Obama propone un nuevo impuesto para los millonarios

El Gobierno de Barack Obama propondr¨¢ hoy un nuevo impuesto para los ingresos individuales por encima de un mill¨®n de d¨®lares anuales, en lo que constituye sobre todo un intento de redibujar su perfil pol¨ªtico para la pr¨®xima contienda electoral, puesto que las posibilidades de que esta iniciativa se convierta en ley y llegue a ser aplicada son m¨ªnimas en la actual legislatura.

Esta propuesta, que ser¨¢ conocida como regla Buffett, en alusi¨®n al multimillonario Warren Buffett, quien hace pocas semanas afirm¨® que pagaba menos impuestos que la mayor¨ªa de sus empleados, forma parte de una ofensiva de Obama en las ¨²ltimas semanas para recuperar popularidad e insuflar energ¨ªas a una base de izquierdas que, decepcionada, comenzaba a abandonarle. El lunes pasado present¨® al Congreso un plan de 450.000 millones de d¨®lares para crear empleo, que ser¨ªa financiado, seg¨²n la Casa Blanca, con otros impuestos a los ingresos superiores a los 250.000 d¨®lares anuales por familia, a las exploraciones de la industria petrolera y a los aviones privados de las empresas.

Uno de los principales l¨ªderes republicanos en el Congreso, Paul Ryan, acus¨® ayer al presidente de querer resucitar "una lucha de clases, que puede que funcione bien pol¨ªticamente pero, econ¨®micamente, es un desastre". Para la oposici¨®n, que controla la C¨¢mara de Representantes, una subida de impuestos de esa naturaleza est¨¢ fuera de consideraci¨®n.

La Casa Blanca no ha precisado a¨²n cu¨¢l ser¨¢ esa tasa Buffett ni cu¨¢nto espera recaudar con ella. El objetivo formal es el de compensar las ventajas fiscales que los millonarios encuentran en el actual sistema. El tipo m¨¢ximo en Estados Unidos es del 35%, pero eso se aplica sobre todo a quienes cobran buenos salarios por n¨®mina, puesto que la mayor¨ªa de los ricos cotizan por beneficios del capital, rendimiento de acciones y otros conceptos que gozan de exenciones. Buffett dijo que ¨¦l, que posee una de las mayores fortunas del pa¨ªs, pagaba una media del 15% de impuestos. Algunos economistas han puesto en duda ese c¨¢lculo. El n¨²mero de personas que declaran ingresos superiores al mill¨®n de d¨®lares anuales no llega a los 450.000.

Aunque esa nueva tasa no tuviera una repercusi¨®n significativa sobre el presupuesto nacional, s¨ª puede ser un gran argumento para el presidente en un momento en el que se acaba de abrir una dif¨ªcil negociaci¨®n sobre la reducci¨®n del d¨¦ficit. Este verano, como consecuencia de la crisis sobre la elevaci¨®n del techo de deuda, dem¨®cratas y republicanos decidieron constituir una comisi¨®n bipartidista que intentar¨¢ reducir el d¨¦ficit de forma consensuada pero que posee autoridad para hacerlo de forma obligatoria si no se llega a un acuerdo antes de final de a?o. Obama sabe, por tanto, que tendr¨¢ que hacer serias concesiones en esa comisi¨®n, incluida, muy probablemente, la reducci¨®n de algunos de los programas sociales m¨¢s beneficiosos para los pobres en el sistema de Seguridad Social, Medicare y Medicaid. El presidente intenta compensar esos recortes con un mayor sacrificio de parte de los m¨¢s ricos.

De esa manera, cuando su reelecci¨®n est¨¢ m¨¢s en peligro que nunca, Obama puede incluir en su campa?a, que ya est¨¢ de hecho en marcha, un mensaje de responsabilidad en la reducci¨®n del d¨¦ficit y la deuda, sin permitir que todo el peso de ese esfuerzo recaiga sobre los m¨¢s d¨¦biles. Al mismo tiempo, deja a los republicanos en la inc¨®moda situaci¨®n de defender a los ricos y de explicar a los ciudadanos c¨®mo se compadece su preocupaci¨®n con el d¨¦ficit con su resistencia a que paguen m¨¢s quienes est¨¢n en condici¨®n de hacerlo.

Todo esto ser¨¢ motivo de una larga batalla este oto?o durante la elaboraci¨®n del presupuesto y se convertir¨¢ despu¨¦s en los argumentos principales de cada partido ante las elecciones de noviembre de 2012.