Foralismo 2.0

Las provincias vascas no se est¨¢n adaptando bien a la diversidad pol¨ªtica e institucional. En una alocada carrera, especialmente marcada por la necesidad recaudatoria, cada una est¨¢ trazando su propia hoja de ruta para resolver los problemas presupuestarios.

Lejos ya de aquel escenario en el que el PNV resolv¨ªa las discrepancias interprovinciales con un pu?etazo en la mesa de su ejecutiva, Euskadi se ha adentrado en uno nuevo en el que los pu?etazos se los dan, entre ellos, los m¨¢ximos responsables forales.

Hu¨¦rfana de aquel poder total que emanaba de la Sabin Etxea cuando las tres diputaciones, el Gobierno, Eudel y muchos de los principales ayuntamientos eran del PNV, la Comunidad Aut¨®noma est¨¢ inmersa en un proceso de adaptaci¨®n a la convivencia institucional de partidos diferentes que le va a obliga a reinventarse, -a reinaugurar el foralismo-, para evitar convertir cada provincia en un poder aut¨®nomo y a su vez en la competencia del vecino.

Las tensiones provinciales no han hecho m¨¢s que crecer desde el 22-M

"El edificio institucional se ha levantado sobre vac¨ªos", dice Arregi

Ibarretxe lider¨® la reforma del IRPF en su elecci¨®n como 'lehendakari' en 1998

Bilbao ha asumido el papel de ariete contra el Gobierno de Patxi L¨®pez

"Ya lo dec¨ªa Sempelar", apunta el exconsejero de Cultura del Gobierno vasco, Joseba Arregui, refiri¨¦ndose al bertsolari, Juan Francisco Petrirena, cuando cantaba "nosotros somos los pa¨ªses vascos".

Seg¨²n el exconsejero, Euskadi solo opera como un pa¨ªs, como una unidad institucional, cuando un partido tiene el mando, "en caso contrario el sistema no garantiza el funcionamiento". Un problema grave que atribuye a que el edificio institucional ha sido levantado a lo largo de tres d¨¦cadas sobre unos "vac¨ªos enormes" y sobre "anomal¨ªas" como la Ley de Aportaciones y la denominada Ley del Cupo, que regulan el flujo ec¨®mico interno de la comunidad, -la primera- y el de la comunidad con el resto de Espa?a -la segunda-.

Ejemplos que avalan esa tesis hay numerosos en apenas cuatro meses desde que las elecciones del pasado 22 de mayo dejaron un panorama pol¨ªtico enrevesado. El PNV perdi¨® el Gobierno en 2009 en favor del PSE, y en 2011 perdi¨® las diputaciones de Gipuzkoa, ahora en manos de Bildu y de ?lava en manos del PP.

Desde entonces las tensiones no han hecho m¨¢s que crecer. Primero fue el enfado del PNV cuando Bildu atribuy¨® el agujero recaudatorio de Gipuzkoa a una mala previsi¨®n y gesti¨®n del anterior equipo directivo, en manos del PNV y de Hamaikabat.

Luego ha sido el cambio de criterio y desmarque de la diputaci¨®n de Bizkaia con las vacaciones fiscales, abandonando a su suerte a ?lava y a Gipuzkoa, que tienen que recuperar todav¨ªa en torno a 500 millones de euros de las empresas beneficiarias de los incentivos fiscales ilegalizados por la UE.

Poco m¨¢s tarde, esta misma semana, ?lava ha ratificado su negativa a subir los impuestos o a armonizar el de Patrimonio con el resto de Espa?a, pero tambi¨¦n con Bizkaia y Gipuzkoa.

A la propuesta de reforma fiscal que el lehendakari Patxi L¨®pez lanz¨® a los diputados generales el pasado 20 de julio, el diputado general de Bizkaia, Jos¨¦ Luis Bilbao, ha respondido con la alternativa de liderar un acuerdo con las diputaciones de ?lava y Gipuzkoa en torno al impuesto de Patrimonio.

