De romer¨ªa en Aranzazu

Aranzazu vale algo m¨¢s que una misa. La bas¨ªlica de la patrona de Gipuzkoa, recibe cada nueve de septiembre a cientos de personas, entre files y simples visitantes. Da igual que el santuario se sit¨²e en un alto, a aproximadamente nueve kil¨®metros de O?ati, y que la mayor¨ªa de peregrinos suban andando la empinada cuesta. Por fe, tradici¨®n o para pasar el d¨ªa, lo que haga falta. "Luego no vamos a misa ni nada de eso, subimos, tomamos algo y volvemos a bajar", contaba divertida Jone, de 16 a?os, acompa?ada de sus amigas.

Las j¨®venes descansaban a mediod¨ªa en las gradas de piedra que bordean una de las laderas del monte. A pesar de no ser habituales de la cita -la primera vez que subieron fue a los 13 a?os-, no encontraron ayer mejor opci¨®n para pasar el d¨ªa. "Nunca he subido aqu¨ª con mis padres, s¨®lo con mis amigas. Al final lo que pasa es que nos gusta hace deporte y aprovechamos", aclaraba Jone, preparada para emprender la vuelta a casa.

"No vamos a misa. Subimos, tomamos algo y vuelta abajo", cuenta una joven

Un grupo de cr¨ªticos protesta contra la presencia del obispo Munilla

Un par de horas antes de que el obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, oficiara a las 12.00 la misa mayor las cafeter¨ªas y bares que rodean la bas¨ªlica acog¨ªan a un buen pu?ado de peregrinos. Las tazas de caf¨¦ y los pinchos cambiaban de manos de forma vertiginosa mientras algunos visitantes aprovechaban para disfrutar de las vistas o comprar rosquillas y quesos en los tenderetes instalados.

A escasos metros de Jone y su cuadrilla, otro grupo de amigas, esta vez en la cincuentena aprovechaban para descansar y echar un cigarro. Eran de las incondicionales a la cita. "Fieles". Tanto que a las 06.00 los despertadores de sus casas sonaron para asegurarse un buen hueco en la celebraci¨®n. "Llevo 28 a?os subiendo y s¨®lo he faltado algunos a?os, cuando mis hijos eran peque?os y no pod¨ªa subir con ellos, pero si no, nunca me lo pierdo", explicaba Edurne. La portavoz de la cuadrilla aclar¨® que "ya hemos o¨ªdo misa, nos hemos confesado, hemos comulgado, desayunado. Hemos hecho todo. Completo", a?adi¨®. La devoci¨®n de Edurne no se limita a la subida de ayer. Tampoco ha faltado a las nueve misas -en horario de tarde-, que se celebran durante la novena, "al anochecer es incre¨ªble, se respira una paz, eso no lo puedo contar, lo tienes que vivir".

Tampoco faltaron a la cita los cr¨ªticos. Algunos carteles en los que rezaba Munilla Alde Hemendik (Munilla fuera de aqu¨ª, en euskera) acompa?aron a los peregrinos en la subida. Un grupo de cuatro mujeres pegaba los folios en los parabrisas de los coches aparcados, minutos antes de que Munilla leyera su homil¨ªa, "Munilla tiene su particular iglesia. Es intransigente y hay que hacer algo de protesta. Somos gente normal, de ning¨²n colectivo, creyentes y no creyentes, no nos gusta como ha tratado a Joxe Arregi y es una forma de apoyarle", explic¨® una de ellas.