El dinero tab¨² de la Iglesia griega
La instituci¨®n religiosa queda exenta de la nueva tasa inmobiliaria y niega ser rica
La Iglesia y los monasterios griegos no pagar¨¢n la muy impopular tasa inmobiliaria decidida a toda prisa, el domingo 11 de septiembre, por el Gobierno griego para completar los objetivos presupuestarios impuestos al pa¨ªs por los prestamistas de fondos. "La Iglesia pagar¨¢ impuestos por los bienes que explota comercialmente", precisa, no obstante, un portavoz del Ministerio de Finanzas ante el clamor de indignaci¨®n provocado por ese anuncio. Quedar¨ªan exentos los lugares de culto y las entidades de caridad. Pero las fronteras son a veces imprecisas y las cuentas de la Iglesia ortodoxa siguen siendo opacas.
El dinero de la Iglesia es un tab¨² en Grecia. "Sus ingresos est¨¢n sujetos a impuesto, pero hay dos grandes problemas", advierte Polikarpos Karamouzis, profesor de sociolog¨ªa religiosa de la Universidad de Rodas. "No hay un sistema econ¨®mico para detallar los verdaderos ingresos y nadie conoce la amplitud de sus propiedades, porque no existe un catastro". Esta situaci¨®n viene bien tanto a la Iglesia como al Estado, "pues los pol¨ªticos no tienen que ponerse a malas con las autoridades ortodoxas", explica un diputado independiente, St¨¦fanos Manos, uno de los pocos pol¨ªticos que piden la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado.
En diciembre de 2010, el Santo S¨ªnodo, integrado por 13 obispos, denunci¨® a la troika -los representantes del Fondo Monetario Internacional, de la Comisi¨®n Europea y del Banco Central Europeo- como una fuerza de "ocupaci¨®n extranjera", a trav¨¦s de un texto distribuido en todas las parroquias.
Fue en marzo de 2010 cuando el Gobierno socialista de Yorgos Papandreu decidi¨® que las iglesias pagaran impuestos equivalentes al 20% de los ingresos comerciales y entre el 5% y el 10% de los donativos declarados. Los 10.000 popes y sus obispos reciben dinero del Estado, lo que representa un presupuesto de 220 millones de euros al a?o. El anterior ministro de Finanzas, Georges Papaconstantinou, trat¨® de reducir la participaci¨®n estatal, pero en cuanto esas informaciones se filtran, la voluntad gubernamental se evapora. El actual ministro de Finanzas, Evang¨¦los Veniz¨¦los, cercano a esferas ortodoxas, no tiene ese g¨¦nero de veleidades.
Las pol¨¦micas por la exenci¨®n de la nueva tasa inmobiliaria han empujado a la Iglesia a salir de su reserva publicando, el 16 de septiembre, el monto de sus impuestos. Su direcci¨®n de servicios econ¨®micos afirma haber pagado 2,5 millones de euros en impuestos en 2010. De paso indica que posee 30 propiedades en Atenas (de ellas, seis no ocupadas) y 14 en Sal¨®nica. "La riqueza de la Iglesia griega no tiene nada que ver con las de Italia o Espa?a", explica Vassilis Meichanetsidis, del servicio de comunicaci¨®n del arzobispado de Atenas.
La Iglesia es el segundo propietario de bienes ra¨ªces (detr¨¢s del Estado griego), con 130.000 hect¨¢reas de terrenos. "Se trata de bosques, de terrenos en los que no se puede construir", explica Meichanetsidis. Tambi¨¦n de inmuebles en los barrios chics de Atenas o en las ricas zonas balnearias al sur de la capital. Tambi¨¦n posee el 1,5% del Banco Nacional de Grecia, con un representante en el Consejo de Administraci¨®n. Incluso los terrenos vac¨ªos permiten los negocios. Los monjes del rico monasterio de Penteli, al norte de Atenas, buscan inversores, a la altura de mil millones de euros, para explotar una parte de su monta?a y transformarla en parque fotovoltaico. Es la nueva estrategia oficial de la Iglesia: rentabilizar sus bienes en provecho de sus actividades de caridad, que se han incrementado con la crisis. "En Atenas proporcionamos de 10.000 a 12.000 platos cada d¨ªa", explica el portavoz. -
Le Monde

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.