El problema es que sin un acuerdo b¨¢sico entre las tres provincias en materia de impuestos, y en un escenario de m¨¢xima desarmonizaci¨®n fiscal, la Ley de Aportaciones puede a?adir todav¨ªa mayor inestabilidad al sistema, como ya sucedi¨® cuando en 2009 s¨®lo Gipuzkoa recaud¨® el impuesto de Patrimonio.

El entonces exdiputado general de Gipuzkoa Markel Olano, del PNV, asegur¨® tras la reuni¨®n del Consejo Vasco de Finanzas en la que junto al Gobierno resolvieron el problema: "Hemos convivido en un escenario de desarmonizaci¨®n fiscal y se ha evidenciado que la metodolog¨ªa de la Ley de Aportaciones en un caso como el mencionado, no ofrece una soluci¨®n satisfactoria para el conjunto de las instituciones vascas, ya que en un caso como ¨¦ste, exige unas obligaciones incluso a los territorios en los que este tributo ya no era aplicable".

En ese escenario, el Gobierno volver¨¢ a reclamar en el debate de pol¨ªtica general del pr¨®ximo jueves el liderazgo que le otorga el Estatuto y la Ley de Armonizaci¨®n fiscal para impulsar determinados acuerdos y, sobre todo, campa?as conjuntas de lucha contra el fraude fiscal.

Un papel cuestionado por el poder provincial, que tambi¨¦n niega el del Parlamento como un foro nacional de debate de ese tipo de temas con el argumento de que las competencias en materia tributaria son exclusivas de las Juntas Generales, los parlamentos provinciales.

"Es inimaginable pensar que un cambio de partido en Alemania podr¨ªa provocar un par¨®n en el debate fiscal, como es inimaginable pensar que el Gobierno alem¨¢n no tuviera nada que decir en ese debate", critic¨® Joseba Arregi.

El ejecutivo sostiene que "es necesario un gran acuerdo en materia tributaria que garantice el incremento de la recaudaci¨®n que garantice el gasto social y el mantenimiento de un Estado del Binestar de calidad".

L¨®pez reclamar¨¢ un cambio de actitud de los principales espadas de las diputaciones para articular un gran acuerdo a cuatro bandas que, sin cuestionar la capacidad exclusiva en materia tributaria de cada territorio, armonice la fiscalidad y no someta a m¨¢s tensiones a los ciudadanos ni al propio sistema.

Pero el Gobierno despierta muchos recelos, sobre todo, en la Diputaci¨®n de Bizkaia, cuyo diputado general, Jos¨¦ Luis Bilbao, ha asumido el papel de principal ariete contra el Ejecutivo socialista, al quedarse como el ¨²nico resorte de poder institucional del PNV en Euskadi, tras los resultados de las elecciones del 22-M.

Sin embargo, no es la primera vez que un Gobierno lidera una reforma fiscal en Euskadi. Los diputados generales s¨ª aceptaron, en 1996, que el entonces vicelehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe liderara la reforma del IRPF en el Pa¨ªs Vasco, reci¨¦n inaugurada la capacidad normativa en base a los pactos alcanzados con el Gobierno popular de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

Ibarretxe, que se present¨® comop candidato a lehendakari del PNV en las elecciones de 1998 con la bajada del IRPF como bandera, lider¨® la armonizaci¨®n ante aquel hecho: "Si se producen modificaciones ser¨¢ en el ¨¢mbito del conjunto de la comunidad vasca y no s¨®lo en un territorio hist¨®rico".

Ibarretxe ejerci¨® el papel que le otorgaba no s¨®lo el Estatuto sino la Ley de Concierto y la LTH para impulsar la coordinaci¨®n tributaria.

Curiosamente, ahora, las autoridades forales del PNV consideran que todo el marco normativo que avala la armonizaci¨®n est¨¢ "obsoleto".

"Los actuales problemas que est¨¢n aflorando son el resultado de una naci¨®n que nunca ha querido serlo, es el reflejo de una incapacidad cong¨¦nita para hacer un pa¨ªs", asegura en tono m¨¢s pol¨ªtico el exconsejero Arregi. "El PNV ha querido desarrollar tres territorios y es lo que hay. Esa es la aut¨¦ntica realidad pese a lo que persigue" el nacionalismo mayoritario, concluy¨® Arregi.