Puntualizaci¨®n sobre Chile
En relaci¨®n con el comentario editorial de ayer, 11 de agosto, en EL PA?S, sobre Chile, quisi¨¦ramos hacer algunas reflexiones. La pregunta sobre "qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando en Chile" es, sin duda, el centro de la cuesti¨®n, ya que, como muy bien se se?ala, los principales datos objetivos son simplemente extraordinarios, siendo. efectivamente, el pa¨ªs con la renta per capita m¨¢s alta de Iberoam¨¦rica, con un crecimiento del 8,1% en el primer semestre de este a?o y con cifras de desempleo cada vez m¨¢s decrecientes, entre otros ¨ªndices sobresalientes.
El importante tema educacional, que es la preocupaci¨®n central que asiste a los miles de chilenos que participan en manifestaciones p¨²blicas, no es un tema solo de este Gobierno.
El Gobierno del presidente Pi?era est¨¢ convencido que logrando mejorar la calidad de la educaci¨®n y apuntando a una mayor inversi¨®n p¨²blica en este sector, es dable alcanzar un gran Acuerdo Nacional, tal como lo muestra emp¨ªricamente nuestra evoluci¨®n pol¨ªtica de las ¨²ltimas d¨¦cadas, y en donde, durante los Gobiernos de la Concertaci¨®n no hubo ego¨ªsmos ni mezquindades de ning¨²n sector, para alcanzar esos objetivos que se tradujeron en una de las transiciones m¨¢s ejemplares que se hayan conocido.
Es la misma disposici¨®n y voluntad la que deber¨ªa existir para conducir, a trav¨¦s del Proyecto de Reforma Educacional, a nivel legal y constitucional, que se apresta a debatirse en el Congreso Nacional, "lugar de encuentro, de los grandes acuerdos", como puedo dar fiel testimonio al haber tenido, en dos ocasiones, el honor de ser su presidente.
En democracia, sea esta administrada por cualquier tendencia pol¨ªtica, las protestas violentas son siempre un desastre, la violencia es la principal enemiga de la democracia y por ello condenamos la reciente intenci¨®n de agresi¨®n al expresidente Ricardo Lagos por un grupo de exaltados estudiantes.
Cuando a todo se dice que no, frente a la opci¨®n de lograr acuerdos que procuran el inter¨¦s general de la naci¨®n, creemos que tambi¨¦n se es parte de la violencia que rechazamos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.