"Volver¨ªa a hacerlo si sirviera de algo"
Hokman Joma, el kurdo que lanz¨® un zapato a Erdogan, habla desde la c¨¢rcel
Hokman Joma cumple hoy la mitad de su condena. Un a?o y medio de los tres a los que fue condenado por lanzar un zapato al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en febrero de 2010 durante un viaje oficial a Sevilla. El motivo de la visita de Erdogan era la recogida de un galard¨®n que le concedi¨® el Ayuntamiento por cooperaci¨®n cultural entre Turqu¨ªa y Andaluc¨ªa y por su labor a favor de la alianza de civilizaciones.
Joma no pudo en ese momento controlar su rabia por la injusta situaci¨®n que sufre el pueblo kurdo en Turqu¨ªa, Siria, Irak e Ir¨¢n y le recrimin¨® al primer ministro turco ser un "criminal" y un "asesino", y arroj¨® un zapato contra su coche oficial al grito de "viva el Kurdist¨¢n". "Encima le dan un premio", dice con incredulidad durante esta entrevista en la c¨¢rcel de Sevilla. El delito que se le atribuye es el de atentado contra la Comunidad Internacional.
"Mis compa?eros de prisi¨®n se r¨ªen cuando les cuento por qu¨¦ estoy aqu¨ª"
Joma cumple hoy un a?o y medio de los tres a los que fue condenado
"Es normal que un pueblo se rebele contra corruptos y dictadores"
"Las religiones solo han tra¨ªdo hambre y guerras a lo largo de la historia"
Tras desestimar la Audiencia Provincial de Sevilla el recurso interpuesto por su abogado, Luis Oca?a, este solicit¨® el pasado mes de marzo el indulto parcial al ministerio. Joma cuenta con el apoyo de la Asociaci¨®n Pro-Derechos Humanos de Andaluc¨ªa y de campa?as para la recogida de firmas como la del Grupo de Juristas 17 de Marzo. Ahora el preso espera paciente la respuesta del Consejo de Ministros en el m¨®dulo 2 de respeto de la c¨¢rcel Sevilla I, que comparte con otros presos condenados por delitos no violentos. "Supongo que los jueces estar¨¢n de vacaciones, espero que en septiembre o en octubre me den una buena noticia", dice optimista. "Tengo buen comportamiento, as¨ª que imagino que podr¨¦ salir pronto".
Este kurdo de 28 a?os con pasaporte sirio es en¨¦rgico y se muestra positivo durante toda la entrevista. "Esperaba la visita de un amigo. Mis visitas aqu¨ª son siempre de mis amigos o de mi abogado", dice sonriendo. "S¨¦ que no hay nada como la libertad, pero esto no es como las c¨¢rceles de mi pa¨ªs. Aqu¨ª me tratan bien y estoy aprendiendo espa?ol. Tenemos una biblioteca con m¨¢s de 3.000 libros". La semana pasada pidi¨® uno de Julio Verne, del que dice no recordar el t¨ªtulo. Ahora se ha apuntado a un curso de cocina, ya que las clases de espa?ol se suspenden durante el verano, aunque todav¨ªa no han podido elaborar ninguna receta: "Las cosas aqu¨ª siempre se estropean. La monitora viene a dar clase, pero siempre hay algo que no funciona. Cuando no falta una olla faltan los ingredientes, y sino el fuego est¨¢ estropeado", dice riendo.
La conversaci¨®n con Joma es fluida pese a su corto dominio del espa?ol, no evita ning¨²n tema. "Solo le volver¨ªa a tirar el zapato a Erdogan si fuese a servir de algo para el pueblo kurdo", y si su paso por la c¨¢rcel cambia algo, entonces "habr¨¢ merecido la pena". Considera que la pena impuesta es excesiva, "Cuando les cuento a mis compa?eros de prisi¨®n que tengo una condena de tres a?os por tirar un zapato se r¨ªen".
Joma lleg¨® a Espa?a en diciembre de 2005. Pag¨® 3.000 euros a una mafia para que le organizara el viaje y entr¨® como poliz¨®n en un cami¨®n por Ceuta. Tiene nueve hermanos con los que no habla desde hace meses por la precariedad de las comunicaciones en su pueblo, Ainel Arat, en el Kurdist¨¢n sirio, de unos 200 habitantes. Habla sobre su familia: "Mi madre sabe que estoy preso porque lo vio en los medios, aunque yo intent¨¦ ocult¨¢rselo. Est¨¢ preocupada, piensa que la c¨¢rcel en Espa?a es como las de Siria y, aunque yo le he explicado que no tiene nada que ver, ella sigue creyendo que puedo morir de hambre o sufrir maltratos. ?Y nada m¨¢s lejos de la realidad!", aclara.
"Cuando salga me gustar¨ªa ir a trabajar a Madrid, all¨ª hay m¨¢s oportunidades". Es consciente de que para un expresidiario resulta m¨¢s dif¨ªcil encontrar un empleo, pero dice ser muy trabajador y defiende que "no es ning¨²n delincuente". Antes de salir de su pa¨ªs, Joma trabajaba en la construcci¨®n de pozos, y tambi¨¦n asegura haber sido carpintero. Cuando lleg¨® a Sevilla trabaj¨® "en lo que pudo", por eso dice no tener preferencias: "S¨®lo quiero trabajar".
Pese a que su religi¨®n es la musulmana, Joma confiesa que no practica el Ramad¨¢n. "Soy musulm¨¢n porque nac¨ª musulm¨¢n, pero no soy practicante. Las religiones solo han provocado hambre y guerras entre los pa¨ªses a lo largo de la historia. Simplemente soy racional y humanista". Joma es consciente de que no volver¨¢ a su pa¨ªs hasta que el r¨¦gimen de Bachar Al Asad caiga.
"Es normal que el pueblo se rebele contra los gobernantes corruptos y dictadores. Cuando se instaure un r¨¦gimen normal podr¨¦ volver a mi pa¨ªs", comenta al hablar de las revueltas contra el r¨¦gimen que llevan semanas activas en Siria. Sabe que la extradici¨®n a su pa¨ªs supondr¨ªa un grave peligro para su integridad.
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