Referente para la oposici¨®n de izquierdas al r¨¦gimen
Conoc¨ª a Ignacio a finales de la d¨¦cada de los cincuenta, cuando los responsables del Frente de Liberaci¨®n Popular (FLP) me enviaron a Santander para hacer pr¨¢cticas en su bufete, pues hab¨ªamos montado un despacho laboral en Madrid y hab¨ªa que aprender el oficio. Me aloj¨¦ en una residencia de estudiantes a la que solo iba a dormir, pues el resto del d¨ªa lo pasaba en su bufete. Como quiera que al llegar a la residencia siempre hab¨ªa un extra?o "compa?ero" de habitaci¨®n que me aventajaba en edad, que no parec¨ªa estudiante y que me preguntaba con forzada amabilidad por lo que hac¨ªa y dejaba de hacer durante el d¨ªa, Ignacio pens¨® que era m¨¢s seguro que me alojara en su casa, en la que pas¨¦ dos semanas con ¨¦l y su familia.
Siempre he recordado aquellos d¨ªas por la profunda impresi¨®n que me causaron, tanto ¨¦l como su mujer, Blanca, y sus hijos. Vivir con ellos era entrar en un mundo de solidaridad, de convicciones, de compromiso con una clase obrera que Ignacio conoc¨ªa bien, tanto por su militancia pol¨ªtica como por su pr¨¢ctica jur¨ªdica y su reflexi¨®n te¨®rica; su libro La demagogia de los hechos influy¨® considerablemente en los j¨®venes de mi generaci¨®n.
Ignacio Fern¨¢ndez de Castro fue un referente esencial para una oposici¨®n de izquierdas al r¨¦gimen que discurri¨® al margen de los partidos de entonces, con quienes comparti¨® los riesgos de una clandestinidad que le llev¨® al exilio. Ignacio era vehemente en su expresi¨®n, y tras su aire severo se escond¨ªa una c¨¢lida y generosa humanidad que provocaba, a la vez, el respeto y la camarader¨ªa. Aprend¨ª en esos d¨ªas Derecho y algo de Sociolog¨ªa, pero sobre todo aprend¨ª de ¨¦l la profundidad de un compromiso que iba m¨¢s all¨¢ de las ideas y que configuraba toda una forma de vivir. Por encima de su extensa obra sociol¨®gica, especialmente en el ¨¢mbito de la educaci¨®n, de sus escritos pol¨ªticos y del compromiso con los dem¨¢s, guardo el recuerdo de un hombre ¨ªntegro, veraz y valiente que luch¨® sin descanso por un mundo mejor.
Jos¨¦ Luis Leal fue ministro de Econom¨ªa con Adolfo Su¨¢rez.
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