Fin a la legislatura del sobresalto

La legislatura de la crisis termina... y la crisis sigue ah¨ª. Uno de los periodos m¨¢s tormentosos y sobresaltados de la democracia culmina con el poder de la pol¨ªtica -la inminente campa?a- expectante ante el poder de los mercados. El Parlamento cierra sus puertas, el segundo mandato de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero apura sus d¨ªas. Han sido 43 meses de sustos y ahora se adivinan otros nuevos. Este es un resumen de tres a?os y medio con el alma en vilo.

LA CRISIS

"Aterriza como puedas"

El presidente del Gobierno se lo explic¨® a cuatro ciudadanos en junio de 2009 en La Moncloa, durante la elaboraci¨®n de un reportaje para EL PA?S: "?Alguien pod¨ªa prever que iba a caer Lehman Brothers y todos los colosos financieros? Preve¨ªamos que la construcci¨®n estaba bajando, que eso nos iba a hacer pasar de crecer el 4% al 2,5%, un aterrizaje suave... Y aqu¨ª ha sido un aterriza como puedas. En fin, horroroso". ?l se hab¨ªa negado durante meses a pronunciar la palabra "crisis": lo hizo por primera vez, y sin mucha convicci¨®n, en julio de 2008; hasta entonces solo hubo "dificultades", "estancamiento", "tensiones", "crecimiento debilitado" e incluso "desaceleraci¨®n acelerada". Pero la crisis avanzaba sin pedir permiso y estall¨® en el primer a?o de legislatura. "La econom¨ªa se ha dado la vuelta", confirm¨® Zapatero durante el debate sobre el estado de la naci¨®n de 2009.

Ya no hubo otro debate pol¨ªtico. "El diferencial con Alemania [la prima de riesgo] es un marcapasos que sigo d¨ªa a d¨ªa", cont¨® el presidente en marzo de este a?o. La crisis ha ocupado todos los espacios del mandato, determinado las decisiones e incendiado las encuestas. El PP subi¨® como la espuma al tiempo que sub¨ªa el paro. Hoy hay dos millones de desempleados m¨¢s que en 2008.

EL GIRO POL?TICO

Reforma laboral, pensiones, huelga general

La segunda legislatura arranc¨® con un reto: el PSOE se propon¨ªa "cambiar el modelo productivo" de Espa?a para evitar en el futuro otra bonanza envenenada como la de la burbuja inmobiliaria. Eso iba a ser la Ley de Econom¨ªa Sostenible, pero se qued¨® en buenas intenciones. Lo que hubo fue un giro en el discurso. El Gobierno se centr¨® en lo inmediato -la crisis como una bomba de relojer¨ªa con la cuenta atr¨¢s activada- y lo hizo con una catarata de medidas de las que hasta entonces los socialistas hab¨ªan renegado. Y que le costar¨ªan una huelga general el 29 de septiembre de 2010.

En mayo de 2009, el presidente le hab¨ªa espetado a Rajoy: "Si hay alguna propuesta para abaratar el despido o recortar derechos de los trabajadores, le digo desde aqu¨ª que no va a pasar. Yo me posiciono: no apoyo rebajar el coste del despido". En junio de 2010, el Gobierno aprob¨® la reforma laboral que abarata el despido. A esa sigui¨® la de las pensiones: se alarg¨® la vida laboral de los 65 a los 67 a?os, alegando que de otra forma el sistema quebrar¨ªa en breve. Y, hace solo un mes, la segunda andanada de la reforma laboral, que certific¨® la vuelta a la temporalidad. "Preferimos un trabajador temporal que uno parado", asumi¨® con pesadumbre el ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez.

Pero, aun antes de todo eso, Zapatero hab¨ªa vivido ya uno de los d¨ªas m¨¢s duros de su carrera pol¨ªtica: el 12 de mayo de 2010 comparec¨ªa en el Congreso para anunciar por sorpresa un paquete de recortes que inclu¨ªa la congelaci¨®n de las pensiones (salvo las m¨ªnimas), una bajada de sueldos del 5% a los funcionarios, la eliminaci¨®n del cheque-beb¨¦ (que ¨¦l hab¨ªa creado en 2007), un tijeretazo a la inversi¨®n p¨²blica y otro a la ayuda al desarrollo. Aquella comparecencia supuso un antes y un despu¨¦s en la legislatura. La presi¨®n de "los mercados" hab¨ªa ocupado su asiento en el Consejo de Ministros, y ya no se ir¨ªa.

