Ocho hect¨¢reas frente al mar buscan uso
Barcelona estudia qu¨¦ hacer con el suelo ganado al mar para el fallido zoo marino
La suspensi¨®n indefinida del proyecto del zoo marino del F¨®rum, que esta semana ratific¨® el Ayuntamiento de Barcelona, ha dejado un cabo suelto en forma de ocho hect¨¢reas de terreno en primera l¨ªnea de mar, cuyo futuro es ahora incierto. El equipo del alcalde Xavier Trias (CiU) tendr¨¢ que decidir qu¨¦ har¨¢ con el suelo, que fue ganado al mar mediante un complejo proyecto que ha costado 29 millones de euros, financiados por el Gobierno central (Plan E), la Diputaci¨®n de Barcelona y el Ayuntamiento.
La alcaldesa accidental, S¨°nia Recasens, y el propio Trias aseguraron el martes que "se est¨¢ planteando una redefinici¨®n de la plataforma y su entorno". Seg¨²n Recasens, se estudian varios usos, desde universitarios hasta tur¨ªsticos. El alcalde, por su parte, se ratific¨® en su propuesta electoral de no ejecutar durante su mandato el zoo marino, al que deber¨ªan trasladarse algunas especies del recinto del parque de la Ciutadella. Eso s¨ª, Trias dej¨® la puerta abierta para que un privado lo asuma. "Que lo aparquemos no quiere decir que no se haga alg¨²n d¨ªa", remat¨®.
Los vecinos piden que el espacio sin utilizar se use para paseo y ocio
La obra del zoo, de unos 200 millones de euros, fue paralizada en junio del a?o pasado. El entonces alcalde, Jordi Hereu (PSC), lo incluy¨® dentro del plan de recorte del 10% del gasto del Ayuntamiento. La idea era dejar su ejecuci¨®n para mejores tiempos. La derrota electoral de los socialistas termin¨® por enterrar la idea.
El ¨²nico inquilino que ha tenido el terreno hasta la fecha ha sido el Cirque du Soleil. El uso del solar, que se hizo a medida para albergar el zoo, est¨¢ condicionado por sus especificaciones t¨¦cnicas. Los vecinos reivindican que all¨ª se construya un espacio de paseo para la ciudad.La portavoz de los populares en el Consistorio barcelon¨¦s, ?ngeles Esteller, cree que se deber¨ªa abrir una convocatoria para que el sector privado presente propuestas que permitan desencallar el zoo marino. El PP se opuso desde el principio al proyecto si se pagaba exclusivamente con dinero p¨²blico. En su d¨ªa, incluso lleg¨® a solicitar, en tono ir¨®nico, que una de las condiciones para hacer el recinto era el regreso inmediato de la orca Ulises, que fue enviada a Sea World, en San Diego (Estados Unidos) porque las instalaciones del zoo barcelon¨¦s se le hab¨ªan quedado peque?as.
Si nadie concurre a esta convocatoria, continu¨® Esteller, un informe t¨¦cnico deber¨¢ determinar qu¨¦ hacer con la plataforma. Para los populares la mayor preocupaci¨®n es que la intervenci¨®n en el litoral "se hizo a medida", lo que podr¨ªa dificultar encontrar un uso alternativo.
Desde el grupo socialista no le cierran la puerta a la entrada de un socio privado en la construcci¨®n y recalcan la importancia del proyecto en la nueva configuraci¨®n de la ciudad. Eso s¨ª, ponen el acento en que "ahora no toca". "La ciudad no puede renunciar a un espacio como este, la tr¨ªada del Museo de Ciencias Naturales, el nuevo campus universitario y el zoo son el polo de una nueva centralidad que no se puede parar", explic¨® un portavoz. El PSC cree que la plataforma hay que dejarla como est¨¢, a la espera de que los tiempos mejoren y se pueda reemprender el plan del zoo.
Por su parte, Iniciativa (ICV-EUiA) y Unitat per Barcelona (UxB) rechazan la posible privatizaci¨®n. "Los zoos siempre han sido de origen p¨²blico y tampoco creo que con la situaci¨®n actual haya alguien interesado en hacer una inversi¨®n de cientos de millones de euros", asegur¨® Jordi Portabella, presidente del grupo de UxB. El ecosocialista Ricard Gom¨¤, cuya formaci¨®n tambi¨¦n se mostr¨® contraria al proyecto desde el principio, argument¨®: "no es nuestro modelo que exista un parque en clave de negocio". Gom¨¤ admite que su partido no tiene un plan alternativo para dar un uso a la plataforma y que habr¨¢ que esperar al dictamen de los t¨¦cnicos, pero explic¨® que en ese espacio "tampoco se pueden resolver necesidades sociales de la ciudad a corto plazo".
Portabella, por su parte, propone usar una secci¨®n del solar para trasladar el delfinario del zoo de la Ciutadella. "El recinto actual para los delfines es muy peque?o y se tiene que modificar s¨ª o s¨ª", explic¨®. El l¨ªder republicano, que fue director del zool¨®gico durante el inicio de la construcci¨®n de la sede del zoo en el F¨®rum, asegura que aunque la plataforma que le gan¨® terreno al mar "es ligera, puede sostener una construcci¨®n de planta baja" y propone construir all¨ª el zoo virtual que propuso durante campa?a. El "e-zoo", como lo llama, recrear¨ªa animales ex¨®ticos mediante im¨¢genes 3-D, hologramas y visualizaciones en 360 grados y se realizar¨ªa con tecnolog¨ªa de las universidades catalanas y empresas del 22@. Seg¨²n explic¨® en su d¨ªa, este modelo supondr¨ªa 100 millones de euros de inversi¨®n inicial.
"El movimiento vecinal nunca se ha visto reflejado en la necesidad de hacer un zoo marino", explica Jaume Badenes, de la Asociaci¨®n de Vecinos del Poblenou. Por ello, ante la paralizaci¨®n de la obra, piden que "se recupere el espacio de la plataforma para los vecinos y se haga un paseo que comunique la ciudad con Sant Adri¨¤ del Bes¨°s".
El 28 abril de 2005, el Ministerio del Medio Ambiente otorg¨® al Ayuntamiento la concesi¨®n de ocupaci¨®n por 30 a?os de la franja costera que ocupar¨ªa el zoo marino. El objetivo era "construir diversas infraestructuras de ocio relacionadas con el mar". La misma concesi¨®n le hab¨ªa sido negada en dos ocasiones anteriores, en 2001 y en 2004, por considerar que el proyecto no se ajustaba a la ley de costas. Las obras de la plataforma comenzaron finalmente en septiembre de 2005 y tardaron 15 meses. Los 29 millones fueron pagados con dineros de la Diputaci¨®n de Barcelona, el plan E, el Ayuntamiento y Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local.
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