La acumulaci¨®n de datos econ¨®micos malos socava la reelecci¨®n de Obama

Una cascada de malos datos econ¨®micos, entre los que destaca el pron¨®stico de un ¨ªndice de paro en torno al 9% para todo el a?o 2012, cay¨® ayer como una bomba sobre las perspectivas de reelecci¨®n de Barack Obama, que esta semana recorre el pa¨ªs en busca de apoyo popular a su plan para revitalizar el crecimiento y combatir el desempleo. Ese plan fue ayer, por primera vez, radicalmente rechazado por la oposici¨®n republicana.

Pocas horas antes de que el presidente llegara a Ohio para "vender" a los ciudadanos sus propuestas, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el ¨®rgano independiente m¨¢s respetado en materia econ¨®mica, present¨® su c¨¢lculo de que el crecimiento previsto para este a?o ser¨¢ del 1,5%, y del 2,5% para el pr¨®ximo a?o, ambas cifras por debajo de las perspectivas anteriores. Como consecuencia, el paro se mantendr¨¢ "cerca del 9% hasta finales de 2012", dijo el director de la CBO, Douglas Elmendorf.

La Oficina de Presupuesto prev¨¦ un desempleo del 9% para 2012

El ¨ªndice de pobreza ha crecido este a?o por tercera vez consecutiva

Casi simult¨¢neamente, la Oficina del Censo actualiz¨® sus datos de 2009 y concluy¨® que el ¨ªndice de pobreza ha crecido este a?o, por tercera vez consecutiva, hasta el 15,1% de la poblaci¨®n, lo que confirma el efecto demoledor que est¨¢ teniendo la crisis provocada por el desastre financiero de 2008.

M¨¢s de 46 millones de norteamericanos est¨¢n ya por debajo del l¨ªmite de pobreza, establecido en unos ingresos de 22.300 d¨®lares (16.000 euros) anuales para una familia de cuatro miembros. Cerca de 50 millones de ciudadanos de este pa¨ªs carecen de seguro m¨¦dico, puesto que los principales apartados de la reforma sanitaria firmada por Obama no entrar¨¢n en vigor hasta 2014. El ingreso familiar medio de los estadounidenses ha descendido hasta los 49.445 d¨®lares anuales, un 2,3% menos que en 2009.

Todas estas cifras, aun siendo tan adversas, pueden respaldar la necesidad de aplicar algunas de las medidas propuestas por la Casa Blanca, especialmente su reforma sanitaria, que todos los candidatos republicanos han prometido abolir si obtienen la victoria el a?o pr¨®ximo.

Mucho m¨¢s inquietante resulta para Obama el pron¨®stico de la CBO. Ning¨²n presidente ha sido reelegido en los ¨²ltimos 60 a?os con niveles de paro por encima del 6%, con excepci¨®n de Ronald Reagan, que gan¨® las elecciones con un 7% de desempleo, pero despu¨¦s de haberlo rebajado tres puntos a lo largo de su primer mandato.

Obama es consciente del enorme reto que esto representa para ¨¦l, y por esa raz¨®n est¨¢ embarcado en una campa?a para llevar a cada rinc¨®n del pa¨ªs el proyecto de ley contra el paro que la semana pasada anunci¨® en un discurso ante el Congreso y que el lunes pasado tramit¨® de forma oficial. Esa ley prev¨¦ un gasto de m¨¢s de 450.000 millones de d¨®lares -en reducciones de impuestos a la clase media e inversiones p¨²blicas en infraestructuras- para estimular la econom¨ªa.

Los republicanos, que hasta ahora hab¨ªan dejado la puerta abierta a negociar algunos apartados del proyecto, rechazaron ayer rotundamente el m¨¦todo propuesto por la Casa Blanca para pagar por esa ley: un aumento de impuestos a los ricos.

En su presentaci¨®n formal en el Capitolio, la Casa Blanca detall¨® que la ley contra el paro ser¨¢ financiada con la eliminaci¨®n de las ventajas fiscales de las que gozan las familias con ingresos superiores a los 250.000 d¨®lares anuales, las compa?¨ªas de petr¨®leo, los ejecutivos de las firmas de fondos de inversi¨®n y los propietarios de aviones privados de empresa, que pagan menos impuestos que las compa?¨ªas a¨¦reas. Todos ellos se benefician ahora de una reducci¨®n aplicada durante la Administraci¨®n de George Bush que Obama quiere eliminar a final de este a?o.

Ese prop¨®sito est¨¢ "descartado de antemano" por la oposici¨®n, seg¨²n declar¨® ayer el l¨ªder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien advirti¨® de que no existe ninguna posibilidad de que el Congreso tome en consideraci¨®n el plan del presidente, al que se opondr¨¢n tambi¨¦n, seg¨²n ¨¦l, muchos dem¨®cratas.