La procesi¨®n se instal¨® en Recoletos
El v¨ªa crucis de la JMJ llena el centro de la ciudad de ins¨®litas estampas cofrades
El paseo de Recoletos se convirti¨® ayer por unas horas en un templo-museo cargado de las mejores obras de la imaginer¨ªa espa?ola. El coro y la orquesta estaban preparados, y los peregrinos abarrotaban Cibeles y sus calles aleda?as para contemplar el desfile religioso. En el momento en el que el Papa apareci¨® en las pantallas gigantes, la plaza se uni¨® en un clamor: "Benedicto, Benedicto". Hac¨ªa pocos minutos que hab¨ªan quitado las lonas a los 15 pasos que formaban el v¨ªa crucis.
El pont¨ªfice lleg¨® en papam¨®vil y parec¨ªa estar m¨¢s preocupado de saludar a los peregrinos que de los pasos que se exhib¨ªan a su izquierda. Cuando lleg¨® a Cibeles, la muchedumbre comenz¨® al un¨ªsono a corear: "?Esta es la juventud del Papa!". Tras el c¨¢ntico, Benedicto XVI se escondi¨® del sol tras el paraguas y desde el altar de la plaza presidi¨® el v¨ªa crucis.
El rezo en memoria de la Pasi¨®n de Cristo lo guiaba una cruz de madera que iba coloc¨¢ndose ante los distintos pasos conforme avanzaban las estaciones. Tras el inicio de la procesi¨®n en La ¨²ltima cena, obra de Francisco Salzillo, la cruz prosigui¨® hacia el Prendimiento malague?o portada por j¨®venes "de pa¨ªses en guerra o de lugares donde los cristianos son perseguidos". El p¨²blico aclam¨® a j¨®venes palestinos e iraqu¨ªes que han venido a ver al Papa a Madrid.
Las estaciones se suced¨ªan y en la plaza apretaba el calor. Las banderas que ondeaban antes de la llegada de Benedicto XVI fueron deteni¨¦ndose hasta que solo se agitaba una ense?a espa?ola en manos de un ni?o de unos cinco a?os subido a hombros de su padre. El sopor afectaba tambi¨¦n al Papa, que cerraba los ojos sin saberse bien si meditaba o se tomaba un descanso en su apretada agenda.
Es el rito por el rito: un festejo barroco propio del hist¨®rico barrio de los Austrias celebrado en un enclave contempor¨¢neo con edificios acristalados y luminosos como el paseo de Recoletos. Las obras de imaginer¨ªa serv¨ªan de leitmotiv para inspirar una oraci¨®n por la crisis de valores, y los j¨®venes respetaban los silencios en el rezo como si en Cibeles no hubiese nadie. En la d¨¦cima estaci¨®n, el v¨ªa crucis hizo un gui?o a la situaci¨®n actual espa?ola. "Por los j¨®venes parados y en situaci¨®n de precariedad", proclamaba el orador ante una cruz portada por desempleados. El paso representaba el momento de la crucifixi¨®n.
Cuando el v¨ªa crucis despidi¨® al Papa, las cofrad¨ªas se quedaron aguardando a que no hubiera incidentes. En las inmediaciones de Sol, la polic¨ªa blind¨® la plaza y las hermandades retrasaron hasta la madrugada la vuelta a los templos por temor a protestas de grupos laicos. Numerosos agentes subieron corriendo la calle de Alcal¨¢ adelantando a peregrinos y cofrades en direcci¨®n a Sol para asegurar que el palio sevillano de la Virgen de Regla atravesaba la plaza camino de la iglesia del Carmen.
La diosa Cibeles, que durante estos d¨ªas de JMJ ha dado la espalda a las distintas celebraciones, fue anoche testigo privilegiada del momento en el que 15 tronos barrocos sustituyeron al mar de coches de la calle Alcal¨¢.
Al cierre de esta edici¨®n, se produc¨ªa un momento de entendimiento entre el 15-M y j¨®venes cat¨®licos. Ambos grupos se unieron en Sol en una asamblea de unas 50 personas para debatir sobre la visita del Papa, rodeados por agentes de la polic¨ªa. "Dejemos de tirarnos piedras y botellas. Todos sabemos que esto se nos ha ido a las dos partes de las manos", explicaba un peregrino, mientras el resto le daba la raz¨®n. Un hombre mayor le contestaba: "No dirijamos nuestra protesta contra los peregrinos, sino contra el poder pol¨ªtico. Ellos y nosotros somos movimientos pacifistas". Poco despu¨¦s el paso del palio de la Virgen de Regla les daba una tregua para que llegaran a un consenso antes de irrumpir con sus cornetas y tambores en la plaza.

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