Regreso a Gij¨®n
Estoy escribiendo en uno de los veladores de m¨¢rmol del bar del San Miguel, posiblemente el hotel m¨¢s cari?oso de Gij¨®n. Al menos para m¨ª lo es. Se dir¨¢n ustedes que resulta un extra?o apelativo para un establecimiento hotelero, pero es una categor¨ªa que yo les suelo otorgar a unos cuantos que he conocido en el mundo. La m¨¢s alta, junto a esa otra cualidad imprescindible: la eficacia. El viejo Cavalier que conoc¨ª durante las guerras libanesas era as¨ª, eficaz y cari?oso. Por suerte, aqu¨ª, en Gij¨®n, no estamos en guerra. S¨®lo algo pochos porque el verano est¨¢ siendo malo para el turismo -la derecha no tiene influencias all¨¢ arriba, parece- y porque el futuro pinta basto. Han le¨ªdo bien: basto, de ordinariez.
"Gij¨®n ha cambiado de mandos, y ya se sienten los s¨ªntomas de lo que vendr¨¢"
Al otro lado de la vidriera llueve. Llueve, y en este d¨ªa m¨ªo estamos a 26 de julio. Dos jornadas de sol han tenido solo en lo que va de mes, me cuentan, as¨ª que antes en el comedor, mientras desayunaba, no faltaban comentarios del tipo: "A ver qu¨¦ vamos a hacer otra vez hoy con los ni?os, con este tiempo". Sin embargo, siempre se encuentra algo que hacer en Gij¨®n y que sale barato, llueva o no: pasear junto al mar, asomarse al muro, mirar al mar.
Ayer por la tarde lo hice con mi joven gran amiga Patricia Sim¨®n, alma de www.periodismohumano.com, mientras habl¨¢bamos de su trabajo. Parece mentira: a?o y medio ya, y resisten. Y de la pol¨ªtica: si no existiera el 15-M, acordamos, esto resultar¨ªa desesperante. Hablamos, sobre todo, de amigos comunes. Hay un par de personas que me vinculan a Patricia y que han llegado a ella por caminos distintos a los m¨ªos: Hugo y M¨®nica. Hugo, en Tarifa, rodeado de libros y tambi¨¦n de mar. M¨®nica, que en Beirut es periodista, madre -lo cito porque no es f¨¢cil, y porque tiene, con su Javier, una parejita esplendorosa-, y cuyo trabajo como gran reportera en medios digitales -se apellida G. Prieto: la han le¨ªdo ustedes en el propio Periodismo Humano, en Cuarto Poder, en El Mundo digital- est¨¢ siendo reconocido este a?o con premios. Ha convertido el blog en una herramienta de primera categor¨ªa para seguir ejerciendo, ahora que est¨¢ en saz¨®n, aquello que ama, aquello que conoce, aquello por lo que se apasiona: el reporterismo. La pasi¨®n de Patricia, tambi¨¦n, que contiene para entregarse a ese otro trabajo no menos necesario que es coordinar y potenciar el reporterismo de los otros.
Gij¨®n ha cambiado de mandos, y ya se sienten los s¨ªntomas de lo que vendr¨¢. Por ejemplo, el acoso a la Semana Negra -ya que estamos, los d¨ªas extras de hotel, previos al de mi intervenci¨®n en la Semana, los paga mi editorial: se tranquilicen los casquinoides-, que resiste bravamente el desmadre de las envidias que su ¨¦xito ha provocado a lo largo de los a?os. Por ejemplo, el propio desconcierto de la gente que, en su empe?o de castigar al PSOE, despert¨® con los extra?os pactos del PP y el FAC.
Paseando junto al mar, y repasando, Patricia y yo llegamos a la anterior alcaldesa, Paz Felgueroso, una pol¨ªtica socialista decente, una noble asturiana, una mujer entera que trabaj¨® para nosotras, y que no ha perdido las elecciones porque no se presentaba. Ejerci¨® su cargo casi durante una docena de a?os, siempre elegida por mayor¨ªa. Esta vez renunci¨® a competir. No creo que su nombre deba faltar en esta breve e incompleta loa a una ciudad que sigue siendo una proa de luz nimbada por la cresta de las olas. Un buen buque no deja de serlo aunque lo habiten unas cuantas ratas, y ese es el esp¨ªritu con el que debemos navegar.
?Sab¨ªan que Daniel Palacio, el fallecido esposo de Paz, fue uno de los primeros en reivindicar la Memoria Hist¨®rica en este pa¨ªs? A ¨¦l se debe la recuperaci¨®n del recuerdo, y con ello el homenaje, a los combatientes republicanos de la batalla del Mazucu durante la Guerra Civil, en 1937. Muri¨® de un infarto pocos d¨ªas despu¨¦s de que se produjera el primer reconocimiento p¨²blico del sacrificio realizado por aquellos defensores de la libertad.
Gijon¨¦s era tambi¨¦n Daniel Palacio. Como esta lluvia y este mar.
www.marujatorres.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.