Valente contra Valente

?Qu¨¦ diablos es un diario an¨®nimo? En la definici¨®n anotada en 1986 en un cuaderno de tapas negras por el poeta Jos¨¦ ?ngel Valente (Orense, 1929- Ginebra, 2000): "Papeles in¨¦ditos de personajes que probablemente no existen, pero que de alg¨²n modo debieran haber existido". El texto sirve de excelente resumen a la recopilaci¨®n de piezas levemente autobiogr¨¢ficas en la que est¨¢ recogido. Un volumen que, 11 a?os despu¨¦s de su muerte, publica Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores envuelto en el aroma del acontecimiento literario bajo el t¨ªtulo de... Diario an¨®nimo.

Los papeles aqu¨ª contenidos provienen de anotaciones del poeta en dos cuadernos distintos entre 1959 y el mismo a?o de su muerte, en 2000. Fueron custodiados por su compa?era Coral Guti¨¦rrez hasta que los entreg¨® hace un par de a?os a Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna, albacea literario del autor de Las palabras de la tribu. ?l ha sido el encargado de reconstruir un material desordenado, aunque rico en reflexiones po¨¦ticas, pudorosos apuntes sobre la vida personal de Valente, recortes de prensa del atento lector de la actualidad en cuatro idiomas que el escritor siempre fue, as¨ª como un buen pu?ado de poemas que no hab¨ªan visto la luz hasta ahora, como este de aires premonitorios, escrito cinco a?os antes de su muerte: "Todo parecer¨ªa ahora / llevarte a la extinci¨®n. / Abandonado / de la sola palabra que tal vez a¨²n podr¨ªa / levantarme hacia ti. / No est¨¢s. / No est¨¢. / La tu sola palabra".

Entre los textos, anotados entre 1959 y 2000, hay poemas desconocidos

"Es un diario, sin duda, si atendemos a la convenci¨®n del cr¨ªtico Philippe Lejeune de que para serlo ha de tratarse de una escritura fechada", aclara S¨¢nchez Robayna. "Es un material, con todo, que no permite reconstruir los hechos de su vida al estilo de un recuento ¨ªntimo, aunque s¨ª trazar la l¨ªnea de sus motivaciones intelectuales". Quiz¨¢ no extra?en las escasas incursiones de estas p¨¢ginas en la vida privada de un poeta que se empe?¨® en la disoluci¨®n de su propio yo, como se impone en una anotaci¨®n del 25 de enero de 1990: "Primero: no tener personaje. Segundo: no depender jam¨¢s en nada -como depende el pol¨ªtico, el general, el hombre p¨²blico- del personaje posible, del personaje que alguien le adjudica a uno, aunque no lo haya engendrado".

S¨ª consigna en sus cuadernos -entre referencias a exposiciones de Bacon, disertaciones sobre Baudelaire o citas de Paul Nizan- la muerte de su hijo Antonio a causa de una sobredosis. Hasta en la eterna pelea de Valente contra el propio Valente por la disoluci¨®n de s¨ª mismo hay lugar para desnudas aunque conmovedoras alusiones como esta de 1990: "Hoy, hacia la una y media, recog¨ª las cenizas de Antonio en Saint Georges. Ca¨ªa una lluvia menuda y fr¨ªa. Volv¨ª a sentir un intens¨ªsimo dolor. Hace ocho meses exactos de su muerte".