El jazz latino, en pie de guerra

Por lo que estamos acostumbrados a ver en Espa?a, cre¨ªamos que los m¨²sicos eran gen¨¦ticamente incapaces de juntarse para defender sus intereses. Disculpas: no ocurre as¨ª en otras latitudes. La todopoderosa Academia Nacional de las Artes y Ciencias de la Grabaci¨®n (NARAS) est¨¢ conmocionada: cuatro de sus miembros han llevado a los tribunales la eliminaci¨®n de la categor¨ªa de latin jazz.

Podr¨ªa pensarse que es otra muestra de esa tendencia estadounidense a judicializar cualquier discrepancia, pero se aprecia una estrategia detr¨¢s de la demanda presentada ante el Tribunal Supremo de Nueva York. Los litigantes son el percusionista Bobby Sanabria, el guitarrista Ben Lapidus, el pianista Mark Levine y el compositor Eugene Marlow; parecen elegidos para demostrar la variedad ¨¦tnica de los creadores de latin jazz y las dificultades para vivir de su arte.

NARAS teme que, si aquello prospera, se abran las puertas para docenas de acciones similares. En abril se anunci¨® la desaparici¨®n de 31 categor¨ªas de los Grammy, incluyendo las correspondientes a canciones hawaianas, blues contempor¨¢neo, sonidos de la Luisiana rural (cajun, zydeco) o m¨²sica de los indios estadounidenses. Las protestas fueron inmediatas, con apremiantes cartas de Paul Simon y Carlos Santana. Este ¨²ltimo ped¨ªa que "queden representados todos los colores del arco iris musical y se conceda a la m¨²sica ¨¦tnica un lugar en el coraz¨®n de los mel¨®manos".

Para los latinjazzeros, el Grammy constituye una indispensable p¨¦rtiga profesional. Ser candidatos ayuda a conseguir contratos y atenci¨®n medi¨¢tica; los periodistas y promotores no controlan mucho la actualidad del latin jazz. Otro asunto es que los ansiados premios acaben en las vitrinas de los de siempre. En los ¨²ltimos diez a?os, Chucho Vald¨¦s ha ganado tres veces y Eddie Palmieri se ha llevado dos trofeos. ?Quieren paladear paradojas? Charlie Haden ha conquistado otros dos premios pero un Jerry Gonz¨¢lez ha sido ignorado.

Hay casos a¨²n m¨¢s extraordinarios en la historia de los Grammy. La categor¨ªa de polca desapareci¨® en 2008. Resulta que la polca funciona en rincones de EEUU donde se mantienen comunidades centroeuropeas pero no parece renovarse demasiado: en los 25 a?os que se concedi¨® el premio, Jimmy Sturr se lo llev¨® en 18 ocasiones, conde¨¢ndose con Paul McCartney en la suma total de galardones acumulados.

La Academia argumentar¨¢ que el latin jazz no queda marginado. Un maestro como Bebo Vald¨¦s puede ganar -y lo ha hecho- en la r¨²brica de "mejor ¨¢lbum tropical latino". Desde luego, tambi¨¦n hay un apartado de jazz en los Grammy Latinos, aunque pase desapercibido ante la abrumadora orientaci¨®n Miami de esos premios. El presidente de la Academia, Neil Portnow, ha enviado una carta a sus miembros donde recuerda que otros subg¨¦neros muy practicados -del punk al neo-soul, pasando por el rock psicod¨¦lico- tampoco tienen una categor¨ªa. La reorganizaci¨®n de los premios, insiste, no tiene nada que ver con razas o etnias. Da lo mismo: en sus pesadillas se le aparecer¨¢ el esp¨ªritu de Chano Pozo, gritando lo de "?manteca!".