El dilema de Dilma
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, est¨¢ recibiendo la primera paliza de los mercados desde que comenz¨® su mandato. La pol¨ªtica monetaria arriesgada, la inquietud sobre el debilitamiento de la independencia del banco central, una pol¨ªtica industrial obsoleta e incluso los rumores sobre el uso de informaci¨®n privilegiada han conspirado para hundir el real un 17% respecto al d¨®lar estadounidense este mes, lo que lo convierte en la moneda con m¨¢s p¨¦rdidas entre las divisas de los mercados emergentes importantes. Era deseable cierto debilitamiento de la moneda, pero -como puede que Rousseff descubra pronto- es dif¨ªcil recuperar la credibilidad perdida.
El principal catalizador de la ca¨ªda de la moneda fue la inexplicable decisi¨®n tomada por el banco central el 31 de agosto de reducir su tipo de inter¨¦s de referencia en 50 puntos b¨¢sicos, hasta el 12%. El recorte no solo no fue anunciado por el jefe del banco central, Alexandre Tombini, sino que sus m¨¦ritos no son evidentes.
La inflaci¨®n fue del 7,2% en los 12 meses anteriores a agosto, por encima del tope del 6,5% previsto por el propio banco central brasile?o. El crecimiento del cr¨¦dito es s¨®lido, e incluso se acerca al territorio de la burbuja. Finalmente, el mercado laboral sigue controlado, con un paro que el mes pasado alcanz¨® el m¨ªnimo hist¨®rico del 6%. Y eso, antes del aceler¨®n de ¨²ltima hora a medida que se acerque el Mundial de F¨²tbol de 2014.
El razonamiento del banco central -que el nublado panorama econ¨®mico del extranjero debilitar¨¢ la demanda futura- huele a presentimiento direccional. Puede que esto sea perfecto para un fondo de cobertura, pero es arriesgado para un banco central.
La rebaja de los tipos tambi¨¦n deber¨ªa reducir la especulaci¨®n transfronteriza al hacer que los activos brasile?os sean menos atractivos, debilitando as¨ª la moneda. Esto ayuda a los fabricantes nacionales y a los exportadores. Pero aunque este aspecto podr¨ªa representar una preocupaci¨®n para el Gobierno, para el banco central deber¨ªa ser algo secundario respecto al hecho de combatir la inflaci¨®n. As¨ª que los inversores han interpretado la medida como un indicio de una mella preocupante en la independencia del banco central.
Y eso no es todo. Los c¨ªrculos financieros de S?o Paulo han sido un hervidero de rumores sobre que unos pocos elegidos han ganado miles de millones apostando por una rebaja de los tipos, aun cuando no parece que ning¨²n economista lo haya predicho bas¨¢ndose en sus estudios o en la informaci¨®n abierta al p¨²blico.
Muchas monedas de los mercados emergentes est¨¢n vi¨¦ndose afectadas, ya que los inversores huyen del riesgo. Pero si a eso le sumamos una pol¨ªtica monetaria inexplicable que huele demasiado a capricho pol¨ªtico y el tufillo -aunque no haya ninguna prueba- a corrupci¨®n, no es de extra?ar que el real brasile?o est¨¦ sufriendo el mayor castigo. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.