Supers¨®nico Navarro
El capit¨¢n espa?ol tumba a Macedonia y da el pase a la final ante Francia y el billete para los Juegos
El maravilloso pulso de dos equipos que se batieron a cara descubierta lo decidi¨® Navarro, un implacable ejecutor que transmiti¨® el efecto de batirse en otra dimensi¨®n. De una tacada, certific¨® el pase de Espa?a a la final y el billete para los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres en 2012. El aceler¨®n del capit¨¢n espa?ol desequilibr¨® un intercambio de golpes estremecedor, tan angustioso para Espa?a como esperanzador para Macedonia, una selecci¨®n que dignifica el juego, que vendi¨® cara su piel sin renunciar nunca al valiente ejercicio de discutirle de t¨² a t¨² a un gigante de este deporte, a un equipo con toneladas de talento y experiencia, que defiende el t¨ªtulo y que suma seis finales en sus nueve ¨²ltimas competiciones. Su rival ma?ana (20.00) ser¨¢ Francia, que venci¨® a Rusia (79-71).
ESPA?A, 92 - MACEDONIA, 80
Espa?a (26+18+27+21): Calder¨®n (3), Navarro (35), Rudy (2), Pau Gasol (22) y Marc Gasol (11) -equipo inicial-, Ricky (5), Llull (3) e Ibaka (11).
Macedonia (18+27+17+18): Ilievski (15), McCalebb (25), V. Stojanovski (6), Antic (17) y Samarziski (12) -equipo inicial-, Sokolov, D. Stojanovski (3) y Chekovski (2).
?rbitros: Fabio Facchini (ITA), Srdan Dozai (CRO) y Spyridon Gontas (GRE). Sin eliminados.
Pabell¨®n: Kauno Arena de Kaunas ante unos 10.000 espectadores.
Gan¨® Espa?a, pero tambi¨¦n el baloncesto, que se benefici¨® de un partido refrescante, entretenido, equilibrado hasta que lo destrab¨® Navarro. A partir de entonces, Espa?a acert¨® por fin a mantener a distancia a la brava y persistente Macedonia. La selecci¨®n de la peque?a exrep¨²blica yugoslava, relativamente nueva, sin nombres estelares a excepci¨®n de su nacionalizado Bo McCalebb, certific¨® su espl¨¦ndida trayectoria tras dar cuenta de rivales con much¨ªsimo m¨¢s cartel, como Lituania. La epopeya la sustent¨® en aspectos tan simples como muchas veces solapados por maniobras t¨¢cticas y argucias especulativas: jugar con esp¨ªritu e inteligencia, en equipo.
Navarro, irresistible, demoledor, una bala en la carrera, un p¨ªcaro por su forma de entender el juego, un ejecutor implacable, encendi¨® la caja de los truenos en el tercer cuarto. Sus 19 puntos en esos 10 minutos, dos m¨¢s de los que anot¨® el equipo macedonio al completo, marcaron el punto de inflexi¨®n. Espa?a agradeci¨® el estir¨®n que propici¨® su capit¨¢n porque le cost¨® cerrar en defensa y en alguna fase qued¨® descolocada por el vibrante despliegue ofensivo de McCalebb y los suyos.
El juego fue muy abierto, con muchos espacios. Los macedonios optaron por combinar mucho y bien por fuera. En la primera parte tiraron casi tanto de tres como de dos y eso tambi¨¦n propici¨® algunas ventajas en el interior de la zona. Espa?a replic¨® con la misma receta, pero con un porcentaje de acierto muy inferior. Domin¨® el equipo espa?ol el rebote y acudi¨® mucho m¨¢s a la l¨ªnea de tiros libres, pero aun as¨ª se fue al descanso por debajo en el marcador: 44-45. Y eso que Llull y Ricky Rubio irrumpieron con buenas noticias bajo el brazo: un par de triples muy especiales, el primero porque se produjo sobre la bocina del primer cuarto y el segundo porque rompi¨® la nefasta racha del base catal¨¢n en los nueve partidos anteriores: 0 de 12.
Rudy se emple¨® a fondo en el marcaje a McCalebb, pero no estuvo acertado en el tiro. A Pau Gasol le cost¨® entrar en calor, perjudicado por dos faltas personales muy temprano. Y el equipo no pudo correr demasiado porque no rob¨® ni un solo bal¨®n en todo el primer tiempo. Los macedonios actuaron con un desparpajo admirable, con una vertiginosa circulaci¨®n del bal¨®n y una precisi¨®n quir¨²rgica en los pases. Si no anotaba McCalebb, lo hac¨ªa Ilievski, y cuando no Antic. Los tiros no entraban porque s¨ª; sus jugadas estaban perfectamente elaboradas.
Los macedonios demostraron su dureza psicol¨®gica, sobre todo cuando Espa?a, de la mano de Ibaka y Navarro, consigui¨® un parcial de 11-0 (28-18). Incluso sin McCalebb, gozando de un peque?o descanso, replicaron con un 10-0 que volvi¨® a darles ventaja (31-32). Los dos equipos alternaron en algunas fases la defensa individual y la zona y Scariolo orden¨® una presi¨®n en toda la cancha en el inicio del tercer cuarto.
Era el escenario id¨®neo para que Navarro se apropiara del foco, complementado por su amigo Pau Gasol. Uno acab¨® con 35 puntos; el otro con 22 puntos y 17 rebotes, y Marc Gasol no se qued¨® corto, con 11 puntos, 10 rebotes y cinco asistencias. N¨²meros brillantes para un equipo que caz¨® la final con la solvencia que le caracteriza; son ya seis en nueve a?os, las que firma la generaci¨®n de oro del baloncesto espa?ol.
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