Los profesores con m¨¢s experiencia podr¨¢n ejercer hasta los 75 a?os
Educaci¨®n prepara una norma para la permanencia de docentes con "m¨¦ritos excepcionales" - Los sindicatos creen que se abre la puerta a casi todos
Los profesores universitarios que cumplan una serie de requisitos de m¨¦ritos docentes y de investigaci¨®n podr¨¢n jubilarse a los 75 a?os en lugar de a los 70, seg¨²n el real decreto que prepara el Ministerio de Educaci¨®n, a cuyo borrador ha tenido acceso este peri¨®dico. Los docentes que quieran hacerlo han de sumar nueve reconocimientos entre m¨¦ritos docentes (quinquenios) y de investigaci¨®n (sexenios). Los profesores de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) tambi¨¦n podr¨¢n acogerse a este retraso voluntario del retiro, aunque los criterios para conced¨¦rselo son un poco m¨¢s exigentes: 12 menciones de m¨¦ritos de investigaci¨®n.
El Ministerio de Educaci¨®n dijo ayer que no va a comentar el proyecto en esta fase; se trata del primer borrador. Simplemente explic¨® que est¨¢n desarrollando una enmienda introducida por CiU en la Ley de Acompa?amiento de Ley de Econom¨ªa Sostenible aprobada el pasado mes de marzo. El mandato era ponerlo en marcha en seis meses. Sin embargo, queda muy poco plazo para lograr su aprobaci¨®n, a dos meses de las elecciones. Para empezar, los sindicatos est¨¢n en contra. Creen que los m¨¦ritos que se piden no son realmente excepcionales, sino que abren la puerta "a casi todo el que lo desee" a jubilarse a los 75, lo que crear¨ªa un tap¨®n generacional en una universidad ya envejecida: la edad media de los catedr¨¢ticos es de 56 a?os. Mientras el ministerio calcula que ser¨ªan unos 180 los que, con esos requisitos, podr¨ªan acogerse ahora mismo a la prolongaci¨®n, los sindicatos calculan unos 1.000. Hay 4.400 docentes de m¨¢s 65 a?os, seg¨²n las ¨²ltimas cifras del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, de 2009. Adem¨¢s, los sindicatos creen que costar¨¢ m¨¢s dinero a la universidad en tiempos de crisis, pues esos docentes senior cobran los sueldos m¨¢s altos. "En unos momentos de grandes recortes en la financiaci¨®n [...] es dif¨ªcilmente explicable", "ya que lo que impl¨ªcitamente se est¨¢ proponiendo es una prolongaci¨®n de la jubilaci¨®n hasta los 75 a?os para casi todo el que desee acogerse a ella", dicen en un comunicado conjunto CC OO y UGT.
Se exigir¨¢n nueve periodos de m¨¦ritos en la ense?anza y en investigaci¨®n
Los cient¨ªficos del CSIC tambi¨¦n podr¨¢n retrasar su retiro
No todos lo ven as¨ª. El retiro a los 75 "es una opci¨®n interesante para algunos que realmente tengan algo que decir (lo que no es muy mayoritario). Cualquier edad puede ser buena para ciertas actividades. Es cierto que se pierden algunas facultades pero la sabidur¨ªa se puede incrementar y eso puede ser muy ¨²til", asegura el experto en universidades y profesor reci¨¦n jubilado Jos¨¦ Gin¨¦s Mora.
Hasta ahora, para los profesores de m¨¢s de 70 que tuvieran suficientes m¨¦ritos la ¨²nica opci¨®n era convertirse en em¨¦rito (la universidad decide si alguien lo merece). Sin embargo, su n¨²mero no puede sobrepasar el 3% de la plantilla (con la nueva regulaci¨®n no habr¨ªa l¨ªmite). Hay 426 em¨¦ritos en toda Espa?a. Adem¨¢s, las condiciones de los em¨¦ritos ya no son de profesores funcionarios, sino la de contratados en funci¨®n del trabajo concreto que realicen. Ese trabajo, que suele circunscribirse a seminarios y algunas clases de doctorado, no puede incluir los cargos de responsabilidad, como director de departamento, por ejemplo, o director de proyectos de investigaci¨®n. Mientras prolongar la actividad por la nueva v¨ªa "conllevar¨¢ asumir las obligaciones que de ordinario conforman las obligaciones como personal docente e investigador cumpliendo las funciones normales de todo docente e investigador".
