Jos¨¦ Tom¨¢s triunfa en Nimes
El diestro logra tres orejas y sale a hombros de la plaza francesa
Hubo un ol¨¦ para la eternidad; un ol¨¦ que sale del alma, pero del alma colectiva, de miles de personas a la vez que de repente, han pasado de la modorra al ¨¦xtasis. Por qu¨¦ ese pase y no otro; porque 12.000 personas se han puesto de acuerdo para saber que ese instante es extraordinario, que ese trapo paseado por delante del animal, ese pase nada tiene que ver con los cientos anteriores, que ha ocurrido algo extraordinario.
A los miles de espectadores que abarrotaban el coliseo de Nimes a las 11.30 de ayer, les sali¨® un ol¨¦ perfecto como perfecto fue el natural de Jos¨¦ Tom¨¢s, porque era ¨¦l, qui¨¦n si no, el autor, el artista, el due?o de ese copyright, incopiable, porque aunque haya un v¨ªdeo pirata de su faena, le faltar¨¢ el alma. En la imagen siempre falta el misterio, la emoci¨®n, el riesgo. Jos¨¦ Tom¨¢s sali¨® a hombros, por primera vez desde su reaparici¨®n en Valencia, y nada menos que por la puerta de los c¨®nsules del coliseo romano de Nimes.
Para darle m¨¢s valor a ese muletazo largo, pausado, como desganado habr¨ªa que a?adir que llov¨ªa, que era la hora del desayuno m¨¢s que de la merienda, que era en Francia y no en la celtib¨¦rica Espa?a, donde andamos siempre a garrotazos. En Francia se disfruta del arte de los toros, porque el toreo no debe ser oficio de gimnastas, aunque haya unos cuantos que se emperren en ello, sino oficio de artistas. Y ah¨ª es donde Jos¨¦ Tom¨¢s se descuelga; cuando hace lo que los dem¨¢s, pero distinto. Aun sin una faena completa, sin ligar una tanda seguida de pases, fue suficiente un natural, un trincherazo, un cambio de manos de la muleta sin moverse del sitio para que el p¨²blico sacara las manos de sus impermeables para aplaudir.
Para que entiendan los profanos, Jos¨¦ Tom¨¢s es al toreo lo que Iniesta al pelot¨®n, seres vol¨¢tiles, p¨¢lidos, artistas que parece que leviten m¨¢s que anden, y que de esas figuras blancas, aparentemente fr¨¢giles y temerosas brotan im¨¢genes in¨¦ditas, ef¨ªmeras, ¨²nicas. Y por eso, ayer, aunque Jos¨¦ Tom¨¢s no redondeara ning¨²n faen¨®n, el p¨²blico franc¨¦s premi¨® con dos orejas en su primer bravo toro y con una oreja del otro, el haber asistido a unos segundos que ning¨²n otro ver¨¢.
Es cierto que tambi¨¦n torearon Javier Conde y el franc¨¦s Thomas Duffau, que tomaba la alternativa y se llev¨® dos justas orejas. Pero como Duffau, como Conde, hay m¨¢s. Como un segundo de reloj de Jos¨¦ Tom¨¢s, no. Aunque ese segundo ocurra a las 13.45, llueva y el redondel tenga forma de mel¨®n. Por eso Francia sac¨® a hombros al artista.
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