Vibrante Diego Urdiales
Poco importan las orejas. Ayer cortaron orejas los diestros Juan Jos¨¦ Padilla y Luis Bol¨ªvar, y no cort¨® ninguna Diego Urdiales. Sin embargo, la faena de este a su segundo toro, quinto de la tarde, fue un portentoso derroche de valor y torer¨ªa. Ante un toro con peligro, que tardeaba, el diestro riojano fue meti¨¦ndoselo en la canasta por valor, t¨¦cnica y arte. Diego Urdiales emocion¨® al p¨²blico ya que en su actuaci¨®n perviv¨ªa emoci¨®n y verdad. Que otros se queden con la est¨¦tica mentirosa de algunos o con las vacuidades relamidas de otros. El aficionado de siempre vibra con toreros como Urdiales, de los que hay pocos. Esos toreros portadores del toreo hondo, cl¨¢sico y, como dir¨ªa Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, "cl¨¢sico, quiere decir eterno".
VICTORINO / PADILLA, URDIALES, BOL?VAR
Toros de Victorino Mart¨ªn bien presentados, de buen juego excepto el segundo, con peligro.
Juan Jos¨¦ Padilla: pinchazo, estocada y descabello (silencio); gran estocada (oreja).
Diego Urdiales: tres pinchazos y estocada (silencio); dos pinchazos -aviso-, estocada (vuelta al ruedo).
Luis Bol¨ªvar: estocada desprendida (oreja); -aviso- y media estocada ladeada (silencio).
Plaza de toros de Vista Alegre. Domingo, 28 de agosto. Novena y ¨²ltima de feria. M¨¢s de media entrada.
A no olvidar que a ese toro Urdiales lo recibi¨® con cinco lances y dos medias ver¨®nicas buenas. Es m¨¢s, tres de las ver¨®nicas fueron excepcionales, porque las teji¨® embraget¨¢ndose, ganando terreno, las manos bajas, pura cadencia y vibraci¨®n. Como tampoco hay que olvidar que en dos ocasiones estuvo a punto de ser cogido. Tuvo que pechar con el toro de m¨¢s peligro de la corrida, su segundo. No ten¨ªa un pase. Lo lidi¨® con mucha dignidad.
Tanto Juan Jos¨¦ Padilla como Luis Bol¨ªvar estuvieron por debajo de la calidad dc sus toros. Padilla en su primero ni se enter¨®. En su segundo empez¨® vulgarote, para ir d¨¢ndose cuenta que ten¨ªa un buen toro delante. Pero eso aconteci¨® al final de la faena. Mat¨® de una gran estocada. Le concedieron una oreja.
Al colombiano Luis Bol¨ªvar le pas¨® lo contrario. Inici¨® la faena con cuatro tandas solventes con la mano izquierda para perderse en un mar de dudas con la mano diestra. Se gan¨® una oreja por los naturales iniciales. En el sexto pens¨® que con una ya le val¨ªa. No obstante, el toro ped¨ªa faena y, lamentablemente, no se la dieron.
La suma de las dos actuaciones de Diego Urdiales en Bilbao le sit¨²an como un torero a tener muy en cuenta. No puede faltar en ninguna feria que se precie porque es uno de los toreros con m¨¢s valor y hondura de cuantos pululan por el planeta de los toros.
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