Un primer espada en el Ateneo

Jes¨²s Esperanza (Madrid, 1960) ha trabajado con int¨¦rpretes como Viggo Mortensen o Quim Guti¨¦rrez pero no es actor. Estar¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres el a?o que viene sin ser un atleta de ¨¦lite y colecciona manuales del siglo XVI aunque no es historiador.

Esperanza es maestro de esgrima a tiempo completo. Entrenador del equipo nacional de florete, profesor de esgrima esc¨¦nica desde hace m¨¢s de 10 a?os y core¨®grafo de duelos en montajes teatrales como el Falstaff del director Andr¨¦s Lima o el Hamlet de Tomasz Pandur -"una apuesta distinta con una est¨¦tica de esgrima actual"- que protagoniz¨® Blanca Portillo en el Teatro Real. "De peque?o me gustaban mucho las pel¨ªculas de espadachines, en el colegio un profesor daba clases de esgrima y me llamaba mucho la atenci¨®n", resume para explicar sus inicios en la disciplina que le llev¨® a ser campe¨®n de Espa?a en categor¨ªa infantil, formar parte del equipo nacional y participar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨², Se¨²l y Barcelona. "Soy muy poco sentimental pero la experiencia de desfilar en un acto inaugural ol¨ªmpico es impagable", narra de su paso por la cita deportiva m¨¢s importante del mundo.

Esperanza particip¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l, Mosc¨² y Barcelona

Ha trabajado con int¨¦rpretes como Blanca Portillo o Quim Guti¨¦rrez

De todas las espadas, se queda con las del Siglo de Oro espa?ol

"Es perfeccionista y educado en el trato. Nada estrellita", dice de Viggo Mortensen

Desde marzo de 2009 imparte clases y dirige la escuela de esgrima del Ateneo de Madrid. Una peque?a sala empapelada de espadas, caretas y petos. Situada en la quinta planta del edificio, desde sus ventanas se divisan los adoquines y los tejados en los que se bat¨ªan Francisco de Quevedo o Lope de Vega, as¨ª como los edificios en los que maestros como Adelardo Sanz o Afrodisio Aparicio instru¨ªan a sus disc¨ªpulos en el siglo XIX. Cien a?os despu¨¦s, los aceros vuelven a sonar en el barrio de las Letras gracias a esta escuela, una de las pocas instalaciones deportivas de la zona, que adapta su oferta a todo tipo de p¨²blico. Uno de sus cursos es el de esgrima de mantenimiento para personas mayores. Una especie de taich¨ª de la espada basado en el aprendizaje y memorizaci¨®n de los movimientos de la esgrima deportiva.

Apasionado del florete, el sable y la espada, defiende la esgrima como un deporte asequible y muy completo. "Hay un esfuerzo f¨ªsico, pero tambi¨¦n hay un desarrollo intelectual porque te enfrentas a una persona con una herramienta lo que te obliga a ser m¨¢s listo que el contrario", argumenta.

Reivindica tambi¨¦n la importancia de los duelos, las herramientas y la t¨¦cnica como objeto de estudio hist¨®rico. De ah¨ª que recopile libros y tratados de esgrima antigua, entre los que destaca un peque?o tesoro que data de 1780.

De todas las armas se queda con la espada ropera espa?ola y con la daga de mano izquierda. Las armas del capit¨¢n Alatriste. Un personaje al que tuvo la oportunidad de conocer, al menos en su versi¨®n cinematogr¨¢fica, interpretado por Viggo Mortensen. Aunque el actor argentino ya manejaba la espada en El se?or de los anillos, era un arma medieval de mano media muy diferente a las del Siglo de Oro espa?ol. "Es una persona muy cercana, muy perfeccionista, nada estrellita", asegura de Mortensen el que fue su profesor en el rodaje de Alatriste. "Para la pel¨ªcula le di clases particulares en el hotel durante dos semanas para ense?arle conceptos de esgrima hist¨®rica y las posiciones de la ¨¦poca. Y siempre me ayudaba a llevar el peto o el equipaje al coche".

En la adaptaci¨®n al cine del personaje creado por Arturo P¨¦rez-Reverte, Esperanza se gan¨® el reconocimiento del conocido esgrimidor brit¨¢nico Bob Anderson, entrenador y core¨®grafo de pel¨ªculas como Scaramouche, La princesa prometida o la trilog¨ªa Piratas del Caribe. Una relaci¨®n que empez¨® tensa pero que termin¨® compartiendo ca?as en la barra de bar. "Anderson firma los duelos de Alatriste y ven¨ªa a Espa?a de maestro; se preguntaba qu¨¦ hac¨ªa yo en el rodaje. Su ayudante Mark Iwie me ret¨® a un asalto de florete, le gan¨¦ 5-1 y a partir de ah¨ª ya no tuvimos ning¨²n problema. Me confes¨® que estaba encantado con mi trabajo".

Pero el maestro madrile?o no solo ense?a a los grandes desde bambalinas. Esperanza tambi¨¦n se arranca sobre el escenario con la compa?¨ªa de teatro La Irremediable, que compagina el teatro cl¨¢sico y la esgrima. El a?o pasado estren¨® en el Ateneo el montaje Duelo de esgrima y palabras, un espect¨¢culo que recrea duelos cl¨¢sicos nunca representados sobre la tarima, como la muerte de Don Juan Tenorio. "Me planteo cada pelea como una peque?a historia en s¨ª misma, con planteamiento, nudo y desenlace".

Entre sus pr¨®ximos proyectos, clasificar a uno de los j¨®venes tiradores del equipo nacional de florete para los Juegos de Londres y, adelanta, una posible serie sobre Isabel la Cat¨®lica. Un trabajo que, como todos los de este profesor de esgrima, buscar¨¢ un equilibrio entre la credibilidad, el rigor y el espect¨¢culo.