La Casa de la Paz, en punto muerto
Bildu sigue sin presentar su programa para el futuro del centro donostiarra - Izagirre quiere centrarlo en "alcanzar la paz en Donostia y Euskal Herria"
La Casa de la Paz de Aiete se encuentra a la espera de noticias acerca de su futuro. La llegada de Bildu al Ayuntamiento donostiarra ha envuelto de dudas al centro, que ha seguido realizando las actividades planeadas por el anterior Gobierno municipal, pero que a¨²n no ha desvelado su programa para este emblem¨¢tico espacio y solo ha abierto la posibilidad a que sea sede del Grupo de Contacto Internacional (GIC) de Brian Currin.
El alcalde de San Sebasti¨¢n, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, resalta que las nuevas ideas que la coalici¨®n aportar¨¢ tendr¨¢n un objetivo claro: "Ampliar su visi¨®n y trabajos a desarrollar centr¨¢ndonos, en consonancia con el contexto pol¨ªtico, en alcanzar la paz en Donostia y Euskal Herria". Seg¨²n el regidor, que cree que la Casa de la Paz ha estado sometida a "personalismo y mensajes partidistas", Bildu pretende ahondar en los contenidos del centro y convertirlo en un punto de encuentro de "todas las sensibilidades".
Los socialistas, el PNV y el PP temen que se convierta en un foro 'abertzale'
En este marco se incluye la propuesta que Izagirre traslad¨® a los tres anteriores alcaldes de la ciudad -Ram¨®n Labaien, Xabier Albistur y Od¨®n Elorza- para que el grupo de Currin se re¨²na en este espacio en lugar de en un hotel. Se trataba de una reuni¨®n para hablar de la normalizaci¨®n, pero ¨²nicamente se circunscribi¨® a esta posibilidad. Los tres excalcaldes no descartaron esta propuesta, aunque Elorza resalt¨® que la idea de Izagirre no se pod¨ªa limitar a este asunto y desterrar el resto de programas del centro.
"No nos negamos a que la Casa de la Paz pueda tener un papel en el proceso de di¨¢logo y pacificaci¨®n. Pero nos tememos que se convierta en un elemento de propaganda y en un instrumento de legitimaci¨®n internacional de la estrategia de la izquierda abertzale", explica a este peri¨®dico un dirigente socialista. A?ade que desde las elecciones del 22-M la actividad de la Casa de la Paz se ha frenado.
"La Casa de la Paz est¨¢ parada, todo est¨¢ por decidir. Bildu no prepara nuevas iniciativas y me temo que le quieran dar una orientaci¨®n m¨¢s sectaria. Un Ayuntamiento que al cabo de dos meses no toma iniciativas en un campo tan sensible como la paz y la convivencia no tiene disculpa", abunda otro miembro del PSE, que considera que los contactos establecidos con distintos centros a lo largo de todo el mundo, las campa?as de sensibilizaci¨®n en valores o los encuentros est¨¢n "absolutamente parados".
"Bildu plantea un proceso de reeducaci¨®n de la ciudadan¨ªa y lo hace con todo lo que puede. La normalizaci¨®n no es que Currin venga a sentar sus reales en una silla", agrega esta misma fuente, que opina que San Sebasti¨¢n est¨¢ en un comp¨¢s de par¨®n con un gobierno municipal al que "le est¨¢ costando much¨ªsimo situarse ante los temas pendientes".
El grupo municipal del PNV, que asevera que ver¨ªa de forma positiva la posibilidad de que el GIC tuviera una sede fija en San Sebasti¨¢n, mantiene que ser¨ªa un "error grave" que la izquierda abertzale emplease la Casa de la Paz para legitimar sus postulados. Adem¨¢s, a?ade que se debe abordar la resoluci¨®n de conflictos en el ¨¢mbito m¨¢s amplio posible, "si se quiere con cierta especifidad hacia nuestra propia situaci¨®n dom¨¦stica".
Los populares, de su lado, piden que el centro "no se convierta en un juguete" y se cuestionan por qu¨¦ el GIC debe tener una sede en ¨¦l. Igualmente sostienen que este espacio deber¨ªa dejar de ser municipal y contar con la colaboraci¨®n del Gobierno vasco, am¨¦n de ser denominado Casa de la Paz y la Libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.