Sobreponerse al caos de la renta m¨ªnima
Afectados por la crisis tratan ahora de cobrar la ayuda de agosto y saber por qu¨¦ Empresa les mand¨® mal el cheque
Sin los 603 euros de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n (RMI) ni ahorros, pidiendo dinero a los pocos amigos que contin¨²an poniendo el hombro, devolviendo los recibos del banco y comiendo con la boca medio cerrada, a base arroz y ensaladas. As¨ª fue el mes de agosto de Amanda Rodr¨ªguez, de 48 a?os, y su hija Karen, de 11, despu¨¦s de que el caos provocado por la Generalitat con la revisi¨®n de la renta m¨ªnima les dejara sin el ingreso que le proporciona esta ayuda de supervivencia.
El caso de Rodr¨ªguez es uno de los 6.707 expedientes -de cada uno dependen una media de 3,25 personas- que el 26 de agosto a¨²n no hab¨ªan percibido la ayuda y que los consejeros de Empresa y Ocupaci¨®n, Francesc Xavier Mena, y de Bienestar Social y Familia, Josep Llu¨ªs Cleries, se?alaron, sin pruebas, como defraudadores.
Empresa ya ha retirado 90 ayudas, seg¨²n la Mesa del Tercer Sector
"La mala gesti¨®n de los pol¨ªticos la pagamos los m¨¢s vulnerables", se queja Rodr¨ªguez, a la vez que intenta entender, sin ¨¦xito, porque se ha puesto en jaque el ¨²ltimo escal¨®n al que recurren las personas que sufren riesgo de exclusi¨®n social. Mientras, espera angustiada a que llegue el pago atrasado y que pueda cobrar el de septiembre despu¨¦s de pasar la revisi¨®n extraordinaria. Le anunciaron que todo est¨¢ en regla, incluso el domicilio. "Pero no me dieron ninguna explicaci¨®n de por qu¨¦ no hab¨ªa cobrado", afirma. Le advirtieron, adem¨¢s, de que uno de los gastos que tiene, un seguro de vida, puede ser "un impedimento". "Solo vivimos de esta ayuda, ?qu¨¦ van a hacer mis hijos si me pasa algo?", se pregunta, dolida.
Gonzalo Ba?¨¢lez, de 42 a?os, s¨ª que recibi¨® el cheque, pero en su antigua vivienda. "Esper¨¦ al cartero durante horas", dice. Hac¨ªa unos d¨ªas que hab¨ªa cambiado de casa."Te preguntan qu¨¦ gastas, por qu¨¦ y en qu¨¦ lo haces", explica Rodr¨ªguez en referencia a la revisi¨®n que tuvo que pasar para desbloquear el pago de la ayuda. "Lo quieren saber todo de tus movimientos bancarios", a?ade. Tambi¨¦n tuvo que ense?ar su pasaporte limpio de sellos y la libreta del banco. "Lo saben todo de ti", expone. No le importa. A Mar¨ªa Elisa B. J., en cambio, le molesta que "invadan" su privacidad. "Es violento, pese a que no escondo nada", indica. Cobra la ayuda desde enero y cuando no le lleg¨® el cheque, el 2 de agosto, se dirigi¨® directamente al Departamento de Bienestar Social en busca de respuestas. No las recibi¨®. "Nos dec¨ªan que estaban sorprendidos y que no sab¨ªan nada", indica. Rodr¨ªguez y Bal¨¢?ez tambi¨¦n se quejan: "Reinaba la desinformaci¨®n". Todos lamentan que, en su delicada situaci¨®n, a¨²n han tenido que asumir m¨¢s deudas para pasar el mes de agosto. Para Mar¨ªa Elisa fue "un impacto muy fuerte" quedarse sin ingresos, sobretodo por su hija de seis a?os. "La trabajadora social me dio 20 euros para poder comprar comida", dice.
Rodr¨ªguez asegura que la receta para superar estos d¨ªas de incertidumbre es "no caer en el derrotismo social". La mujer, de origen colombiano, tiene estudios y pose¨ªa una vida "normal" hasta que se divorci¨® y se qued¨® en el paro. Ah¨ª empezaron sus problemas. "No somos indigentes ni tenemos graves problemas", explican, "solo econ¨®micos". "No nos imaginamos llegar a esta situaci¨®n: pedir ayuda te supera", expresa Rodr¨ªguez, que tiene que hacer frente a un alquiler, tuvo que cambiar a su hija de colegio y debe dinero a la entidad: "Cuando te ves as¨ª, te derrumbas psicol¨®gicamente".
Ba?¨¢lez pas¨® de tener una vida acomodada a vivir tres meses en la calle. Le despidieron y se qued¨® sin ahorros. "Estaba acorralado", explica. A¨²n debe seis mensualidades de su piso. Acudi¨® a los servicios sociales sin saber que exist¨ªa la renta m¨ªnima. "Cre¨ªa que despu¨¦s tendr¨ªa que devolver el dinero", cuenta. Lleva dos a?os cobrando 459 euros y acude a un comedor social.
Mar¨ªa Elisa, por su parte, vive en un piso de C¨¢ritas por 175 euros al mes, recibe 580 euros y afronta un oto?o plagado de gastos: el colegio de su hija y buscar una nueva vivienda.
"La RMI no debe ser un recurso para mantener a alguien, sino una ayuda transitoria", admiten Rodr¨ªguez y Ba?¨¢lez. Ambos est¨¢n apuntados al Servicio de Ocupaci¨®n de Catalu?a y realizan cursos formativos. "Pero no hay nada", esgrimen.
Rodr¨ªguez lamenta que los encargados de realizar las entrevistas de las revisiones, que forman parte de una empresa de trabajo temporal contratada por Empresa y Ocupaci¨®n, "est¨¦n adiestrados" para decir "no te preocupes, que todo ir¨¢ bien mientras el caso sigue sin resolver". Junto con Ba?¨¢lez, considera que los mecanismos de regulaci¨®n de la Generalitat fueron "una inmoralidad".
Tienen miedo. No cobraron hace un mes y temen que vuelva a suceder. Por el momento, Empresa ya ha retirado 90 expedientes por irregularidades varias, seg¨²n el director general de la Mesa del Tercer Sector, Toni Codina.
Aunque cobren, muchos beneficiaros seguir¨¢n con la preocupaci¨®n en el cuerpo. El nuevo decreto de la RMI endurece las condiciones para obtener la ayuda y solo la podr¨¢n recibir quienes tengan "una dificultad social a?adida". Con estos cambios, la Generalitat pretende reducir el n¨²mero de beneficiarios para ahorrar 53 millones de euros. Las modificaciones pasan por vivir desde hace dos a?os en Catalu?a, la ayuda no superar¨¢ el salario m¨ªnimo interprofesional y no se podr¨¢ recibir durante m¨¢s de 60 meses.
Las consecuencias de la nueva norma, sin embargo, no se podr¨¢n ver hasta dentro de unos meses, cuando se hagan efectivas todas las revisiones anuales, indican las entidades sociales.
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