El Madrid se agobia solo
El equipo se muestra incapaz de rematar al d¨¦bil Dinamo y acaba con 10 por expulsi¨®n de Marcelo
El Madrid no supo administrar el bal¨®n con el criterio debido ante el Dinamo, un equipo menor que sobrevivi¨® sostenido por su portero. As¨ª empezaron sus dificultades, que se agravaron cuando Marcelo simul¨® una falta en el ¨¢rea rival y se hizo expulsar por doble amonestaci¨®n. Lo que se anunciaba como una velada tranquila acab¨® convirti¨¦ndose en un ejercicio defensivo apresurado.
La Liga de Campeones acoge a equipos limitados y el Dinamo de Zagreb es uno de ellos. Si ya era pobre al completo, las bajas de sus defensas m¨¢s experimentados, Cufr¨¦ y Simunic, hicieron que se presentase en los huesos. Frente al Madrid necesit¨® m¨¢s que nunca cerrar filas, juntar coraje y aferrarse a sus caudillos. As¨ª sali¨® en la primera parte, achicando el campo hacia atr¨¢s y presentando batalla en su terreno. La estrechez en la que se disput¨® la primera media hora de partido entorpeci¨® la circulaci¨®n del bal¨®n en ambos bandos. El juego deriv¨® hacia el roce, los balones divididos y las imprecisiones. El Madrid no consigui¨® hilar los pases sin encontrarse con las cuadrillas de sus oponentes, generosos en el reparto de tareas defensivas, casi siempre puntuales en las ayudas a su zaga y ambiciosos en los contragolpes. Calello, Badelj y Kovacic constituyeron una verdadera l¨ªnea de suministros para su sufriente equipo. Cuando recuperaron el bal¨®n afrontaron la situaci¨®n con esp¨ªritu emprendedor: buscaron el espacio que se abr¨ªa entre Casillas y su defensa. Y la primera v¨ªa en la que se aventuraron fue el carril derecho, con pases largos a Tomecak para que sorprendiera a Marcelo.
DINAMO DE ZAGREB 0 - REAL MADRID 1
Dinamo de Zagreb: Kelava; Leko, Vida, Tonel, Iba?ez; Calello (Situm, m. 86), Badelj; Tomecak, Sammir,Kovacic (Pokrivac, m. 62); y Rukavina (Begiraj, m. 75). No utilizados: Loncaric; Puljic, Morales y Krstanovic.
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Coentr?o; Di Mar¨ªa (Lass, m. 78), ?zil (Higua¨ªn, m. 78), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Arbeloa, m. 81). No utilizados: Ad¨¢n; Varane, Khedira y Callej¨®n.
Gol: 0-1. M. 53. Remate de Di Mar¨ªa a pase de Marcelo.
?rbitro: Oddvar Moen (Noruega). Expuls¨® a Marcelo por doble amarilla (m. 63). Tambi¨¦n amonest¨® a Leko, Pokrivac y Pepe.
Unos 38.000 espectadores en el Maksimir.
La conexi¨®n de Kovacic, un interior de 17 a?os, Badelj, el medio centro, y Sammir, la figura del equipo, exigi¨® la m¨¢xima atenci¨®n defensiva del Madrid, que adelant¨® l¨ªneas para operar en territorio del rival. Pepe y Carvalho, impecables toda la noche, avanzaron hasta el c¨ªrculo central y dirigieron una presi¨®n eficaz. El Dinamo dio un paso atr¨¢s y precipit¨® sus problemas. Un robo de Ramos propici¨® el primer tiro del Madrid. Fue de Benzema y peg¨® en el larguero. El Dinamo respondi¨® con pases de Badelj a Sammir, o con balones largos a Rukavina, para que corriera. Las carencias t¨¦cnicas de Rukavina quedaron expuestas en la mejor ocasi¨®n del Dinamo, un mano a mano con Casillas que gan¨® el portero.
