El hombre que pint¨® a las estrellas

En las manos de Manuel Pi?eiro descansa mucha de la responsabilidad de las relaciones comerciales de la segunda mitad del siglo XX en la provincia de Lugo. No es doctor en econom¨ªa, pero su pincel contribuy¨® al crecimiento del PIB. Manuel Pi?eiro, O Pintor (Lugo, 1929), como le llaman sus amigos, pas¨® su vida rotulando los nombres, logotipos y anuncios de la mayor¨ªa de las empresas de Lugo en veh¨ªculos, tableros o muros. Primero anunci¨® empresas y luego se pas¨® al s¨¦ptimo arte, dise?ando los carteles que anunciaban las pel¨ªculas que proyectaban las salas de cine de la ciudad.

A los 16 a?os comenz¨® en el oficio copiando a sus compa?eros de taller. Posteriormente mont¨® su propio negocio, el Josman, una de las firmas que, posiblemente, tiene el record de estar estampada en m¨¢s muros y veh¨ªculos de la provincia. Desde los carteles de los recintos deportivos de toda la comarca hasta los coches de Vallejo, los de chocolates Carmi?a, Complesa, Industrias Abella o la carteler¨ªa de Caixa Galicia. Todos confiaron en su buen hacer para llamar la atenci¨®n de sus potenciales consumidores.

"Los secundarios quer¨ªan su nombre en grande. Tuve algunas agarradas"

Sus obras se borraban cada semana para anunciar los estrenos

Pero O Pintor no se qued¨® ah¨ª, sino que con su trabajo contribuy¨® tambi¨¦n a la difusi¨®n del arte en la ciudad. Y a principios de la d¨¦cada de los cincuenta, cuanto ya hab¨ªa cumplido los 20 a?os, Manuel Pi?eiro fue el responsable de la rotulaci¨®n de todos los carteles anunciadores de eventos del Gran Teatro y de la cartelera del Cine Kursal y, espor¨¢dicamente, del Central Cinema y el Cine Espa?a.

Como cualquier artista, y con una mezcla de humor y nostalgia, Manuel Pi?eiro rememora los trabajos que despertaron en ¨¦l el haz del recuerdo. "Preg¨²ntame por el primer cartel que hice, no por el ¨²ltimo", reclama. La pel¨ªcula se llamaba Las aguas bajan turbias. "Empec¨¦ con una letra muy grande, y al final acab¨¦ con una muy peque?a. No me cab¨ªa". O Pintor recuerda como, tras ver el trabajo, los responsables del Gran Teatro murmuraban entre ellos discutiendo sobre su val¨ªa. "Les deb¨ª de ir convenciendo poco a poco, porque all¨ª segu¨ª hasta que me retir¨¦".

Pi?eiro recuerda con chispa sus choques con los actores de teatro. "Los secundarios quer¨ªan que les pusiese su nombre en grande", afirma. "Tuve agarradas con algunos". Sus trabajos comenzaron a ser valorados, e incluso el c¨®mico Moncho Borrajo se quiso llevar una esfinge suya que vio a la entrada del Gran Teatro en una de sus funciones.

En el cine el mecanismo era distinto, porque hab¨ªa estrenos todas las semanas, con lo cual "para que se borrara f¨¢cil, ten¨ªa que pintar la cartelera con agua y polvos sobre una especie de encerado que hab¨ªa sobre la puerta". A trav¨¦s de sus dibujos los espectadores se llevaban la primera idea de c¨®mo era la pel¨ªcula. Parad¨®jicamente, Manuel Pi?eiro nunca fue muy aficionado al cine, quiz¨¢s porque pintaba las carteleras de noche, mientras se proyectaban las cintas en las salas. A veces entraba al final de la pel¨ªcula, porque su esposa lo acompa?aba y, mientras ¨¦l rotulaba, ella iba a la sesi¨®n. "Entraba para no marchar sin ella", ironiza Pi?eiro.

Con esta forma de vida, Pi?eiro sac¨® adelante a su familia. O Pintor no abandona su faz sonriente cuando se le pregunta por lo que ganaba. Recuerda que "al principio cobraba algo menos de 1.000 pesetas [seis euros] la hora"; posteriormente, "ped¨ªa 1.000"; y al final, "un poco m¨¢s". Con todo, "siempre hab¨ªa variaciones". Si un trabajo era muy laborioso y ve¨ªa que le hab¨ªa quedado bien, "a lo mejor ped¨ªa algo m¨¢s", recuerda. Si parec¨ªa f¨¢cil pero despu¨¦s le llevaba m¨¢s tiempo del previsto, "rebajaba".

A Manuel Pi?eiro, ahora retirado, le rinde homenaje durante esta semana el grupo fotocinematogr¨¢fico Fonmi?¨¢, coincidiendo con la 33? Semana Internacional de Cine de Autor de Lugo. O Pintor "humaniz¨®", seg¨²n el director del grupo, Xulio Xiz, durante casi 25 a?os las se?ales de identidad de la cita. "Me cogieron cari?o porque cuando empec¨¦ creo que les ahorr¨¦ dinero, ya que les di la idea de reutilizar los paneles sobre los que pintaba los carteles". Con la humildad que le caracteriza, el artista lucense hubiera preferido que sus amigos de Fonmi?¨¢ lo "invitaran a unas tapas y a hablar un rato".

O Pintor tiene guardado el pincel y quiz¨¢s, si la salud se lo permitiese, volver¨ªa a recuperarlo. Quien sabe si para rotular, como cuando hac¨ªa los carteles de los sindicatos policiales, los paneles reivindicativos que en el barrio de Residencia, donde ¨¦l vive, piden estos d¨ªas a la Xunta que resucite la zona dotando de alg¨²n cometido al viejo hospital.