El Gobierno espera que el Papa evite las cr¨ªticas pol¨ªticas en sus discursos
El Ejecutivo, el PSOE y el PP acuden en pleno a Barajas para recibir a Ratzinger
Es dif¨ªcil de medir el eco que pueden alcanzar las palabras del papa Benedicto XVI en los pr¨®ximos d¨ªas. Hay miles de j¨®venes y periodistas en Madrid de todo el mundo dispuestos a no perderse ni una coma. El Gobierno espera alerta su mensaje. Ram¨®n J¨¢uregui, ministro de Presidencia, reiter¨® ayer lo que ya avanz¨® La Moncloa la semana pasada. El Ejecutivo conf¨ªa en que el mensaje tenga un "car¨¢cter global" y no se centre en cuestiones pol¨ªticas espa?olas.
Minutos antes de que aterrizara el avi¨®n del Papa en Barajas, J¨¢uregui quiso destacar, en la Cadena SER, que Espa?a recoge con "hospitalidad y respeto" esta visita del "l¨ªder de una confesi¨®n religiosa". Pero m¨¢s que religiosa -como oficialmente es la visita de Ratzinger-, la recepci¨®n de ayer super¨® con creces cualquier bienvenida a un jefe de Estado.
El Gobierno, el PSOE y el PP acudieron en masa. Alfombra roja, banda de m¨²sica y representaci¨®n de los tres Ej¨¦rcitos: Tierra, Mar y Aire. Los Reyes de Espa?a y el arzobispo de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, encabezaron la comitiva, pero tras la carpa en la que Don Juan Carlos y Benedicto XVI dieron sus discursos se api?aron multitud de caras conocidas. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, acudi¨® acompa?ado del presidente del Congreso, Jos¨¦ Bono, y de sus ministros de Exteriores, Justicia y Presidencia, Trinidad Jim¨¦nez, Francisco Caama?o y J¨¢uregui, respectivamente. Se dej¨® ver hasta el l¨ªder del PSOE de Madrid, Tom¨¢s G¨®mez.
Los populares no se quedaron atr¨¢s. El l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy; la presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre; el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y la portavoz del PP en el Congreso, Soraya S¨¢ez de Santamar¨ªa, que se gan¨® una sonrisa del pont¨ªfice al descubrir este su embarazo.
Ante el Papa desfilaron uno a uno. Aguirre, que luego confesar¨ªa que se qued¨® "sin palabras" y que casi roz¨® el suelo con la rodilla al hacer una genuflexi¨®n ante Benedicto. O Rajoy, que alcanz¨® con su espalda un mayor ¨¢ngulo de inclinaci¨®n que Zapatero durante su turno. Asistieron tambi¨¦n los presidentes del Tribunal Constitucional y del Supremo. Y hasta el Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Lleg¨® como l¨ªder religioso, pero fue recibido como jefe de Estado. Al Gobierno solo le queda esperar a ver qu¨¦ dice en sus discursos. Ayer el Papa dio dos, muy centrado en la cuesti¨®n religiosa. Hasta el domingo a¨²n quedan siete.
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