"Tuve miedo, no sab¨ªa qu¨¦ pasaba y no nos informaron de nada"

En Codolet, un peque?o pueblo de unos 700 habitantes rodeado de vi?edos, todos conocen a alguien que trabaja en el complejo nuclear. Situado a solo un kil¨®metro y medio de las instalaciones, el pueblo vive en gran medida de la actividad de Marcoule. Cada dos a?os, los vecinos de esta localidad del sur de Francia participan en simulacros para saber actuar en caso de accidente, lo que no impidi¨® que ayer algunos sintiesen miedo cuando sonaron las alarmas que avisaban a los trabajadores del complejo de que se hab¨ªa producido una explosi¨®n.

"Estaba en casa cuando o¨ª la sirena", explic¨® Melody Mary, de 28 a?os. La mujer, embarazada, cerr¨® todas las puertas y ventanas de su casa, una construcci¨®n unifamiliar situada frente a una peque?a plaza. Es lo que establece el protocolo de seguridad, que conocen todos los vecinos. Al o¨ªr las sirenas se asust¨®. "Llam¨¦ al colegio de mi hija para ir a buscarla, pero me dijeron que no pod¨ªa", explic¨®.

El Ayuntamiento no hizo sonar su alarma porque se descart¨® el peligro

"No entendieron que la se?al era para los empleados", dijo la ministra de Ecolog¨ªa

Tras el accidente, la direcci¨®n del centro reuni¨® a los ni?os en una sala grande y tapon¨® todas las entradas de aire. "Tuve miedo, no sab¨ªa qu¨¦ pasaba y no nos informaron de nada", se quej¨® Mary. Permaneci¨® cuatro horas encerrada en casa con su hermano, que intercambiaba informaci¨®n por Facebook con sus amigos sobre lo que contaban los medios de la explosi¨®n.

La ministra de Ecolog¨ªa francesa, Nathalie Kosciuscko-Morizet, que lleg¨® a las instalaciones alrededor de las cinco de la tarde, explic¨® que algunos vecinos se asustaron al o¨ªr las alarmas. "Sintieron p¨¢nico porque no entendieron que era solo una se?al para los trabajadores", explic¨®. El Ayuntamiento tiene su propio sistema de alarma en caso de emergencia, que salta cuando un accidente en el complejo nuclear entra?a riesgos para la salud de la poblaci¨®n. Ayer no sonaron porque las autoridades de seguridad nuclear francesas concluyeron que la poblaci¨®n de Codolet estaba fuera de peligro al no haberse producido fugas radiactivas.

Adem¨¢s del centro de residuos, en Marcoule hay tambi¨¦n un centro de investigaci¨®n y un centro de producci¨®n de combustible para centrales nucleares con ¨®xido de uranio y plutonio, explicaron varios mandos de la Autoridad de Seguridad Nuclear desplazados hasta el lugar. Este ¨²ltimo hubiese sido m¨¢s "sensible" a un accidente, seg¨²n la ministra.

Los empleados de Socodeil, la empresa responsable de Centraco (centro de tratamiento y condicionamiento de residuos de actividad d¨¦bil), fueron confinados tras el accidente y no salieron del complejo hasta la tarde. Robert De Palmas trabaja como fundidor en las instalaciones que sufrieron el incidente, al igual que el obrero fallecido a causa de la explosi¨®n. Ayer libraba. "Las condiciones de trabajo son buenas", explic¨®. "Aqu¨ª no habr¨ªa trabajo si no fuese por Marcoule", opin¨® el trabajador. Lo mismo piensa Edouard, que regenta un restaurante en el pueblo. "Cuando sonaron las alarmas cerramos todo y nos metimos dentro", explic¨®. "Luego hablamos con la alcald¨ªa y nos dijeron que no hab¨ªa ning¨²n problema, as¨ª que volvimos a abrir".

Al caer la noche, las calles empedradas de Codolet est¨¢n casi vac¨ªas. Algunas personas charlan, pero la mayor¨ªa se ha retirado ya a sus casas. Uno de los ¨²nicos locales abiertos es el restaurante de Roseline Sagne, que vive en Codolet desde hace 30 a?os. Sagne explica que no se puso nerviosa en ning¨²n momento. Se sabe el protocolo de seguridad de memoria, aunque no siempre lo sigue. Entre otras cosas, las autoridades recomiendan a los vecinos comprar pastillas de yodo para protegerse en caso de una fuga de radiactividad. "Hace a?os que no voy a comprarlas", afirm¨® la vecina.

Jean-Yves Caporal, camionero en paro, pas¨® el d¨ªa tranquilo. "No tuve miedo", explic¨®, "aunque si pasase algo los habitantes de Codolet ser¨ªamos los primeros en sufrir las consecuencias".