Seductores con mentalidad emprendedora
"Un psic¨®pata no va siempre con un hacha, tambi¨¦n los hay integrados", explica la profesora de derecho penal de la Universidad de M¨¢laga, Ana Mar¨ªa Prieto. La docente, que tambi¨¦n dirige el reci¨¦n creado Centro de an¨¢lisis de delincuencia socioecon¨®mica de la Universidad de M¨¢laga, defiende que los delincuentes econ¨®micos suelen compartir una serie de caracter¨ªsticas. Para empezar son seductores. "Tienen un encanto especial, cosifican a las personas y las utilizan para sus objetivos, tienen esa megaloman¨ªa, completamente egoc¨¦ntricos", detalla. La profesora no quiere dar ejemplos, aunque los m¨²ltiples perfiles escritos sobre Juan Antonio Roca, m¨¢ximo imputado del caso Malaya, encajan perfectamente en este patr¨®n.
Seg¨²n Arias, estas personas suelen colocarse por encima de la norma que todos los dem¨¢s cumplen y tienen mentalidad de emprendedor, "una tendencia al riesgo que aprovechan para delinquir".
El soci¨®logo estadounidense Edwin H. Sutherland profundiz¨® en 1939 en el aspecto criminol¨®gico de los delitos de cuello blanco. La descripci¨®n que dio de ellos durante una reuni¨®n de la Asociaci¨®n Americana de Sociolog¨ªa ("un crimen cometido por una persona de respetabilidad y de posici¨®n social alta en el curso de su ocupaci¨®n") no es muy diferente de la que se maneja hoy.
Este estudioso, considerado uno de los crimin¨®logos m¨¢s influyentes del siglo XX, explic¨® una d¨¦cada despu¨¦s en su libro El delito de cuello blanco, que las personas que los cometen gozan de poder econ¨®mico, pol¨ªtico e influencias en los ¨®rganos encargados de la administraci¨®n de justicia. Seg¨²n el autor, estas circunstancias personales les hacen menos vulnerables, ya que, algunos consiguen eludir que les detengan o evitan la condena gracias a que pueden pagar buenos abogados.
Los investigadores consultados coinciden con las conclusiones de Edwin H. Sutherland, pero a?aden que los jueces ya no son tan reacios a los delitos econ¨®micos. "El poder judicial se est¨¢ abriendo, son m¨¢s receptivos que hace unos a?os, aunque estos casos les siguen pareciendo una papeleta", asegura un inspector de M¨¢laga. El paso del tiempo ha ense?ado a estos polic¨ªas hiperespecializados a ser muy minuciosos y a quitarse presi¨®n. "El polic¨ªa se ci?e a su funci¨®n, investigar. Todo lo dem¨¢s, ya no depende de nosotros", a?ade.
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