El director de la C¨¢tedra Unesco de Pol¨ªtica Universitaria de la Polit¨¦cnica de Madrid, Francisco Michavila, cree que quiz¨¢ la mitad de los docentes podr¨ªan acogerse a esta posibilidad, aunque puede variar mucho seg¨²n las especialidades. En cualquier caso, no le parece una buena idea -ni econ¨®mica ni acad¨¦micamente- a no ser que se flexibilicen las posibilidades de trabajo de estos profesores mayores, pues quiz¨¢ no tiene sentido que cumplan todas las tareas. El borrador dice que el objetivo es facilitar "la prolongaci¨®n voluntaria del servicio activo de los funcionarios pertenecientes a los cuerpos docentes universitarios y profesores de investigaci¨®n del CSIC, una vez alcanzada la edad de jubilaci¨®n forzosa". Los profesores universitarios pueden jubilarse voluntariamente a los 65 a?os y han de hacerlo obligatoriamente a los 70. As¨ª, el docente que lo desee podr¨¢ remitir al rector de su universidad la petici¨®n para continuar trabajando hasta los 75 a?os. Antes de ese l¨ªmite, el profesor podr¨¢ dejarlo si as¨ª lo desea. En cualquier caso, la situaci¨®n deber¨¢ renovarse cada a?o.
Para que al profesor le sea concedida la pr¨®rroga, este deber¨¢ sumar nueve periodos de m¨¦ritos docentes y de investigaci¨®n. Los m¨¦ritos por ense?anza se conceden cada cinco a?os.
Seg¨²n fuentes universitarias, hasta hace poco se conced¨ªan casi de forma autom¨¢tica, por lo que es de suponer que la inmensa mayor¨ªa de los docentes de 70 a?os tengan el m¨¢ximo, es decir, seis. As¨ª, les har¨ªan falta tres periodos de m¨¦ritos de investigaci¨®n para completar los requisitos. Estos se adquieren cada seis a?os. Su evaluaci¨®n siempre ha sido m¨¢s rigurosa, pero tambi¨¦n es muy probable que buena parte de los profesores mayores tengan al menos esos tres periodos de investigaci¨®n. "El 68,2% de los catedr¨¢ticos de universidad tienen tres o m¨¢s sexenios", dice la estad¨ªstica oficial del Ministerio de Educaci¨®n del curso 2010-2011.
Campus que envejecen
En los ¨²ltimos a?os, antes de la crisis econ¨®mica, muchas universidades p¨²blicas espa?olas empezaron a preocuparse por el cambio generacional de su profesorado e iniciaron planes de jubilaci¨®n anticipada. Los responsables ten¨ªan mucho cuidado de que no pareciera que rechazaban la experiencia y la sabidur¨ªa de los mayores, pero les preocupaba que se estuviera produciendo una especie de tap¨®n generacional.
Por ejemplo, a principios del siglo XXI, el 6,9% de los profesores de las universidades p¨²blicas espa?olas ten¨ªan m¨¢s de 60 a?os; en 2007, eran el 10,5%; y en 2010 ya alcanzaban el 12,44%, seg¨²n los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. En el lado contrario de la pir¨¢mide de edad, el porcentaje de los menores de 35 a?os se ha reducido en ese periodo desde el 21% al 15%.
El equilibrio entre la experiencia y la renovaci¨®n nunca ha sido f¨¢cil. Mientras algunos defienden con u?as y dientes que el trabajo intelectual no tiene edad, otros reclaman la necesidad de la frescura que aportan los j¨®venes, sobre todo en mitad de un proceso de cambio como el que afronta la Universidad en estos momentos. El a?o pasado se complet¨® la reforma europea que, entre otras cosas, requiere otra forma de ense?ar, con menos clases magistrales, m¨¢s tutor¨ªas y trabajos dirigidos. Un informe del Consejo de Coordinaci¨®n Universitaria preve¨ªa ya en 2006 que el cambio encontrar¨ªa dificultades, entre otras cosas, en "una edad media alta", en medio de un ambiente de "inercia y miedo al cambio".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.