A Vettel le queda otro paseo
El alem¨¢n suma su novena victoria de la temporada y le basta un punto en Jap¨®n para coronarse
Con varios kilos de confeti preparados en Red Bull para celebrar el alir¨®n de Sebastian Vettel, los responsables de log¨ªstica de la escuder¨ªa energ¨¦tica deber¨¢n dejarlo todo empaquetado un par de semanas m¨¢s y trasladarlo a Jap¨®n, donde el joven piloto alem¨¢n puede proclamarse campe¨®n del mundo de f¨®rmula 1 por segundo a?o consecutivo. La aplastante victoria que Vettel logr¨® esta vez por las iluminadas calles de Singapur, la novena que acumula este curso, le deja el panorama completamente despejado, a punto, para que se desate la fiesta.
La combinaci¨®n de resultados que se dio elimin¨® de un plumazo a tres de los cuatro rivales que a¨²n albergaban alguna esperanza, aunque solo fuera matem¨¢tica, de arrebatar la corona al corredor de Heppenheim. La segunda posici¨®n deja a Jenson Button como el ¨²nico con posibilidades de conseguirlo, aunque para ello deber¨ªa producirse algo as¨ª como una carambola inveros¨ªmil, casi c¨®smica. Baby Schumi levantar¨¢ su segundo cetro en Suzuka con solo sumar un punto, pero ni siquiera lo necesitar¨¢ si no es Button el que gana. El dedo que siempre levanta cuando logra algo importante, bien sea una pole o un triunfo, fue ayer m¨¢s representativo que nunca.
Baby Schumi, de 24 a?os, se convertir¨¢ en el bicampe¨®n m¨¢s joven de la historia
Su segundo puesto deja a Button como el ¨²nico con remotas aspiraciones al t¨ªtulo
Alonso se pas¨® la carrera d¨¢ndose cera con Webber
Finalmente, el australiano logr¨® una vez m¨¢s dejarle fuera del podio
La F-1 es una disciplina que obliga a cualquiera que est¨¢ metido en ella a tener unos reflejos felinos. Un t¨¦cnico nunca sabe con qu¨¦ historia saldr¨¢ un piloto a la hora de pedir un cambio en el coche, y las hay que pueden ponerle a uno en aprietos. Resulta que la tropa de Red Bull afil¨® el prototipo de Vettel con vistas a la sesi¨®n cronometrada del s¨¢bado, pero despu¨¦s de que el RB7 lograra la ¨²ltima de las pole position que ha monopolizado hasta ahora, Adrian Newey, el creador del b¨®lido, decidi¨® realizar algunas modificaciones para tratar de que la superficie asfaltada, la m¨¢s bacheada del calendario, repercutiera lo menos posible en la mec¨¢nica.
Esos retoques de ¨²ltima hora tambi¨¦n afectaron al habit¨¢culo y a la posici¨®n de conducci¨®n, de modo que los operarios del b¨²falo rojo tuvieron que reajustar el asiento para que encajara. Los ocho segundos de ventaja que Vettel endos¨® a Button en las seis primeras vueltas constataron que la nueva banqueta le result¨® tan c¨®moda como el sof¨¢ que tiene en el comedor de la granja de Suiza en la que vive rodeado de vacas.
La diferencia entre el primer Red Bull y sus perseguidores fue aumentando a medida que se iban descontando vueltas. Completada la primera ronda de paradas, el margen del germano sobre Button era ya de 13 segundos por los 29 que sacaba a Fernando Alonso, que se pas¨® la carrera entera d¨¢ndose cera con Mark Webber y que, finalmente, vio c¨®mo el australiano lograba una vez m¨¢s dejarle fuera del podio. Fue cuarto.
El segundo turno de cambios de rueda lo interrumpi¨® brutalmente Michael Schumacher (30? vuelta) cuando se acerc¨® tanto al Sauber de Sergio P¨¦rez que acab¨® subi¨¦ndose encima de ¨¦l y saliendo escupido al aire, un vuelo que precedi¨® a un aterrizaje forzoso que dej¨® el Mercedes incrustado en las barreras de protecci¨®n y, de paso, tambi¨¦n un morat¨®n considerable en el trasero del Kaiser.
La irrupci¨®n del coche de seguridad propici¨® un desfile por el carril de los talleres que dio paso al reagrupamiento del pelot¨®n, una eventualidad que hizo que la renta de Vettel (18 segundos) pasara a mejor vida. En otras circunstancias podr¨ªa incluso haber puesto en peligro su bot¨ªn si no fuera por la combinaci¨®n de talento y prestaciones que coinciden en el Red Bull con el dorsal n¨²mero 1 pintado en el morro. Eso, y el grupo de doblados, que impidi¨® que el monoplaza plateado de Button pudiera siquiera llegar a establecer contacto con el del actual campe¨®n.
Cuando tuvo pista libre, el l¨ªder sali¨® zumbando y ya nadie le volvi¨® a ver el pelo hasta que levant¨® el pie del acelerador y se dej¨® ir, seg¨²n ¨¦l mismo dijo despu¨¦s, en las ¨²ltimas 10 vueltas antes de cruzar bajo la bandera cuadriculada y estallar de alegr¨ªa dando brazadas al aire y agradeciendo el trabajo de todo el equipo.
"El coche fue fant¨¢stico desde el primer momento. En la primera vuelta ya acumul¨¦ dos segundos y medio de ventaja y creo que la diferencia a mi favor era de 10 en la tercera. Iba rapid¨ªsimo. Cada vez que necesitaba velocidad la ten¨ªa, y eso que solo recurr¨ª al DRS [el aler¨®n trasero m¨®vil] para adelantar a los doblados que me fui encontrando por el camino", coment¨® el ganador, que, seg¨²n asegur¨®, en ning¨²n momento pens¨® en el t¨ªtulo.
"No sab¨ªa si ser¨ªa suficiente o no. La situaci¨®n ha sido similar a la que viv¨ª en Abu Dabi. Hasta el final no supe qu¨¦ hab¨ªan hecho los dem¨¢s. Queremos conseguir lo que nos hemos propuesto, pero no nos importa cu¨¢ndo lo hagamos", se explay¨® Vettel, visiblemente agotado por la paliza que se acababa de pegar: 61 vueltas dentro de un diminuto recept¨¢culo modificado especialmente para la ocasi¨®n, soportando un calor sofocante (31 grados) y una humedad insoportable (62% al comienzo de la prueba) y circulando a casi 300 kil¨®metros por hora a escasos mil¨ªmetros del muro. Y todo ello, liderando la prueba de cabo a rabo, algo que este a?o a¨²n no hab¨ªa conseguido nadie, otra demostraci¨®n del nivel de excelencia que est¨¢ alcanzado este rubio de 24 a?os que dentro de dos semanas arrebatar¨¢ a Alonso el ¨²nico r¨¦cord que le queda al espa?ol: el del bicampe¨®n m¨¢s joven de la historia.
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