Joaqu¨ªn Costa, m¨¢s que una calle
Una exposici¨®n en la Biblioteca Nacional y una serie de conferencias en el Ateneo conmemoran el centenario de la muerte del pensador aragon¨¦s
Dice Ignacio Peir¨® Mart¨ªn, profesor titular de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Zaragoza, que de Joaqu¨ªn Costa (Huesca, 1846-1911) en Madrid "se sabe que es el nombre de una calle y de un colegio y poco m¨¢s". Lo dec¨ªa ayer, mientras recorr¨ªa la exposici¨®n Joaqu¨ªn Costa. El fabricante de ideas, que se abre hoy al p¨²blico en la Biblioteca Nacional y de la que ¨¦l es comisario junto al periodista Rafael Bardaj¨ª P¨¦rez.
El motivo de esta muestra, junto a las numerosas conferencias que se han sucedido y que concluyen hoy en el Ateneo de Madrid -con la conferencia Del folclore a la pol¨ªtica: Joaqu¨ªn Costa: Tratado de pol¨ªtica sacado textualmente del refranero, a cargo de Isabel Alfonso-, es que se cumplen cien a?os de la muerte de este pensador y activista pol¨ªtico del siglo XIX. Y son precisamente esos dos sitios, la Biblioteca Nacional y el Ateneo, los que conformaron su paisaje durante su madurez.
El historiador fue muy activo en la defensa de reformas pol¨ªticas
Lo de los paisajes no es un asunto balad¨ª, en opini¨®n de Peir¨® Mart¨ªn. De hecho, la exposici¨®n arranca con aquellos (Graus, Ayerbe, los Mallos de Riglos, las orillas del ?sera, Zaragoza, Madrid...) "que configuraron a la persona y al personaje" que fue Joaqu¨ªn Costa. Un tipo en permanente ebullici¨®n, "un hombre cabreado con el sistema con un honesto af¨¢n por transformar el pa¨ªs con una visi¨®n muy europea", a?ade Bardaj¨ª.
"Lo primero que Espa?a necesita es mudar de cabeza: cuesti¨®n de pedagog¨ªa intensiva, de nutrici¨®n abundante y de selecci¨®n", es una de las m¨¢s famosas frases de Costa que aparece reflejada en la exposici¨®n. Porque en su avidez de estudio y en su casi compulsiva producci¨®n escrita ("dejaba constancia de todas sus impresiones") Costa era un ferviente defensor de la escuela p¨²blica, abierta y sin dogmas, como buen miembro de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza que fue cuando en la Espa?a de la Restauraci¨®n hab¨ªa cerca de un 80% de poblaci¨®n analfabeta. Fue quiz¨¢ uno de los primeros ecologistas, defensor ac¨¦rrimo de las pol¨ªticas hidr¨¢ulicas y precursor del colectivismo agrario. Un cr¨ªtico despiadado de la corrupci¨®n pol¨ªtica: desde el Ateneo, Costa realiz¨® su gran encuesta, con la colaboraci¨®n de muchas grandes figuras de la cultura y la sociedad espa?olas (de Miguel de Unamuno a Emilia Pardo Baz¨¢n), para redactar uno de sus t¨ªtulos cl¨¢sicos: Oligarqu¨ªa y caciquismo como la forma actual de gobierno en Espa?a: urgencia y modo de cambiarla (1901), una tremenda e informada denuncia de la corrupci¨®n del sistema pol¨ªtico canovista que supuso la marginaci¨®n de Costa de los centros pol¨ªticos del sistema. Y fue tambi¨¦n un exportador e importador de conocimientos, sin ir m¨¢s lejos se trajo de Par¨ªs los planos de la primera bicicleta que se fabricar¨ªa en Espa?a, concretamente en Zaragoza...
"Si Costa levantara la cabeza, probablemente se sentir¨ªa orgulloso de lo que ha avanzado el pa¨ªs, aunque inmediatamente despu¨¦s har¨ªa una lectura culpatoria de la situaci¨®n actual y responsabilizar¨ªa a los pol¨ªticos e, inmediatamente, pasar¨ªa a la acci¨®n, tendr¨ªa su programa pero probablemente no tendr¨ªa un partido pol¨ªtico que lo refrendara", comenta Peir¨®. De hecho, ya en 1903, posiblemente resignado porque nunca conseguir¨ªa organizar un partido de intelectuales, se present¨® a las elecciones con los republicanos (Uni¨®n Republicana), y consigui¨® un acta de diputado. Hay quienes, como Bardaj¨ª, dicen que "la rechaz¨®, en un gesto radical de cr¨ªtica al sistema". Y otros que entienden que la enfermedad escler¨®tica que le atenaz¨® desde los 21 a?os le impidi¨® ocupar el esca?o. Historiadores tiene la historia.
Pero lo que se trasluce a trav¨¦s de las voces de los comisarios de esta muestra, que permanecer¨¢ abierta hasta el mes de noviembre, es que hoy Joaqu¨ªn Costa ser¨ªa una especie de indignado culto y cultivado. "Y estar¨ªa conectado a todas las redes sociales para empaparse del sentir social y plantear sus iniciativas de cambio", comenta Bardaj¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.