La belleza tambi¨¦n se come
Los artistas son autores de una ¨®pera comestible que se ha estrenado en el CA2M de M¨®stoles - Su primer trabajo fue el 'Men¨² Talego' de seis euros
Las creaciones de Espada y Monle¨®n no acaban expuestas en un museo o galer¨ªa ni en la casa de campo de un coleccionista, sino en el est¨®mago del p¨²blico que, literalmente, las digiere. Lo llaman eventos gastrol¨®gicos: "Son eventos en los que revisamos el concepto de gastronom¨ªa, c¨®mo se aprecia el comer hoy en d¨ªa, lo que es la experiencia del gusto, c¨®mo la comida puede ser un evento social m¨¢s all¨¢ del banquete cl¨¢sico. Es una forma de explorar otros aspectos, otros intereses est¨¦ticos", explican.
Entonces, ?es arte o es cocina? Pues ni ellos lo tienen muy claro: "Podr¨ªa decirse que nos movemos dentro del circuito art¨ªstico, pero utilizando conceptos y t¨¦cnicas culinarias". Y a?aden: "Adem¨¢s, cada evento es un poco distinto, depende del contexto. Surge de una forma espont¨¢nea, de disfrutar de comer con los amigos de maneras diferentes. Los conceptos que quer¨ªamos convertir en sensaciones del paladar se fueron haciendo cada vez m¨¢s densos. Mezclamos desde la arquitectura a sensaciones cinem¨¢ticas, es una idea sinest¨¦sica, de incorporar otras sensaciones al gusto".
"Nos movemos en el circuito art¨ªstico, pero utilizando t¨¦cnicas culinarias"
"Investigan en la miriculina, una prote¨ªna que vuelve dulce el ¨¢cido"
Bajo ese nombre de porte aristocr¨¢tico, como de firma de alta costura, est¨¢n los madrile?os Mar¨ªa F. Espada (1978) y Carlos Monle¨®n (1983). Ella ha estudiado cocina y tiene estudios de Bellas Artes, aunque no acab¨® la carrera. A la inversa, ¨¦l es cocinero autodidacta y licenciado en Bellas Artes. Trabaja en Londres, luego gran parte del trabajo de Espada y Monle¨®n se realiza por Skype. As¨ª, durante cuatro meses de pantalla a pantalla prepararon todo el andamiaje conceptual de Harmon¨ªa, una ¨®pera comestible basada en las ideas del socialista ut¨®pico franc¨¦s Charles Fourier, conocido por sus comunidades ideales, llamadas falansterios, adem¨¢s de como gastr¨®sofo (de gastrosof¨ªa, digamos filosof¨ªa de la comida). "En la utop¨ªa de Fourier la unidad arm¨®nica se basaba en la cocina", explica Monle¨®n. "Abogaba por tener huertos en cada falansterio para educar a los ni?os. Junto con la ¨®pera, pensaba que servir¨ªa para crear una sociedad feliz". "Lo cierto es que se le iba mucho la cabeza", contin¨²a; "es ciencia ficci¨®n, pero ¨¦l lo propone como algo serio. Es una seudociencia, dice que el mar se va a transustanciar en un mar de limonada y los peces se van a adaptar. Busca un ideal dulce, un futuro que ser¨¢ dulce y feliz".
Y en eso se basa su ¨®pera comestible Harmon¨ªa, tres de cuyos actos se estrenaron el pasado junio durante las Picnic Sessions del Centro de Arte 2 de Mayo de M¨®stoles (CA2M). "Re¨²ne la idea de Fourier, de crear una sociedad id¨ªlica y sofisticada, pero no elitista, volcada en el pueblo, popular", dice Espada. "Es la revoluci¨®n del pueblo que no quiere pan, que quiere el mundo dulce. En el acto dos tiramos confeti comestible, la gente reacciona bien, es una cadena gestual: uno hace el gesto de comer el confeti y la gente lo sigue. Utilizamos tambi¨¦n, por ejemplo, un vaporizador de boca de lavanda o collares comestibles. En el tercer acto se instaura el estado de Harmon¨ªa, y posteriormente cae".
Su primer trabajo fue el Men¨² Talego, jugando con el doble sentido de talego en argot: mil pesetas y c¨¢rcel. Era un men¨² en una bolsa que costaba seis euros, y estaba inspirada en la salida de prisi¨®n del exl¨ªder de los Panteras Negras Bobby Seale. "Al salir del talego Seale empez¨® a escribir un libro sobre costillas a la barbacoa, como ideal de vida americano del suburbio, del parking, del parque urbano. Se volvi¨® un poco famoso por eso, ten¨ªa seguimiento. Quisimos jugar con las palabras", explican. El men¨² inclu¨ªa burritos trif¨¢sicos o burru?os de boniato y salvia con salsas de cacahuete y yogur, entre otras cosas.
La Ruina tras el ?gape fue su contribuci¨®n a las Picnic Sessions del a?o pasado en el CA2M. Una especie de banquete en ruinas. El p¨²blico se quedaba un poco perplejo. "?Y todo esto se come?", se o¨ªa decir. "Trataba un poco de la ruina del futuro, de la p¨¦rdida de los ideales modernistas que se han ido diluyendo", apunta Monle¨®n. "El concepto de ruinificaci¨®n era importante, seg¨²n se va comiendo y tambi¨¦n antes de empezar, pues la comida ten¨ªa el aspecto de ruinas arquitect¨®nicas. Una pieza estaba inspirada en unos mosaicos griegos que se pon¨ªan en el suelo para simular restos de banquetes, un suelo no barrido, despojos, restos de comida, como una muestra de estatus".
La miraculina fue otra de sus investigaciones: "Una prote¨ªna obtenida de una baya africana que inhibe ciertos receptores gustativos, despu¨¦s todo lo que tomas y es ¨¢cido o amargo sabe dulce. Tomas cerveza", dice Espada, "y la convierte en dulce, como si le hubieras echado dos toneladas de az¨²car". Y ?qu¨¦ piensan de estos momentos tan dulces que vive la gastronom¨ªa espa?ola, con cierre de elBulli y dem¨¢s? "Espa?a sabe hacer restaurantes muy bien, tiene muy buena cultura de restaurantes. Pero elBulli est¨¢ pasando por una etapa de megaloman¨ªa que est¨¢ llegando a otros cocineros. Hay un aforismo que dice: una ¨¦poca est¨¢ condenada a la ruina cuando sus cocineros son estrellas". Aunque lo de Espada y Monle¨®n no es exactamente lo mismo, se parecer¨ªa m¨¢s al trabajo de otros "artistas" culinarios como Antoni Miralda o Alicia R¨ªos: "Nosotros partimos de esa fantas¨ªa de la comestibilidad de la belleza, asimilar el mundo comi¨¦ndolo, la glotoner¨ªa existencial. Todo el mundo es comestible".
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