En castellano o catal¨¢n, hay que aprender
La necesidad de mejorar la escuela sigue eclipsada en catalu?a por la pol¨¦mica de la lengua, que distorsiona y oculta otros problemas
H¨¦ctor Garc¨ªa podr¨ªa representar el ¨¦xito pedag¨®gico catal¨¢n: de 26 a?os e hijo de padres nacidos en las cercan¨ªas de Bur¨®n, pueblo leon¨¦s de unos 400 habitantes, Garc¨ªa se considera un biling¨¹e satisfecho. Tras dos d¨¦cadas viviendo y trabajando en Barcelona, ninguno de los progenitores del joven -llegados a la ciudad cuando este ten¨ªa tres a?os- es capaz de mantener una conversaci¨®n de cinco minutos en catal¨¢n. El hijo, que habla castellano en casa as¨ª como con la mayor¨ªa de amigos y con su pareja, emplea su jornada laboral casi en exclusiva en catal¨¢n y lo domina con notable naturalidad. "En casa nunca nos cuestionamos la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica cuando iba al colegio, siempre la he visto como mi otra lengua. Si no dominara el catal¨¢n, probablemente no habr¨ªa encontrado este trabajo ni me sentir¨ªa tan en casa", se?ala.
Los partidos han empleado el auto judicial para excitar a su electorado
"La ideolog¨ªa impide debatir c¨®mo mejorar el modelo", dice un experto
Marina, por su parte, simboliza el reverso y la pol¨¦mica generada desde hace d¨¦cadas alrededor de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. Madre de una alumna de Primaria que pide no revelar su verdadero nombre para evitar que la tachen de "espa?olista", el pasado curso reclam¨® a la Generalitat que su hija recibiera m¨¢s horas de castellano. "No estoy en contra del catal¨¢n, quiero que lo aprenda y lo hable correctamente", asegura. "Pero me parece exagerado excluir totalmente al castellano", dice. El Gobierno catal¨¢n, como suele hacer en estos casos, le respondi¨® con la ley en la mano: la hija de Marina puede escoger lengua en los primeros a?os, pero a partir de los ocho a?os la lengua vehicular del sistema educativo de la comunidad es el catal¨¢n. "Es una desigualdad clara y no te dan ninguna alternativa. Encima algunos padres me miraban como si fuera fascista", lamenta.
Marina rechaza optar por la v¨ªa judicial para no armar m¨¢s revuelo y se resigna a que su hija biling¨¹e estudie b¨¢sicamente en catal¨¢n. Empleado en una agencia de viajes de aventura y turismo rural, Garc¨ªa, tambi¨¦n educado con el catal¨¢n como lengua vehicular y que estudi¨® castellano solo como asignatura, calcula que pasa un tercio del d¨ªa empleando el catal¨¢n y los otros dos tercios, el castellano. El ¨¦xito de integraci¨®n de Garc¨ªa -mayoritario- y la molestia de Marina por el exceso de celo en defender las clases en catal¨¢n -en casos puntuales: menos de una decena al a?o, precisan fuentes de la Generalitat- se repiten cada a?o en las escuelas de Catalu?a. En ambos casos, los alumnos adquieren capacidades similares en castellano y en catal¨¢n, al tiempo que un nivel similar a las nociones de castellano del resto de estudiantes del pa¨ªs. Pero el modelo biling¨¹e catal¨¢n sigue emple¨¢ndose m¨¢s como arma pol¨ªtica antes que revisarse desde una perspectiva pedag¨®gica. "Ambas posturas son comprensibles y deber¨ªan respetarse sin armar tanto revuelo pol¨ªtico. De alguna forma, el sistema catal¨¢n excluye al castellano como lengua docente", se?ala Albert Branchadell, ling¨¹ista y profesor de la Facultad de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. "Cursar alguna que otra materia en castellano no deber¨ªa perjudicar el biling¨¹ismo. Pero pol¨ªticamente no todos est¨¢n en condiciones de aceptarlo, asumirlo y aplicarlo", opina.
