Una cita colectiva con el cielo
Las fiestas de Bilbao condicionan y modifican el ritmo diario de la villa durante nueve d¨ªas, y en cada una de esas jornadas se repite un ritual que paraliza, literalmente, la actividad de la capital vizca¨ªna. Con puntualidad inglesa, cada d¨ªa, tres lanzamientos aislados anuncian a las 22.30 el arranque de las exhibiciones, algunas de las cuales compiten en el Gran Premio Internacional Villa de Bilbao. Durante casi media hora, la ciudad contiene el aliento y mira al cielo iluminado. Hasta la traca final, los bilba¨ªnos juzgan el espect¨¢culo: hacen comentarios positivos o negativos, gestos, silban y, por supuesto, aplauden varios minutos cuando acaba la muestra.
Como bien saben los asiduos a la Aste Nagusia, la zona con mejor visibilidad para presenciar la magia pirot¨¦cnica es la margen izquierda de la R¨ªa, desde la calle Bail¨¦n hasta la zona del Puente de la Salve. Otros puntos con una visibilidad aceptable son la Plaza del Arriaga, algunas zonas del Arenal, la Plaza de Ernesto Erkoreka, el Paseo del Campo de Volant¨ªn y el Parque de Etxebarria. No obstante, en estas ¨²ltimas zonas existe cierta dificultad en ver los denominados fuegos de baja altura y de tierra.
Los principales enemigos de los pirot¨¦cnicos son el viento y la lluvia "Bilbao es una plaza importante y el p¨²blico es exigente", dice un empresario
Entre los lugares en que es necesario extremar precauciones si se va con ni?os peque?os o personas con problemas de movilidad figuran el Puente del Ayuntamiento, la pasarela Zubizuri y el tramo del Puente del Arenal comprendido entre Ripa y el Muelle del Arenal, seg¨²n indica el propio consistorio.
El Plan de Seguridad y Emergencia elaborado por el Ayuntamiento establece un ¨¢rea de seguridad de 132 metros de radio, que se extiende desde las campas de Mallona, lugar del que se lanzan los fuegos, hasta la calle Esperanza.
Bilbao es una plaza "muy importante" para las empresas pirot¨¦cnicas nacionales e internacionales, destaca Miguel Mart¨ªnez de Lecea, responsable de Pirotecnia FML, de ?lava, que despleg¨® el domingo en fase de exhibici¨®n su castillo. Su equipo lleva 30 a?os actuando en la Aste Nagusia. "Es un trampol¨ªn muy bueno y el p¨²blico entiende y, si le gusta, es agradecido", destaca este veterano empresario.
Habitualmente, los pirot¨¦cnicos llegan a la villa al menos un d¨ªa antes con una media de siete t¨¦cnicos para preparar sus espect¨¢culos. Su peor enemigo es la lluvia, el famoso sirimiri, porque el material puede estropearse. Tambi¨¦n el viento resulta peligroso en el momento del disparo y, sobre todo, durante el montaje, explica Pepe Nebot, gerente de Pirotecnia Pe?arroja, de Castell¨®n, que compite ma?ana con un dise?o "muy competitivo" y "novedoso". Nebot resalta el car¨¢cter participativo de los espectadores: "Critican, silban, alaban desde los puentes. El p¨²blico es exigente; ha visto muchos espect¨¢culos, y la ciudad es una gran plaza donde estar. Es uno de mis cl¨¢sicos".
Gran amigo de la familia Astondoa, un cl¨¢sico de la pirotecnia vasca, Esteban Mart¨ªn, de la firma granadina hom¨®nima, resalta que a los bilba¨ªnos lo que m¨¢s les gusta es el ruido. Por eso, su actuaci¨®n del pr¨®ximo jueves ser¨¢ muy sonora. "Disfrutan de una fachada de fuegos bonita y saben apreciar cuando hay esfuerzo detr¨¢s", asegura el pirot¨¦cnico andaluz, que acude a Bilbao por tercera vez en la historia de su firma. Para Mart¨ªn siempre hay un problema a?adido cuando recalan en la capital vizca¨ªna: "No estamos acostumbrados al mal tiempo". As¨ª las cosas suelen estar muy pendientes del parte meteorol¨®gico. En 2010 tuvieron suerte. "El a?o pasado empez¨® a llover seg¨²n terminamos", rememora.
A la cita del consurso de Ate Nagusia siempre acude un representante de una compa?¨ªa italiana. Y es que el pa¨ªs tiene una gran tradici¨®n pirot¨¦cnica. Ayer les toc¨® a Ipon Fireworks, considerada uno de los mejores exponentes del panorama transalpino.
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