Lorenzo Miguel Morales, 'Moralito', leyenda del vallenato colombiano

Hay discos que cambian nuestra percepci¨®n de un pa¨ªs y su gente. Cl¨¢sicos de la provincia (1993) fue un punto de inflexi¨®n en la difusi¨®n de la m¨²sica colombiana, al revelarnos la riqueza del folclor del interior, hasta entonces eclipsado por la bulliciosa cumbia. El int¨¦rprete era un actor, Carlos Vives, que tuvo la feliz idea de dar un m¨ªnimo barniz rockero y una producci¨®n de alta gama al vallenato, m¨²sica recia generalmente grabada sin mucho mimo.

El mayor ¨¦xito de Cl¨¢sicos de la provincia fue La gota fr¨ªa. Todo el mundo hispano devor¨® aquella narraci¨®n del enfrentamiento entre dos acordeonistas de vallenatos, asumiendo que se trataba de una historia m¨ªtica, una piquer¨ªa de la que sali¨® derrotado un tal Moralito. Garc¨ªa M¨¢rquez ya hab¨ªa escrito sobre el reto musical entre el diablo y el padre fundador del vallenato, Francisco El Hombre.

Pero Moralito exist¨ªa. De nombre completo Lorenzo Miguel Morales Herrera, falleci¨® el jueves en Valledupar (Colombia), a los 97 a?os. Durante d¨¦cadas, se le crey¨® difunto y Leandro D¨ªaz lament¨®, con La muerte de Moralito, que su desaparici¨®n hubiera pasado inadvertida. El gran Rafael Escalona ya hab¨ªa creado misterio hacia su persona con Buscando a Morales.

Lorenzo Morales hab¨ªa nacido en la Sierra Nevada colombiana; compensaba la escasa educaci¨®n formal con astucias de guajiro. Compatibilizaba la m¨²sica con labores de campesino, carpintero y alba?il (especialidad de techador). Complicadas circunstancias -y cierto desencanto con la m¨²sica como profesi¨®n- le hicieron adentrarse en la sierra del Perij¨¢, en busca de tierras propicias para cultivar caf¨¦, desapareciendo de las parrandas que le hab¨ªan ganado tantos seguidores. Atr¨¢s quedaron muchas canciones a ¨¦l atribuidas, como El errante, La carta, Carmen Bracho, La mala situaci¨®n o Amparo.

Cuando emergi¨®, result¨® que su vida era a¨²n m¨¢s compleja que su leyenda. Ten¨ªa 37 hijos y un fant¨¢stico arsenal de recuerdos, que abarcaban desde la historia de c¨®mo consigui¨® su acorde¨®n blanco (con nombre de mujer, naturalmente) hasta su pasmo al descubrir que alg¨²n pol¨ªtico de Bogot¨¢ usaba su nombre en las peleas dial¨¦cticas del Senado.

Respecto al origen de La gota fr¨ªa, aseguraba que part¨ªa de una de tantas batallas entre acordeoneros. Se improvisaban ataques verbales y respuestas a las ocurrencias del contrincante, ante el deleite del p¨²blico. Efectivamente, hubo un pique en la localidad de Urumita pero, en contra de lo que contaba el autor de La gota fr¨ªa, Emiliano Zuleta Baquero, ¨¦l no fue vencido. Y no se retir¨® alegando una indisposici¨®n, como all¨ª se alegaba: "Te fuiste de madrugada / ser¨ªa de la misma rabia". Fantas¨ªas de Emilianito, insist¨ªa.

Da lo mismo qui¨¦n ganara: La gota fr¨ªa era conocida popularmente como Moralito. El tema se universaliz¨® a¨²n m¨¢s con la versi¨®n de Julio Iglesias, aunque en algunos pa¨ªses se elimin¨® la referencia despectiva al "indio yumeca". Lorenzo Morales fue reconocido como "rey vitalicio" del Festival de la Leyenda Vallenata, que se celebra anualmente en Valledupar. Dej¨® dicho que no quer¨ªa luto: que las mujeres vistieran de rojo y se cantara hasta el amanecer.