Toro Rat¨®n

Para ensalzar al santo patr¨®n hay que sacar a la plaza al toro Rat¨®n. Este morlaco de diez hierbas y 500 kilos de b¨¢scula se ha convertido en un nuevo t¨®tem ib¨¦rico, hasta el punto que se deber¨ªa desmontar el toro de Osborne, s¨ªmbolo del se?oritismo castizo, que emerge engallado junto a las carreteras en lo alto de las colinas de la patria y sustituirlo por este morucho sin casta, pero con una inteligencia mort¨ªfera, m¨¢s pr¨®xima a la mala uva del genio espa?ol. Seg¨²n su propietario el toro Rat¨®n tiene una cualidad espec¨ªfica. Cuando embiste lo hace con derrotes cortos y reiterativos, agita la cabeza a derecha e izquierda para provocar en sus v¨ªctimas el mayor n¨²mero de desgarros. Por lo visto Rat¨®n es un especialista en detectar borrachos en las plazas de carros, los huele a distancia, se sube a las talanqueras, elige uno entre el pomo de aficionados, lo descuelga y lo ensarta en el aire mientras cae como una fruta madura. Le clava el cuerno en la parte del cuerpo m¨¢s propicia para llegar a la v¨ªscera irremediable y luego con la cosecha entre las patas levanta el testuz en se?al de victoria y coronado con los gritos de admiraci¨®n del p¨²blico se pone chulo. Qu¨¦ pasa, parece decir mirando al alcalde que preside el festejo en el balc¨®n del Ayuntamiento. ?Acaso no ha visto nunca a un toro que se parece a un matador? Al d¨ªa siguiente es la fiesta del patr¨®n del pueblo. A la hora de la procesi¨®n, este berrendo lucero merecer¨ªa ir en la peana, puesto que provoca m¨¢s devoci¨®n que el propio santo. El genio espa?ol tiene en Rat¨®n su espejo c¨®ncavo, esperp¨¦ntico. Cuanto m¨¢s mata, m¨¢s prestigio tiene, m¨¢s elevado es su cach¨¦. Hoy cobra diez mil euros por actuaci¨®n, como cualquier divo del cante. Es la atracci¨®n m¨¢s solicitada, todo un lujo en las fiestas del litoral valenciano. Si a Jos¨¦ Tom¨¢s le pagan un dineral porque el p¨²blico espera que lo mate un toro, a Rat¨®n le llaman asesino como un elogio, por su inteligencia para matar de una sola cornada, que basta. Ese es su arte, pero el ¨¦xito tiene a este morucho sumido en un estr¨¦s y ahora toma tambi¨¦n ansiol¨ªticos, como cualquier artista, para estar a la altura, puesto que en los pueblos valencianos ya se cantan nuevos gozos del santo: para ensalzar a nuestro patr¨®n hay que sacar del corro al toro Rat¨®n.