MEDIDAS DE IDA Y VUELTA

Los pobres, los ricos

El 7 de octubre de 2008, el Ejecutivo inyect¨® 50.000 millones de euros a los bancos espa?oles, un "gran pr¨¦stamo temporal" para "prevenir riesgos". Solo seis d¨ªas despu¨¦s, Zapatero anunciaba un nuevo fondo de 100.000 millones para "avalar" a la banca, sum¨¢ndose a una iniciativa id¨¦ntica de los Gobiernos europeos. Aquel oto?o el mundo estuvo al borde de "la cat¨¢strofe", seg¨²n dijo el presidente meses m¨¢s tarde. Y la forma de frenar el cataclismo fue apuntalar los bancos.

La bajada de impuestos de 2006 y las ayudas o rebajas fiscales de 2007 (cheque-beb¨¦) y 2008 (suspensi¨®n del impuesto de Patrimonio, devoluci¨®n de 400 euros a todos los contribuyentes) se deshicieron entre 2009 y 2010. El super¨¢vit de la primera legislatura hab¨ªa desaparecido, devorado por la crisis -y por la rebaja de impuestos-, y la pol¨ªtica fiscal cambi¨® de nuevo. El discurso de que subir impuestos es progresista solo regresar¨ªa, sin embargo, con toda su dimensi¨®n en julio de este a?o, cuando el candidato del PSOE y exvicepresidente, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, propuso recuperar el impuesto de Patrimonio para gravar a "los que m¨¢s tienen". La reactivaci¨®n del impuesto -con baile de cifras hasta ¨²ltima hora- fue aprobada la semana pasada con la abstenci¨®n de PP (que lo critica de pleno pero no aclara si lo suprimir¨ªa), CiU y PNV.

La crisis no solo hizo oscilar como un p¨¦ndulo la pol¨ªtica fiscal: afect¨® tambi¨¦n al discurso de lo p¨²blico. En 2010 el Ejecutivo socialista anunci¨® la privatizaci¨®n del 49% de Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea (AENA), de la gesti¨®n de los dos aeropuertos m¨¢s rentables (Barajas y El Prat) y del 30% de Loter¨ªas y Apuestas del Estado. El PSOE subraya que, a pesar de todo, el Gobierno no ha llegado a tocar cuestiones "sagradas", como la sanidad o la ayuda a dependientes.

LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Un pacto ins¨®lito en 48 horas

Apenas dos d¨ªas de agosto necesitaron PSOE y PP para acordar la primera reforma de la Constituci¨®n pactada por los dos partidos desde 1978: Zapatero la anunci¨® un martes, ante el desconcierto del hemiciclo, y el texto se cerr¨® en la madrugada del viernes. Dos semanas emplearon en aprobarla en las C¨¢maras, con el ¨²nico apoyo de Uni¨®n del Pueblo Navarro.

Los nacionalistas de CiU acusaron al presidente de romper el consenso constitucional; IU lo acus¨® de entregarse al discurso liberal de "los mercados"; la urgencia de la medida, y la ausencia de un refer¨¦ndum, irrit¨® a buena parte del grupo socialista (que, sin embargo, solo sufri¨® una fuga en la votaci¨®n: la de Antonio Guti¨¦rrez). Y todo eso se hizo en nombre de algo que parec¨ªa haber adquirido tintes dram¨¢ticos: la lucha contra el d¨¦ficit p¨²blico.

El principio de la estabilidad presupuestaria -limitar el d¨¦ficit, no gastar m¨¢s de lo que se ingresa- entr¨® as¨ª en la Ley Fundamental, como hab¨ªan reclamado Francia y Alemania (y, en Espa?a, el PP). La reforma constitucional, un tab¨² durante a?os, result¨® f¨¢cil, aunque no indolora.

