Salas vac¨ªas a la espera de cinco siglos

Los madrile?os se han acostumbrado a ver su enorme port¨®n de madera cerrado y sus muros rodeados por vallas y tablones. El Museo de Historia de la Ciudad, en la calle Fuencarral, permanece desde hace nueve a?os en obras y a¨²n no tiene una fecha concreta para su reapertura. Las reformas para ampliar el espacio expositivo y rehabilitar el edificio hist¨®rico tienen un presupuesto de 19 millones de euros, seg¨²n fuentes del Ayuntamiento de Madrid, y con ellas se pretende ganar 2.000 metros cuadrados de espacio.

En estos nueve a?os las obras han provocado el exilio de los fondos del museo, que alberga la historia de la capital desde el siglo XVI hasta la actualidad, que se han mantenido en zonas seguras del edificio y en el centro de apoyo a los museos del Cuartel del Conde Duque. En total se estima que son unos 60.000 piezas. Este largo proceso de rehabilitaci¨®n ha hecho que las oficinas, primera parte terminada hace tres a?os, se hayan convertido en galer¨ªas de arte improvisadas. De sus paredes y de las de la biblioteca de investigadores cuelgan obras de pintores relacionados con Madrid, incluso una Alegor¨ªa de Madrid de Goya. Tambi¨¦n hay espejos venecianos y recargados relojes de pie con remates dorados junto a las mesas de los trabajadores del centro. Una planta m¨¢s arriba se custodian en dos salas la colecci¨®n de dibujos y grabados del museo y la de porcelanas. "No exageramos al decir que es la mejor colecci¨®n de porcelana de la f¨¢brica del Buen Retiro despu¨¦s de la del Arqueol¨®gico Nacional", explica Juan Jos¨¦ Echeverr¨ªa, coordinador general de Infraestructuras Culturales del Ayuntamiento de Madrid. Echeverr¨ªa cifra los fondos cer¨¢micos en 20.000 y valora la importancia de estas porcelanas, ya que "los ingleses, cuando se fueron de Madrid, destrozaron hasta los desag¨¹es de la f¨¢brica para que no se pudiera recuperar la f¨®rmula de la porcelana del Buen Retiro".

La instituci¨®n custodia una de las mejores colecciones de porcelana

El museo se presenta desangelado. Las obras han permitido dar forma a espacios modernos y a estrenar en las cuatro plantas y han puesto en valor el patio trasero con la reci¨¦n restaurada fuente de La Fama, que se convertir¨¢ en un patio lapidario con diferentes restos arqueol¨®gicos expuestos. Sin embargo, las paredes est¨¢n hu¨¦rfanas de obras, ya que a¨²n est¨¢n en el proceso de planificaci¨®n de la museograf¨ªa. En una de las salas est¨¢ cubierta por pl¨¢sticos y sobre el suelo la joya del museo: la maqueta de Madrid de Le¨®n Gil de Palacio, una recreaci¨®n de la ciudad en relieve de 1830. Solo la exposici¨®n temporal, en la planta baja, est¨¢ abierta al p¨²blico.

A pesar de que en verano de 2010 el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, visit¨® el centro ante la finalizaci¨®n de las obras, el museo permanece a la espera. Las causas del retraso, seg¨²n Echeverr¨ªa, son "la complejidad de las obras, la falta de dinero y las excavaciones arqueol¨®gicas", durante las cuales se encontr¨® una antigua noria perteneciente a los pozos de nieve que surt¨ªan de hielo a la zona.

A finales de a?o se espera abrir la zona de acogida, que se sit¨²a en el patio interior, que se ha reformado y techado. Para la apertura de la primera fase -la muestra del siglo XVI- habr¨¢ que esperar hasta 2012, y para la segunda, a 2013. Sin embargo, Echeverr¨ªa duda de los plazos por las dificultades con el presupuesto. "En 2005 pusimos en marcha el Plan Director de Museos y se empezaron a hacer las obras en todos los museos a la vez, porque en aquel momento cre¨ªamos que se pod¨ªa", lamenta. Ahora, el Ayuntamiento se plantea buscar financiaci¨®n en el llamado 1% cultural, el plan que puso en marcha el Gobierno por el que el Estado aporta un 1% del presupuesto de obras p¨²blicas a la rehabilitaci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico. "Buscaremos dinero ah¨ª, ya que hasta ahora no han ayudado mucho a Madrid", explica. Mientras tanto, queda a la vista la hermosa fachada barroca de Ribera que da a la calle de Fuencarral. A¨²n se est¨¢n realizando obras para vallar el recinto con una reja sobria que evite "el amor al graffiti de los chicos de este barrio", seg¨²n Echeverr¨ªa. La restauraci¨®n de Concha Cirujano ha devuelto a la portada de piedra el esplendor de la ¨¦poca y ha permitido abrir dos vanos que se han cubierto con alabastro para que d¨¦ luz al interior.