I+D+I (innovaci¨®n, dieta e integraci¨®n)

Innovar en el mundo de la alimentaci¨®n significa mejorar los sabores, aumentar la calidad, reducir los costes, proteger la salud de los ciudadanos y, sobre todo -o, en resumen-, ofrecer al consumidor los productos que a este le gustar¨ªa adquirir. Aspiran a participar en esa empresa de mejora de la eficiencia los distribuidores, los productores, los transformadores, las administraciones p¨²blicas y los consumidores mismos. Representantes de todos esos eslabones de la cadena se reunieron esta semana en un desayuno organizado por el Foro Interalimentario y el diario EL PA?S, exponiendo sus ideas y sus reivindicaciones, sus logros, sus objetivos y las trabas que encuentran para alcanzarlos. Todo bajo una premisa que comparten desde el primero al ¨²ltimo: el sector alimentario debe funcionar como un conjunto integrado y, para optimizar, ha de haber innovaci¨®n en cada fase del proceso.

El objetivo es la eficiencia; producir lo que demanda el consumidor

Todos comparten que el sector debe funcionar como un conjunto integrado

La colaboraci¨®n entre las empresas y el sector p¨²blico es determinante

I+Dea se dedica en exclusiva innovar en la creaci¨®n de nuevos alimentos

"En el siglo pasado exist¨ªa el sector agr¨ªcola, el de la fabricaci¨®n, el de la distribuci¨®n... Me gustar¨ªa pensar que empezamos a darnos cuenta de que en siglo XXI solo la cadena de suministro optimizada en su conjunto puede hacer competitiva la econom¨ªa de un pa¨ªs", resume el presidente del Foro Interalimentario, Juan Manuel Gonz¨¢lez Serna.

?C¨®mo se consigue ese objetivo? No es f¨¢cil y queda mucho por hacer, pero en algunos aspectos el camino ha empezado a recorrerse. El secretario general de Innovaci¨®n, Juan Tom¨¢s Hernani, recuerda que el cambio de modelo productivo en Espa?a no va a ocurrir de repente, sino que es una labor de todos los d¨ªas que exige la implicaci¨®n de cada uno de los agentes.

Todo empieza en el productor, en el tradicional sector primario. Gonz¨¢lez Serna reclama: "Hagan aquello que necesita el consumidor, que es el que manda de verdad en nuestras empresas y en nuestros campos de cultivo. En lugar de limitarse a sembrar trigo, identifiquen su trabajo con un paquete de galletas en manos del ciudadano".

El director del Grupo Agroalimentario Cooperativo de Arag¨®n (Arento), Luis Navarro, responde: "Hace poco que hemos empezado a tener un papel activo como industria, y no tanto como sector primario en sentido estricto. A partir de ah¨ª, vemos las ventajas de captar valor y percibimos las se?ales del mercado, pero es un trabajo complejo. Para hablar de una cadena integrada, por una parte hay que dejar participar al productor; por otra, ¨¦l tiene que querer hacerlo. El sector primario est¨¢ muy anclado a la tradici¨®n, algo que tiene valores enormemente positivos, pero que tambi¨¦n lo hace a veces algo inmovilista".

Navarro afirma que los productores est¨¢n entrando poco a poco en esa rueda, pero explica que "en una cooperativa grande, llevar un mensaje a 20.000 agricultores no es f¨¢cil". Y defiende que hay que intentar conseguir buenos precios para el consumidor, "pero no a costa de que el sector primario est¨¦ arruinado".

Precio y calidad; calidad y precio. ?Qu¨¦ es lo primero para el consumidor? ?Gastar poco? ?Cuidar su salud? ?Encontar ese producto que le hace la vida m¨¢s agradable? Un poco de todo. El presidente de la Confederaci¨®n de Consumidores y Usuarios (CECU), Fernando M¨®ner, considera que "el consumidor ahora es mucho m¨¢s racional a la hora de hacer la compra. Cada vez es m¨¢s exigente tanto en los precios -por la crisis- como en los mensajes sobre las propiedades de los productos". Y en este sentido celebra que la nueva normativa europea sea m¨¢s r¨ªgida: "Se acab¨® lo de decir cualquier cosa para intentar vender el producto".

La directora del Instituto Madrile?o de Estudios Avanzados (Imdea), Manuela Ju¨¢rez, opina que "el consumidor quiere productos que sean cada vez m¨¢s naturales", y defiende que "una buena forma de conseguirlo es modificar la producci¨®n primaria, que adem¨¢s es menos costoso que la modificaci¨®n de procesos". Como ejemplo, asegura que "modificando la alimentaci¨®n de rumiantes de una forma que econ¨®micamente es m¨¢s rentable, se puede producir m¨¢s leche y con una composici¨®n de ¨¢cidos grasos mucho m¨¢s saludable. No es m¨¢s caro, pero el productor tiene que acercarse m¨¢s al sector investigador". Y es que el principal problema para Ju¨¢rez es una falta de colaboraci¨®n entre los centros de investigaci¨®n y las empresas. "Es una pena, porque en Espa?a hay muchos investigadores pero hay poca interacci¨®n entre empresas, universidades y centros p¨²blicos. Para m¨ª es una batalla importante conseguir esa transferencia del sector investigador a la producci¨®n, que adem¨¢s abarata la innovaci¨®n porque cuesta menos que si la investigaci¨®n la hace la propia empresa".