El d¨ªa de la votaci¨®n en el Congreso, el pasado 2 de septiembre, una escena abracadabrante resumi¨® la negociaci¨®n expr¨¦s de la reforma y, tambi¨¦n, el tono de sobresalto de la legislatura: ante la falta de consenso se concedi¨® un receso y all¨ª, sobre la marcha, diputados de varios grupos negociaron a toda prisa para intentar cerrar un acuerdo que calmara a "los mercados". No hubo consenso. Los diputados de ERC, BNG, NaBai e ICV abandonaron el sal¨®n de plenos como forma de protesta; Gaspar Llamazares (IU) se qued¨® pero no vot¨®; tampoco lo hicieron CiU y PNV. PSOE y PP sacaron adelante la reforma porque suman el 92% de los esca?os.

LA FINANCIACI?N AUTON?MICA

Cambio de modelo

La nueva Ley de Financiaci¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas, una norma imprescindible para decidir el reparto del dinero y la solidaridad entre regiones, la dise?¨® el Ejecutivo en 2009 negoci¨¢ndola primero con Catalu?a y extendiendo despu¨¦s el modelo al resto de comunidades. Las autonom¨ªas obtuvieron m¨¢s participaci¨®n en los impuestos estatales y 11.000 millones de euros m¨¢s, a repartir. El sistema de solidaridad fue recortado. El PP vot¨® en contra, aunque sus presidentes auton¨®micos tomaron el dinero.

LAS OTRAS LEYES

Aborto, tabaco, extranjer¨ªa

Tras el torrente legislativo del primer mandato, las leyes no econ¨®micas del segundo pasan m¨¢s de puntillas. Pero las hay, y de calado (otras se quedaron por el camino, como la de muerte digna o la de libertad religiosa). En 2010 fue aprobada la nueva Ley del Aborto: la interrupci¨®n del embarazo es ahora un derecho en las primeras 14 semanas -tambi¨¦n para las chicas de 16 y 17 a?os, previa informaci¨®n a sus padres-; aunque, por otro lado, la ley restringe el coladero del "riesgo para la salud ps¨ªquica de la madre".

La Ley Antitabaco de 2006 fue endurecida en 2011: desde enero est¨¢ prohibido fumar en cualquier local de uso p¨²blico y en espacios abiertos como parques infantiles o marquesinas. Tambi¨¦n hubo vuelta de tuerca en el C¨®digo Penal, que agrav¨® las penas por terrorismo (incluida la f¨®rmula de "libertad vigilada" tras salir de prisi¨®n), pederastia y corrupci¨®n. Y en la Ley de Extranjer¨ªa, que en 2009 restringi¨® la agrupaci¨®n familiar y alarg¨® a 60 d¨ªas el tiempo de internamiento de inmigrantes sin papeles.

LUCHA CONTRA ETA

El fen¨®meno Bildu

La irrupci¨®n de Bildu -la coalici¨®n montada por la izquierda abertzale que no pas¨® el filtro del Tribunal Supremo pero s¨ª el del Constitucional- y su ¨¦xito electoral el pasado mayo -el entorno de la exBatasuna tiene ahora m¨¢s poder en Euskadi del que tuvo nunca- ha marcado la pol¨ªtica vasca despu¨¦s de que, en enero, ETA declarara un alto el fuego "permanente, general y verificable". La refriega parlamentaria por la pol¨ªtica antiterrorista -muy aplacada en esta legislatura- permaneci¨® viva a cuenta del caso Fais¨¢n -la investigaci¨®n del chivatazo policial a ETA en 2006-; un caso que la Audiencia Nacional ha desinflado considerablemente (aun afirmando que hubo chivatazo) al revocar la pasada semana el auto de procesamiento contra tres mandos policiales.

CAMPA?A Y CIERRE

El enigma Rubalcaba

El fin de la legislatura contiene un elemento nuevo: Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, hombre fuerte del Gobierno hasta el pasado julio, es ahora el candidato electoral del PSOE. Ha pasado de defender sin matiz las pol¨ªticas de Zapatero a desmarcarse abiertamente de algunas de ellas. Y a intervenir en la acci¨®n de Gobierno, reclamando la recuperaci¨®n del impuesto de Patrimonio o exigiendo, por ejemplo, que el l¨ªmite al d¨¦ficit p¨²blico introducido en la Constituci¨®n no contuviera cifras concretas. El efecto Rubalcaba es a¨²n una inc¨®gnita cuando el mandato de Zapatero encara su recta final.