"M¨¢s de veinticinco a?os despu¨¦s la inmersi¨®n puede calificarse de ¨¦xito notable. Aunque las condiciones que la propiciaron ya no existen en muchas escuelas o son muy distintas", asume el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad de Girona, Ignasi Vila. "Pero no hay forma de debatir sobre c¨®mo actualizar el modelo", lamenta. "La pol¨ªtica lo inunda todo en una tem¨¢tica siempre sensible, pero especialmente en v¨ªsperas de elecciones generales", insiste Vila, uno de los padres del modelo de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en catal¨¢n.
Otra vez, este lunes arranca entre las turbulencias reabiertas a cuenta del litigio judicial de una familia de esa comunidad. Esta denunci¨® en 2005 la negativa de la Generalitat a impartir m¨¢s horas de castellano y que ahora ha recurrido la causa al Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC). La Secci¨®n Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de este ¨®rgano ha emitido un auto en el que fija un plazo de dos meses para reforzar la presencia del castellano en las aulas, en la medida qu¨¦ decida el Gobierno catal¨¢n, que a su vez ha recurrido el auto al tiempo que el presidente auton¨®mico, el convergente Artur Mas, clamaba al cielo con advertencias como "la lengua no se toca" o "no dejan de tocarnos las narices". En paralelo, el PP y Ciutadans reclamaban a la Generalitat "cumplir la ley" y se echaban las manos a la cabeza por "la persecuci¨®n del castellano en Catalu?a". Sendas soflamas excitaron el respectivo electorado de cada ideolog¨ªa mientras las formaciones pol¨ªticas de derecha e izquierda siguen recontando los votos que pueden arrastrar aludiendo a la causa ling¨¹¨ªstica. Pero ayer se conoci¨® una sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC, integrada por 24 magistrados, que avala el modelo de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica de la Generalitat. Los jueces consideran que el catal¨¢n es "el veh¨ªculo de expresi¨®n normal" en las actividades internas y externas de la escuela, lo que no comporta que haya de ser empleado "como lengua ¨²nica", ni que se exluya o se desconozca el castellano. La sentencia, que contiene un voto particular de siete jueces en contra, uno de ellos precisamente del presidente de la Secci¨®n Quinta, considera que si se pretende lograr el objetivo de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica, "es leg¨ªtimo que el catal¨¢n sea el centro de gravedad de ese modelo de biling¨¹ismo" y que se adopten "aquellas medidas encaminadas a potenciar el aprendizaje de dicha lengua (...) y sin que ello suponga la exclusi¨®n del castellano". La sentencia tiene su origen en un recurso contra un decreto de la Generalitat de 2008 que regula el segundo ciclo de infantil.
"Pero en catal¨¢n, castellano o ingl¨¦s, lo que preocupa a los educadores es como mejorar el nivel educativo", precisa Branchadell. Espa?a es el tercer pa¨ªs de Europa con mayor tasa de abandono escolar: el 32% de estudiantes deja de estudiar sin graduarse, al menos, en Bachillerato o FP. Catalu?a se apunta a la misma tendencia: cerca del 31% de j¨®venes de entre 18 y 24 a?os carece del t¨ªtulo de Bachillerato, cuando la media de la UE es del 14,4% y Bruselas se ha fijado el objetivo de reducirlo a menos del 10% en 2020. "C¨®mo para ponerse a discutir de si unas horas m¨¢s o unas horas menos", ironiza Branchadell. "No es una pol¨¦mica educativa, sino pol¨ªtica o judicial que desv¨ªa el inter¨¦s de lo importante", a?ade.
Esa pol¨¦mica recupera viejas controversias extrapedag¨®gicas que vuelven a planear sobre un modelo de probado ¨¦xito: ?puede el sistema jur¨ªdico espa?ol avalar un modelo que excluye el castellano como lengua vehicular en la escuela? S¨ª puede, Catalu?a lleva d¨¦cadas implantando un sistema avalado en su d¨ªa por la legalidad constitucional con positivos resultados pedag¨®gicos y de integraci¨®n social. ?Y puede, por otra parte, reestructurarse el modelo ling¨¹¨ªstico catal¨¢n en vista a nuevas realidades sociol¨®gicas que proyectan in¨¦ditos retos pedag¨®gicos como el de incorporar a una sociedad biling¨¹e una inmigraci¨®n ya no castellanohablante sino que vive en un entorno principalmente arab¨®fono; y el de preparar a un alumnado que cada vez debe alejarse de la desfasada perspectiva del biling¨¹ismo para volcarse en el llamado triling¨¹ismo ante la predominancia del ingl¨¦s? No, no se ha podido hasta ahora, al menos desde un enfoque rigurosamente pedag¨®gico.
