D¨ªa grande, corrida peque?a

D¨ªa Grande en Donostia. Cartel con atractivo. Presencia de figuras con diferente rango: el duende de Morante para atraer aficionados y el tir¨®n medi¨¢tico de Cayetano para los amigos de la prensa rosa, aunque fue sustituido por Daniel Luque. Cartel de D¨ªa Grande, pero toros peque?os; reses de festival, terciados sin trap¨ªo y con m¨ªnimo rango para un d¨ªa importante en San Sebasti¨¢n.

?Qu¨¦ se le va a hacer! Es lo que quieren algunos toreros, muchos de los que se autoproclaman figuras y, en realidad, no son m¨¢s que unos matadores bien colocados en el carrusel de las ferias. El cartel era el mismo que el d¨ªa 25 en Vitoria, solo que al atractivo de Hermoso de Mendoza en esta ocasi¨®n le supli¨® el veterano Tato. Los otros dos espadas, los dos toreros que apodera Curro V¨¢zquez. As¨ª que todo va en el mismo lote, siempre con una corrida terciada.

Morante se hart¨® de tirar l¨ªneas sin ponerse de verdad en su primero

Los toros de Juan Pedro Domecq, que lucieron divisa negra en recuerdo de su propietario, fallecido este mismo a?o, se encargaron de arruinar el festejo. Algunos se taparon por sus cornamentas, que no cuadraban con sus hechuras de novillos. Su poca fuerza apenas les permiti¨® emplearse en la muleta.

Es justo lo que buscan toreros como los anunciados ayer, seis toros de esos que hay que matarlos antes de que se mueran. Esos que permiten al espada tener relajo durante su actuaci¨®n; nobles, inv¨¢lidos y sosos, muy sosos. Con ese panorama, poco se pod¨ªa esperar; solamente un milagro por parte de alguno de los matadores y que diese con la tecla para cuajar una faena aparente, que profunda nunca llegar¨ªa a ser al no poder bajar los enga?os.

Y ayer tampoco estaban por la labor los de oro. Una l¨¢stima que El Tato, un torero respetado, admirado por su oficio y valor, est¨¦ dispuesto a hacer el pase¨ªllo en San Sebasti¨¢n para despachar a dos novilletes cargado de precauciones. Una caricatura del ma?o que acab¨® por enfadar a los asistentes durante su faena al cuarto.

Pero fue Morante quien se llev¨® los pitos. El sevillano nunca estuvo a gusto, pues sus dos enemigos nunca pasaron con rectitud. ?Qu¨¦ iban a hacer si bastante ten¨ªan con mantenerse moribundos? El de la Puebla se hart¨® de tirar l¨ªneas sin ponerse de verdad en su primero y lo mat¨® de feas maneras. En el quinto dej¨® una buena media en el recibo y un par de trincherazos con clase en el inicio de faena, pero luego naufrag¨® cuando quiso bajarle la mano y el toro se fue al suelo. Lo quiso matar desde tan lejos que lo pinch¨® sin ning¨²n decoro y la gente, bendito p¨²blico, se enfad¨®.

La esperanza se llamaba Daniel Luque, ya que sali¨® animoso, variado con el capote y pisando fuerte. Sin embargo, con la muleta nunca encontr¨® el sitio, se vio desbordado al natural y se limit¨® a buscar pases de recurso que dieran vistosidad a sus huecas faenas. En el sexto exager¨® su opci¨®n y la faena fue pueblerina; no se cruz¨® nunca, siempre despegado y con precauciones, reclam¨® los aplausos con pases de pecho y remates mirando al p¨²blico.

Lo cierto es que el atractivo del cartel del D¨ªa Grande se pifi¨® mucho antes de empezar. Cayetano se lesion¨® hace un mes y sigue en el dique seco. La entrada de Daniel Luque era un buen cambio sobre el papel en tan complicada fecha como el 15 de agosto para encontrar sustitutos. Pero ni Tato ni Morante ni Luque.

Tambi¨¦n estaba libre Miguel ?ngel Perera, que sigui¨® la corrida desde el callej¨®n. Ya lo ven, ya no se cumple ni aquel dicho taurino: "Quien no torea el 15 de agosto no es torero". Pues ahora se quedan sin vestir los que se llaman figuras. Cosas del toreo moderno, por llamarlo de alguna manera.

[El madrile?o L¨®pez Sim¨®n cort¨® cuatro orejas en la novillada con picadores celebrada ayer en Amurrio. Su compa?ero en el mano a mano fue V¨ªctor Barrio, quien logr¨® un trofeo ante seis utreros del ganadero bilba¨ªno Jos¨¦ Cruz, que fueron buenos y el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo].