La investigaci¨®n, en coma inducido

Un c¨®ctel de descoordinaci¨®n, improvisaci¨®n y falta de claridad en las pol¨ªticas investigadoras de la Xunta, aderezado por la permanente crisis que todo lo infecta, est¨¢ sembrando el nerviosismo y la incertidumbre en el castigado colectivo investigador gallego. Despu¨¦s de que en 2010 el Gobierno auton¨®mico desmantelara el programa de recursos humanos destinado al apoyo econ¨®mico de la formaci¨®n investigadora, ahora la ausencia de un compromiso firme por parte de San Caetano y los organismos contratantes de estos profesionales para consolidar sus puestos de trabajo dejan de nuevo en la estacada el futuro de un sector hastiado del permanente olvido y maltrato de las Administraciones.

La inversi¨®n en la formaci¨®n de cada investigador alcanza los 500.000 euros

Evitar nuevas fugas de cerebros pasa por una definici¨®n de la pol¨ªtica de I+D+i

El pr¨®ximo 28 de diciembre 51 investigadores del Programa Isidro Parga Pondal, creado en 2003 con el objetivo de incorporar doctores de alto nivel a organismos gallegos dedicados a la investigaci¨®n, finalizan los cinco a?os de contrato que se contemplan en el plan. Entonces, las entidades contratantes deber¨ªan convocar las plazas p¨²blicas para estabilizar sus puestos e incorporarlos de forma estable a su plantilla. Despu¨¦s, la Xunta incentivar¨ªa durante tres a?os m¨¢s su contrataci¨®n a trav¨¦s del Programa Manuel Colmeiro y el ciclo se cerrar¨ªa de forma existosa. Nuevos investigadores integrar¨ªan el sistema de I+D gallego y la convergencia con Europa estar¨ªa un pasito m¨¢s cerca.

Pero la realidad es bien distinta. A tres meses del fin de sus contratos, ninguno de los 51 investigadores sabe si podr¨¢ optar despu¨¦s a un puesto de trabajo.Tampoco los que han completado los tres primeros a?os del programa y necesitan que se les apruebe la pr¨®rroga por otros dos conocen las intenciones de la Xunta.

Tras 15 a?os de formaci¨®n en distintos programas de recursos humanos, captaci¨®n de fondos estatales y europeos y especializaci¨®n en las necesidades de las universidades y empresas gallegas, cient¨ªficos y t¨¦cnicos hipercualificados que renunciaron a prestigiosas ofertas internacionales de trabajo para regresar a Galicia podr¨ªan tener que emigrar. Con ellos, har¨ªan las maletas proyectos de investigaci¨®n punteros y miles de euros de fondos p¨²blicos invertidos en su formaci¨®n, unos 500.000 seg¨²n c¨¢lculos de los propios beneficiarios, ser¨ªan aprovechados por otros. Evitar la en¨¦sima fuga de cerebros depende ahora de un puzle de tr¨¢mites, plazos y negociaciones para los que el cron¨®metro no se detiene.

Desde la Asociaci¨®n de Investigadores Parga Pondal, explican que lo primoridal es que las instituciones contratantes se muestren receptivas a consolidar los puestos de trabajo de los investigadores. Intenci¨®n en la que, de momento, vacilan, pues aunque para ello no es precisa ninguna convocatoria por parte de la Xunta, si se necesita que esta aclare si va a conceder nuevos Manuel Colmeiro y en qu¨¦ n¨²mero o cuant¨ªa, ya que, sin este programa de incentivos, a organismos como las universidades les resulta demasiado arriesgado convocar unas plazas que despu¨¦s, quiz¨¢s, no podr¨¢n pagar. A esta situaci¨®n de inseguridad, se une, adem¨¢s, la exigencia de cumplir lo establecido en la Lei de Orzamentos a respecto de la tasa de reposici¨®n, que en el caso de las universidades solo permite crear una plaza nueva por cada diez jubilaciones. Por este motivo, la Asociaci¨®n Parga Pondal reclama a Facenda, departamento en el que recae la capacidad de aprobar cualquier plaza nueva que los organismos contratantes soliciten, que en el caso de los investigadores captados por los programas de recursos humanos se libere de la aplicaci¨®n de esta tasa "como unha forma de incentivar su incorporaci¨®n".

Este es, adem¨¢s, el primer a?o en el que investigadores del Parga Pondal que realizaron sus proyectos en instituciones no universitarias y organismos p¨²blicos, como el Sergas, el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas) o el CESGA (Centro de Supercomputaci¨®n de Galicia), tienen que consolidar su puesto. Pero, por el momento, la Conseller¨ªa de Industria, encargada de gestionar este tipo de proyectos, no se pronuncia. Y deber¨ªa hacerlo, apuntan los investigadores, cuanto antes y en tres sentidos: creando un sistema de evaluaci¨®n propio para los investigadores que aspiren a ser consolidados a trav¨¦s del programa Manuel Colmeiro, negociando con Facenda la creaci¨®n de dichas plazas y comprometi¨¦ndose a financiar su estabilizaci¨®n.

Hasta que estas "normas de juego" queden claras, explican desde la Asociaci¨®n Parga Pondal, ni las universidades ni el resto de organismos contratantes sabr¨¢n cu¨¢ntos investigadores podr¨¢n incorporar, por lo que no convocar¨¢n plazas.

De forma paralela, tambi¨¦n los proyectos que concurrieron al antiguo Plan Galego de Investigaci¨®n, Desenvolvemento e Innovaci¨®n Tecnol¨®xica (Incite), promovido por el Gobierno bipartito para el periodo 2008-2010, ven complicada su viabilidad tras la modificaci¨®n del sistema de ayudas decretado el pasado 17 de agosto por la Conseller¨ªa de Educaci¨®n, aduciendo problemas de incompatibilidad entre la convocatoria de 2009 y la Lei de Orzamentos de Galicia. Hasta agosto, el pago de las ayudas se efectuaba aunque los gastos ejecutados en cada anualidad no coincidieran con las previsiones de pago anuales, de forma que, si los fondos asignados en una convocatoria no se gastaban, pod¨ªan emplearse en la siguiente. Ahora, este sistema se sustituye por anualidades cerradas, lo que, a ju¨ªcio de los afectados, supone un cambio en el statu quo cuando ya se tienen unos compromisos adquiridos con ese dinero.

Para Javier Mas, profesor de f¨ªsica de part¨ªculas de la Universidade de Santiago, fue la flexibilidad que ahora desaparece lo que le ha permitido trabajar con calidad y "ser muy rentable" al Gobierno gallego. Hasta ahora, Mas empleaba los remanentes que acumulaba en cada convocatoria para captar investigadores "lo suficientemente competitivos como para ganar nuevas becas con las que liberaban m¨¢s fondos para gestionar. Ahora tendr¨¢ que devolver sus 50.000 euros de remanentes y no podr¨¢ pagar a dos de los tres investigadores que ya tiene en plantilla. "Y encima, a los ojos de la Xunta, eres considerada una persona incapaz de gastarte el dinero que te fue concedido. Con lo cual, en la siguiente convocatoria eres penalizado. Es kafkiano".