Aunque Ju¨¢rez insiste en que su cr¨ªtica no se dirije a las Administraciones p¨²blicas sino a las empresas, "que deber¨ªan tirar m¨¢s de esa fuente", el secretario de Estado no pierde la ocasi¨®n de defender con cifras el apoyo p¨²blico a la innovaci¨®n en el sector: "El Gobierno ha invertido en esta legislatura 518 millones a trav¨¦s de la Direcci¨®n General y el CDTI [Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial], ha financiado 743 proyectos, se han otorgado cuatro programas Cenit [que financian y subvencionan grandes proyectos cient¨ªfico-tecnol¨®gicos] entre 2008 y 2010". Tambi¨¦n cita la compra p¨²blica innovadora: "Una pol¨ªtica muy importante que compromete el 3% de los presupuestos generales de Estado para comprar productos que no est¨¢n establecidos en el mercado, con lo que facilitamos una primera oportunidad para las empresas innovadoras de echar a andar".

El presidente del Foro Interalimentario habla de una de sus empresas asociadas, I+Dea (Grupo Siro), dedicada a la innovaci¨®n en el sector de los cereales e inmersa en dos programas Cenit: "Ha sido capaz de poner en el mercado 35 nuevos productos -cada vez m¨¢s ricos y m¨¢s sanos- en 2008, 55 en 2009, 86 en 2010 y llegar a 110 en 2011. Es un ejemplo de c¨®mo se reacciona en la crisis. Trabajan con universidades y empresas europeas y espa?olas, porque de la colaboraci¨®n nace el aprendizaje".

A medida que el desayuno avanza, se pone de manifiesto que, si bien todos son conscientes de que no es f¨¢cil remar en la misma direcci¨®n, merece la pena empezar a unificar el rumbo y a?adir a la fuerza de los remos el motor de la innovaci¨®n.

?C¨®mo lo hace una empresa de ¨¦xito, como Chocolates Valor? Su director general, Pedro L¨®pez, considera que "la innovaci¨®n ha de entrar en un c¨ªrculo virtuoso que incluya a la materia prima, la producci¨®n, el suministro, la exposici¨®n en el punto de venta y -muy importante- la comunicaci¨®n y el feedback con el cliente". Cita algunos ejemplos de la estrategia de innovaci¨®n de Valor, como la apertura de chocolater¨ªas "para saber directamente qu¨¦ quiere el consumidor que ama el chocolate, aunque la empresa viva de la gran distribuci¨®n".

L¨®pez tiene un cocepto ideal de lo que significa innovar con ¨¦xito: "Se trata de despertar una curiosidad, convertir despu¨¦s esa curiosidad en h¨¢bito y, finalmente, ese h¨¢bito en necesidad". Para ello, el directivo asegura que "la innovaci¨®n se juega en dos direcciones. Por una parte mejorando los productos existentes y, por otra, creando nuevos productos". Y apuesta por trabajar con determinaci¨®n en la creaci¨®n propia: "Siempre es mejor si uno tiene puesto el foco en lo que quiere hacer. Si dedicas mucho m¨¢s tiempo a ver c¨®mo puedes mejorar tu producto que a ver qu¨¦ est¨¢ haciendo la competencia, seguramente ganar¨¢s. Si lo haces al contrario, a lo que est¨¢ haciendo el otro llegar¨¢s tarde, o tendr¨¢s que hacerlo mucho m¨¢s barato".

No hay nadie entre los presentes que no tenga claro que, al final, lo importante es que el ciudadano adquiera el producto. Y las conclusiones van apuntando a que, para ello, es determinante el valor a?adido; si el producto es beneficioso para el consumidor, incluso estar¨¢ dispuesto a pagar por ¨¦l un poco m¨¢s. Pero hay que escucharle: "Los consumidores tienen que estar presentes en las organizaciones que representan a la cadena de suministro, y han de ser la salvaguarda final de nuestro trabajo. Si no, haremos cosas deslavazadas, cosas que, o bien no apetecen al consumidor, o no son posibles de fabricar en origen, o son muy caras, etc¨¦tera", se?ala Gonz¨¢lez Serna. El presidente de CECU, Fernando M¨®ner, lo valora: "Hasta hace muy poco la participaci¨®n de los consumidores era casi nula, porque a menudo se ha pensado que siempre iban a atacar. Pero lo que pretendemos la mayor¨ªa es ayudar a las empresas a que hagan mejores productos. No vamos a atacarlas, vamos a convencerlas de que nos hagan a medida el producto que necesitamos".

La directora de Imdea tiene, sin embargo, un peqe?o reproche para las asociaciones de consumidores: "A veces sois demasiado reestrictivos. Por ejemplo, ahora estamos trabajando en la alimentaci¨®n individualizada, ya que todos los productos con alegaciones para la salud no valen para cualquier individuo. Esto est¨¢ costando mucho a la industria y espero que cuando lleguen esos productos no los limit¨¦is, porque realmente pueden aportar a mucho al bienestar".

M¨®ner le da la raz¨®n, pero se?ala que no todas las asociaciones son iguales. Y afirma que lo ideal es que todos los eslabones de la cadena tengan el mismo peso en el sector alimentario, para consensuar entre todos las reglas del juego. En el fondo, el deseo de cualquiera de los asistentes al desayuno es que todos ganen, aunque con distintos equipos, el mismo juego.