Mientras que Benzema y Cristiano exhibieron la sincron¨ªa de movimientos que les caracteriza ¨²ltimamente, y que descoloca seriamente a los defensas, la precipitaci¨®n de Di Mar¨ªa en los traslados a?adi¨® dificultades al Madrid para encontrar posiciones limpias desde donde batir a Kelava. No las encontr¨® con facilidad y Kelava se encarg¨® de desbaratar. El croata demostr¨® la mezcla de frialdad y elasticidad que hacen grandes a los porteros. Tras un serpenteo de Benzema entre tres defensas, Di Mar¨ªa y ?zil lo pusieron a prueba en un doble remate que el portero despej¨® a c¨®rner. As¨ª acab¨® la segunda parte. Con el Madrid volcado y el Dinamo achicando agua alrededor de Kelava.
Di Mar¨ªa irrumpiendo desde la derecha apuntill¨® un avance masivo del Madrid, que empez¨® por un desborde de Cristiano por la izquierda, sigui¨® con un toque a Benzema y pas¨® por Marcelo, acompa?ando por el medio, antes de acabar en el pie zurdo del extremo argentino. La maniobra fue demasiado para la resistencia del Dinamo, que atraves¨® momentos de crisis. Kelava se encarg¨® de aguantar. Le remat¨® Cristiano un par de veces, y Coentrao en un remate mordido. Pero el hombre siempre puso el guante a tiempo.
El partido estaba maduro para la goleada pero el Madrid acab¨® complic¨¢ndose la vida. Lejos de alentar la b¨²squeda del segundo gol, Karanka se apresur¨® a preservar la ventaja: meti¨® a Arbeloa en el lateral izquierdo y recuper¨® a Lass para situar a tres medios por delante de la defensa. Del otro lado, los croatas se animaron a buscar un poco de gloria: Vida comenz¨® a salir con aplomo, Badelj se adue?¨® del medio campo y Pokrivac se multiplic¨® para frustrar las posesiones madridistas. S¨®lo la pericia de Pepe y Carvalho para desactivar los peligros permiti¨® al Madrid salir de Zagreb con los tres puntos.
Tres partidos, mismo once
"Depender¨¢ del partido y de las situaciones", contest¨® Jos¨¦ Mourinho el s¨¢bado cuando, despu¨¦s del partido contra el Getafe, le preguntaron si ten¨ªa pensado hacer rotaciones ante el duelo de Champions y a los cuatro partidos que disputar¨¢ el Madrid en los pr¨®ximos 15 d¨ªas. Finalmente, el t¨¦cnico portugu¨¦s no rot¨®. Es m¨¢s, anoche contra el Dinamo de Zagreb repiti¨® por tercera vez el mismo once. Con ese equipo debut¨® en Liga contra el Zaragoza y derrot¨® al Getafe el s¨¢bado. A pesar de la presencia de Lass en la lista y de la recuperaci¨®n de Khedira, Mourinho opt¨® de nuevo por Coentr?o como pareja de Xabi en la medular. Benzema sigue siendo fijo en punta. Lo mismo que sus escuderos Di Mar¨ªa, ?zil y Cristiano. Se?al de que el t¨¦cnico ha encontrado su equipo base. El curso pasado, en los tres primeros partidos no repiti¨® once ni una sola vez.
A cada partido, adem¨¢s, se suma un goleador nuevo. Di Mar¨ªa se estren¨® anoche. Marc¨® su primer gol de la temporada. Lo vieron desde la grada Granero y Albiol, los dos descartados, y el propio Mourinho. Sancionado por la UEFA por denunciar una presunta trama arbitral contra el Madrid, el portugu¨¦s opt¨® por desplazarse al estadio -en la vuelta de la semifinal de Liga de Campeones contra el Bar?a en mayo se qued¨® en el hotel- y sentarse en uno de los palcos. Escondido detr¨¢s de una gorra y acompa?ado por dos personas de seguridad, no dej¨® de tomar notas durante todo el encuentro.
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