Diego El Cigala: una sole¨¢ larga y profunda

El Cigala mantiene todo su tir¨®n. Qued¨® demostrado en la ¨²ltima gala del Cante de las Minas, celebrada el pasado martes con un lleno absoluto y en la que el cantaor madrile?o ofreci¨® un largo y variado recital. Y eso que hace solo unas semanas ya actu¨® en este mismo escenario en la gala ben¨¦fica a favor de los afectados por el terremoto de la localidad murciana de Lorca.

Puede decirse que El Cigala vive un momento dulce y desde luego muy jondo, y ello pese a cierta frialdad a la hora de atacar el cante, pero no hay duda de su conocimiento de los palos y de su flamencura a la hora de abordarlos. La actuaci¨®n en La Uni¨®n confirma lo que mostraba en sus ¨²ltimas actuaciones: el buen flamenco sigue siendo su aliado.

Ton¨¢s, largas series de tangos y buler¨ªas (con la correspondiente pata¨ªta de baile al final, ya en las propinas y con el p¨²blico entregado), canti?as, tarantos (se encontraba en la tierra de los cantes mineros), sole¨¢ larga y profunda, son algunos de los palos que fue desgranando entre salidas y entradas del escenario y entre trago y trago, una costumbre de los flamencos que resultar¨ªa indecorosa en cualquier otro espect¨¢culo musical (?se imaginan a un divo de la ¨®pera tomando buchitos de g¨¹isqui entre aria y aria?), pero que en el flamenco es casi natural.

Sin embargo, y pese a este periodo centrado en el flamenco, m¨¢s all¨¢ de boleros o tangos argentinos, no olvid¨® que parte de su mejor aportaci¨®n musical sigue siendo su visita y recreaci¨®n de inolvidables boleros reunidos en el disco L¨¢grimas negras, acompa?ado por el impagable piano de Bebo Vald¨¦s. Nostalgia fue el tema elegido dentro de ese cap¨ªtulo. Y como suele ocurrir, cuando un flamenco transita temas ajenos (por ejemplo: Merc¨¦ interpretando la canci¨®n de Aute Al alba) suele hacernos olvidar el original. No siempre ocurre, como hace unas noches, aqu¨ª, cuando Estrella Morente cant¨® la copla Mar¨ªa de la O: imposible olvidar a Marif¨¦ de Triana.

El tono sustancialmente ¨ªntimo de la actuaci¨®n del cantaor qued¨® subrayado tambi¨¦n por la interpretaci¨®n del tango Soledad, aunque el cierre qued¨® para unos eficaces fandangos que llegaron con facilidad al p¨²blico despu¨¦s de hora y media de espect¨¢culo. El Cigala pone as¨ª un excelente final al cap¨ªtulo de grandes figuras del festival que, pese a sus sombras y a los estragos de la crisis, ha sabido mantener el buen nivel que lo caracteriza.