"La inmersi¨®n, como el resto de modelos educativos, tiene sus l¨ªmites y requiere actualizaciones pong¨¢mosle cada cinco, diez a?os", asume Joaquim Arnau, experto en materia ling¨¹¨ªstica y miembro del Institut d'Estudis Catalans, la academia catalana de las ciencias y las letras. "Una ense?anza de calidad deber¨ªa configurar mejor el aprendizaje de las lenguas, especialmente del ingl¨¦s pero tambi¨¦n del castellano", se?ala. ?C¨®mo? "Uf, es un tema m¨¢s pol¨ªtico que educativo. Todos han hecho bandera del catal¨¢n en la escuela, a favor y en contra", lamenta. Este uso pol¨ªtico de la lengua en las aulas, parad¨®jicamente, enquista un modelo que debe afrontar nuevas realidades. "No es lo mismo una inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica para un castellanohablante que la de un ni?o que habla ¨¢rabe o mandar¨ªn", ilustra Vila.
"La inmersi¨®n no estaba concebida para esta inmigraci¨®n", asume Branchadell. Los resultados probablemente se noten, se?alan los expertos, que tambi¨¦n reclaman cambios en la misma l¨ªnea de los modelos educativos del resto del pa¨ªs. El 26% de los estudiantes extranjeros de la UE de entre 18 y 24 a?os ha abandonado el sistema escolar s¨®lo con un t¨ªtulo de primaria o han cursado parte de la secundaria o de la formaci¨®n profesional sin obtener el diploma correspondiente. Entre los nativos ese porcentaje se reduce al 12%, un efecto que a falta de datos oficiales los pedagogos estiman similar en Catalu?a, donde el alumnado inmigrante representa cerca del 15%. "Ninguna escuela de Catalu?a ni del resto de Espa?a puede permitirse esta carga", admite Branchadell.
Pero la necesidad de mejorar la escuela sigue eclipsada en Catalu?a por la pol¨¦mica de la lengua, que distorsiona y oculta el resto de problemas. "En algunos casos la inmersi¨®n en catal¨¢n es insostenible pero simplemente porque en muchos casos el profesorado no habla la lengua que emplean los ni?os, que a su vez no hablan castellano ni catal¨¢n. En algunas escuelas se hablan ya hasta ocho idiomas", retrata. "Que el sistema siga gravitando sobre el catal¨¢n, pero con una flexibilidad que supere la dicotom¨ªa catal¨¢n-castellano mientras las cifras de fracaso escolar aumentan. Ese es el problema".
Aulas pluriling¨¹es
- Las Islas Baleares combinan como lengua vehicular el castellano y el catal¨¢n, idioma en el que deben impartirse al menos el 50% de las asignaturas.
- Galicia asigna el mismo peso en las aulas al castellano y al gallego. Progresivamente, est¨¢ incorporando el ingl¨¦s de modo que se impartan un tercio de clases en cada lengua.
- En el Pa¨ªs Vasco existen tres v¨ªas: el primer modelo adopta el castellano como lengua vehicular con el euskera solo como asignatura; el segundo confiere mayor peso al euskera y solo imparte en castellano las matem¨¢ticas; el tercero asume como lengua vehicular el euskera y da el castellano solo como materia.
- Navarra divide el territorio en tres zonas, seg¨²n el mayor peso del castellano o el euskera incorporan un idioma u otro.
- La Comunidad Valenciana mantiene un sistema de tres v¨ªas: una con un tercio de valenciano, otro de castellano y una parte equivalente en lengua extranjera; otro ¨ªntegramente en valenciano excepto la asignatura de castellano; y un tercero con cuatro horas en castellano y el resto en valenciano o en idioma extranjero.
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