puede hacer un Gobierno...
P. Sin embargo, los pa¨ªses occidentales han confiado en el supuesto reformismo de El Asad incluso cuando ya hab¨ªa desatado la represi¨®n...
R. No hay pa?os calientes en la condena rotunda de la violencia y en la determinaci¨®n de que Siria pase p¨¢gina y deje atr¨¢s cuanto antes esta dictadura din¨¢stica tan terrible. El Asad ha traspasado hace tiempo el punto de no retorno, pero es cierto que hay personas dentro del r¨¦gimen, y estamos en contacto con ellos, que ven la situaci¨®n y quieren un cambio. Lo que es evidente es que est¨¢n en minor¨ªa frente a quienes temen que una m¨ªnima apertura lleve a la ca¨ªda del r¨¦gimen.
P. ?Qu¨¦ se puede hacer?
R. Aumentar la presi¨®n tanto como lo permita el consenso internacional. En eso estamos trabajando. No hay posibilidades hoy por hoy de una intervenci¨®n militar como la que se ha producido en Libia, pero s¨ª probablemente de un paquete de sanciones que podr¨ªan funcionar como c¨ªrculos conc¨¦ntricos: m¨¢s intensas por parte de la UE y EE UU, y menos por parte de otros actores internacionales.
P. ?Pueden las sanciones parar la matanza?
R. No producen efectos inmediatos, tenemos que ser pacientes y eso no es f¨¢cil cuando vemos lo que estamos viendo, pero al final hacen da?o. Yo no creo que el r¨¦gimen sirio tenga posibilidades de supervivencia a medio plazo con una fuerte presi¨®n.
P. Las sanciones no doblegaron a Ir¨¢n.
R. Siria no tiene los recursos de Ir¨¢n. En todo caso, habr¨ªa que plantearse sanciones m¨¢s amplias y que afectaran, por ejemplo, al comercio de hidrocarburos.
P. En Libia la comunidad internacional ha ido mucho m¨¢s lejos y no ha conseguido derribar a Gadafi.
R. La comunidad internacional ha conseguido parar a Gadafi y ya todo el mundo acepta, incluso su propio entorno, que Gadafi no forma parte del futuro pol¨ªtico de Libia. La cuesti¨®n ahora es c¨®mo esas negociaciones que se est¨¢n produciendo, con apoyo internacional, con intercambio [de mensajes] entre las partes, llevan a su salida del poder. La presi¨®n militar hay que mantenerla porque es la que nos llevar¨¢ a un resultado, aunque no vaya a producirse ma?ana o pasado.
P. Gadafi es la piedra de toque para saber si la primavera ¨¢rabe puede aplastarse con sangre...
R. Siria est¨¢ mirando con atenci¨®n a Libia y otros probablemente tambi¨¦n. Lo que suceda en Libia va a ser determinante para T¨²nez y para Egipto. Es esencial que apliquemos el no pasar¨¢n.
P. ?Qu¨¦ significado tiene la presencia de Mubarak en el banquillo de los acusados?
R. Es un s¨ªmbolo muy potente de normalizaci¨®n. Es muy importante que una revoluci¨®n sea capaz de organizar un juicio en el que la comunidad internacional y el propio pueblo egipcio conf¨ªan.
P. ?Se puede confiar en que los militares egipcios cumplir¨¢n su promesa de dejar el poder antes de fin de a?o?
R. Por ahora no han hecho nada que haga pensar lo contrario...
P. Pero han rechazado la presencia de observadores internacionales en las elecciones...
R. Nadie cuestiona la voluntad ni la capacidad de las autoridades egipcias de hacer esas elecciones con todas las garant¨ªas, pero pensamos que una presencia de la comunidad internacional ser¨ªa positiva. En T¨²nez se ha establecido una misi¨®n de observaci¨®n de la UE...
P. El mayor riesgo para las revoluciones tunecina y egipcia es que no sean capaces de satisfacer las necesidades m¨¢s b¨¢sicas de la poblaci¨®n. ?Llegar¨¢n las ayudas prometidas antes de que sea demasiado tarde?
R. La labor de la task force que se ha creado en el seno de la UE a propuesta de la alta representante, Catherine Ashton, es que lleguen con la mayor rapidez y eficacia. Es verdad que la cooperaci¨®n o la transferencia [de fondos] suele llevar un tiempo en condiciones ordinarias, pero esta es una situaci¨®n extraordinaria, por eso se ha involucrado no solo a las instituciones europeas y a los Estados miembros, sino tambi¨¦n al Banco Europeo de Inversiones, al Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo, o a instituciones financieras internacionales, como el FMI.
P. ?Qu¨¦ capital se movilizar¨¢?
R. En torno a 7.000 millones de euros, adem¨¢s de lo que preparan los dos bancos. Ya se ha aprobado un aumento en 1.000 millones de los recursos para la pol¨ªtica de vecindad y m¨¢s de 1.000 para la facilidad euromediterr¨¢nea. En todo caso, nuestro reto es ser eficaces y llegar a tiempo.
P. El G-8 anunci¨® en Deauville la creaci¨®n de un fondo de 20.000 millones de d¨®lares [unos 14.000 millones de euros]. ?Se van a coordinar o va cada uno por su cuenta?
R. Para ser eficaces, el G-8 y la UE deben ir de la mano. Yo asist¨ª a una reuni¨®n de sherpas del G-8 [comisiones previas de representantes de cada pa¨ªs que preparan la reuni¨®n entre los jefes de Estado] en Par¨ªs y llevo d¨ªas trabajando en esa coordinaci¨®n. Como coordinador europeo es una de las tareas que me pueden corresponder y estoy seguro de que se lograr¨¢.
P. Adem¨¢s de la UE y del G-8 hay otros actores. Arabia Saud¨ª ha anunciado que dar¨¢ 1.000 millones a Jordania y uno puede sospechar que si Riad ayuda al r¨¦gimen jordano no es para que se democratice.
R. Debo decir que las monarqu¨ªas del Golfo han desempe?ado un papel determinante en estos procesos: los est¨¢n ayudando econ¨®micamente, est¨¢n apoyando el consenso en la Liga ?rabe y, en alg¨²n caso, la intervenci¨®n militar en Libia.
P. ?No podemos repetir ahora en el Golfo el error que cometimos en el Magreb: respaldar reg¨ªmenes no democr¨¢ticos?
R. Son ellos los que est¨¢n brindando un respaldo a las primaveras ¨¢rabes sin el que ser¨¢ muy dif¨ªcil que salgan adelante. En cuanto al sistema de Gobierno, no nos corresponde en este momento juzgarlo. S¨ª puedo decir que est¨¢n haciendo reformas, con sus ritmos, que no son los nuestros, pero lo importante es que estos procesos se pongan en marcha. Marruecos es un buen ejemplo de que se pueden hacer reformas de calado y mantener la estabilidad. Como evoluci¨®n, no como revoluci¨®n. -
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