Rita Indiana sacude el BAM
Aloe Blacc se bati¨® en la plaza Real con el escenario m¨¢s duro de las fiestas
Dos eran los atractivos fundamentales que el Barcelona Acci¨® Musical (BAM) dispon¨ªa en las calles de Barcelona en su segunda jornada, la noche del viernes. Por un lado, el soul de regusto cl¨¢sico de Aloe Blacc, que con su actuaci¨®n en el festival debutaba en la ciudad. Misma situaci¨®n, estreno entre los barceloneses, de la segunda gran referencia del cartel, la artista de Puerto Rico Rita Indiana, que desplegaba su capacidad de seducci¨®n en la plaza de Joan Coromines, donde convoc¨® a una notable cantidad de p¨²blico ubicado en uno de los rincones a la postre m¨¢s coquetos e ¨ªntimos del BAM. El balance qued¨® a medias, ya que si Indiana pudo explicarse en condiciones, Aloe Blacc tuvo que batirse con uno de los escenarios m¨¢s inadecuados de una ciudad en fiestas.
La dominicana es una voz poderosa, letras de la calle y coreograf¨ªas con lujuria p¨¦lvica
Por partes. Descendiendo por La Rambla hacia la plaza Real no parec¨ªa haber muchas diferencias entre una ciudad en fiestas y una ciudad en fin de semana: mucha gente y m¨¢s turistas. Bien, s¨ª, en realidad la diferencia fundamental estribaba en un aparatoso despliegue policial que indicaba que algo estaba pasando. De momento, la polic¨ªa no intervino contra las despedidas de solteros, cosa que parte de la ciudadan¨ªa aplaudir¨ªa, sino contra aquellos que liaban cigarrillos con algo m¨¢s que picadura. Era como vaciar el mar con una sopera, pero hay trabajos m¨¢s ingratos.
Ya en la plaza Real, gran embudo en la entrada de La Rambla fruto del gregarismo, ya que el acceso por la calle de Ferran estaba casi expedito. Y s¨ª, este de la plaza Real es el escenario m¨¢s imaginativo de la ciudad, ya que hay que imaginarse c¨®mo suenan los grupos habida cuenta de que la escasa producci¨®n y el griter¨ªo apagaron la gran voz de Aloe Blacc, norteamericano, soulero y cl¨¢sico que se espera ver alg¨²n d¨ªa en un lugar donde no le gane la partida la conversaci¨®n contigua.
Mejor fortuna tuvo, sin duda, Rita Indiana, mujer de una voz poderosa, espectacular estampa y desbocado ritmo que, partiendo del merengue, llega a la m¨²sica de baile propia de club dominado por los sonidos anglosajones.
Letras que parten de la calle, canciones que apuntan a la reivindicaci¨®n, entramado de ritmo anal¨®gico -bater¨ªas, percusiones, g¨¹iro- negrazo, d¨¢ndole a coreograf¨ªas con un punto lujuriosamente p¨¦lvico y un p¨²blico que entre cerveza y cerveza se dejaba llevar por el frenes¨ª de esta dominicana que tambi¨¦n es escritora -se acaba de publicar en Espa?a su libro Papi (editorial Perif¨¦rica)-.
Fue, sin duda, la actuaci¨®n de la noche, que, sorpresas que da la vida, que dir¨ªa aquel, ocup¨® el ¨²nico escenario de la ciudad donde los turistas no llegan. S¨ª que estuvo, celebrando la actuaci¨®n, parte de la colonia latinoamericana.
Como cada a?o, por su parte, el F¨°rum s¨®lo se anim¨® a partir de la parte final de la actuaci¨®n de El Columpio Asesino; es decir, cuando los escenarios del centro callan.
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