El timo de los Palha
Pocas actividades habr¨¢ m¨¢s ingratas que el toreo, en el que las figuras lidian animales facilones y d¨®ciles, nacidos en torifactor¨ªas, y los modestos ganader¨ªas duras e imprevisibles. Ayer en Barcelona salieron los palhas, toros portugueses considerados los m¨¢s bravos de los tiempos que corren. Pero en Barcelona unos salieron tirios y otros troyanos, unos mansurrones y dos valientes, pero todos con un punto de peligro en su misma mansedumbre. Toros tan peligrosos les toc¨® lidiar a matadores que tienen que hacer m¨¦ritos para seguir en la profesi¨®n. Toreros modestos que se ven con lo que no quieren las figuras y que, adem¨¢s, se ven en la exigencia de triunfar como sea, pues no van a tener muchas m¨¢s oportunidades de salir al ruedo. Se la juegan en cada lance.
PALHA / L?PEZ CHAVES, LUIS VILCHES Y L?PEZ D?AZ
Palha: pese a su fama, mansurrones como los que m¨¢s especialmente el tercero, que en otros tiempos le habr¨ªan castigado con banderillas negras. Los dos jaboneros exhibieron bravura y nobleza.
L?PEZ CH?VEZ: dos pinchazos y tres descabellos, aplausos; en su segundo, estocada y oreja.
LUIS VILCHES: cuatro pinchazos, pitos; tres pinchazos y aplausos en su segundo.
L?PEZ D?AZ: estocada tendida y descabello, un aviso, ovaci¨®n. Buena estocada y aplausos.
La Monumental de Barcelona, unas 4.000 personas.
L¨®pez Chaves recibi¨® a sus toros antes que nadie, incluso fijo a la primera la atenci¨®n del animal, que no es poco. Pero su primero era manso de necesidad y poco hab¨ªa que hacer con ¨¦l. Pero estos toreros modestos no pueden desperdiciar animal. El torero salmantino porfi¨® por sacarle alg¨²n lustre donde no hab¨ªa. Pincho reiteradamente en la suerte de matar y aun as¨ª el p¨²blico entendido le premio con aplausos. En su segundo, un jabonero de nombre Gaitinho, lo recibi¨® de rodillas a porta gayola, la fuerza del animal sembr¨® el desconcierto entre picadores, banderilleros y hasta en el propio matador, que no pudo brindar al p¨²blico con tranquilidad. Inici¨® la faena de muleta, de rodillas, insisti¨® y sac¨® tandas de redondos de m¨¦rito y valent¨ªa porque enfrente ten¨ªa un toro que infund¨ªa respeto. Se llev¨® una oreja de mucho valor.
Luis Vilches tuvo diversa suerte con su lote. En el primero, un jabonero bravo y chulo, al que domin¨® con el capote y con el que se luci¨® en ver¨®nicas. Con la muleta lig¨® alg¨²n redondo voluntarioso, pero no pudo sacarle mucho m¨¢s a un animal desafiante. Al quinto m¨¢s que torear lo grit¨®, y ni as¨ª el animal se dio por aludido. Vilches, rey del pinchazo, le pinch¨® cuatro a su primero y tres a su quinto, y ambos toros doblaron m¨¢s por cansancio que por la gravedad de sus heridas.
Ginetinha, el tercero de la tarde, que le toc¨® en suerte a L¨®pez D¨ªaz, m¨¢s que un toro era una vacaburra, m¨¢s adecuada para un correbous que para La Monumental. Ni se le pudo picar ni se le pudo banderillear. Para cuando lleg¨® a la muleta del torero de Vilanova i la Geltr¨² el p¨²blico se tem¨ªa lo peor. A Ginetinha le importaba un pimiento el capote, la muleta y cualquier cosa que no sonara a hierba fresca. Pero a fuerza de perseverancia y hambre, el hambre que da la falta de toro, a ese animal cobarde y traidor, le sac¨® un par de buenos muletazos. Una heroicidad. ?C¨®mo un animal as¨ª ha estado comiendo la sopa boba cinco a?os, enga?ando al mayoral de que ¨¦l era un toro bravo? O disimulaba muy bien o el mayoral bizquea. A ese animal sin alma de nada, el torero catal¨¢n le dio con exagerada paciencia muletazos de m¨¦rito, aun m¨¢s cuando se mascaba la tragedia en cualquier momento. El p¨²blico ped¨ªa su muerte, pero L¨®pez D¨ªaz no tiene un toro delante de ¨¦l cada tarde, de hecho, el pasado a?o solo tuvo seis, y en este a?o va por el mismo camino. Para el de Vilanova, y muchos otros toreros, salir a la plaza es un lujo que hay que aprovechar, sea cual sea la bestia que se le ponga delante. Y Ginetinha era una bestia. Con el que cerr¨® plaza, tuvo mejor suerte con el animal, aunque era corto de embestida y cabeceaba, demasiado para las aptitudes t¨¦cnicas de Vilches. Lo intent¨®, pero ante su insistencia in¨²til, acab¨® por aburrir al respetable. Los Palha de Barcelona resultaron un timo. Algunos de los de ayer eran animales de desecho, m¨¢s all¨¢ de su fachada. Se llevan el galard¨®n al peor ganado lidiado este a?o en Barcelona.
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