"Una sinceridad descarnada har¨ªa las relaciones humanas insostenibles"
Seis a?os despu¨¦s de publicar Ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa, el escritor Pedro Ugarte regresa a la ficci¨®n con un nuevo libro de relatos, El mundo de los Cabezas Vac¨ªas (P¨¢ginas de Espuma), 12 cuentos en los que mira una vez m¨¢s con acidez a "los ¨¢mbitos fundamentales de la vida privada de las personas: la familia, las relaciones sentimentales y de amistad y el trabajo", en sus propias palabras. "Son cuatro ¨¢mbitos, pero siempre bajo circunstancias de subordinaci¨®n o de relaciones de jerarqu¨ªa entre las personas", a?ade.
Cinco de los relatos ya fueron publicados en 2002 bajo el t¨ªtulo Guerras privadas por la cadena hotelera NH tras ganar su premio a la mejor obra in¨¦dita. Ugarte ha retocado algunos de ellos "siempre a efectos estil¨ªsticos, no de cambios de otro orden". "Yo soy obsesivo en las correcciones estil¨ªsticas", indica.
"Quiz¨¢ la familia de otro tiempo era una c¨¢rcel; la de hoy es un negocio cruel"
El autor, que hoy presenta el libro en Bilbao (Bilblioteca de Bidebarrierta, 19.30), asume que en esta ocasi¨®n su tono resulta m¨¢s sombr¨ªo y desesperanzado al tratar esas relaciones que en algunas de sus obras anteriores: "Son historias donde hay una p¨¢tina de humor que no siempre termina en el humor. Igual antes en bastantes casos s¨ª hab¨ªa una especie de traca final humorista. En cambio, ahora es al rev¨¦s. Hay un camino m¨¢s o menos ir¨®nico, humor¨ªstico, pero, en la mayor¨ªa de los cuentos, un golpe de tim¨®n al final lleva a un sitio muy distinto".
Las relaciones que su narrador -siempre var¨®n, siempre en primera persona- va analizando, las que vive o a las que asiste quedan marcadas bajo un desd¨¦n, una distancia, por una sinceridad que "contamina", como deja escrito en uno de las piezas de la serie. "Esa postura ¨¦tica y est¨¦tica la ha sostenido mucha gente, pero s¨ª hay un cierto punto de que una sinceridad descarnada har¨ªa las relaciones humanas insostenibles", apunta el autor de Los cuerpos de las nadadoras. "Todos somos conscientes de eso, lo cual no quiere decir que lleve exactamente al disimulo o la hipocres¨ªa".
Y abunda: "Una de las cosas que m¨¢s me molestan del mundo de la televisi¨®n, de las que menos soporto, es que hay una constante alusi¨®n a la verdad, a la sinceridad, 'yo voy de frente', en pel¨ªculas, magacines o entrevistas en profundidad. Todos son sinceros y van con la verdad por delante y eso es una profunda mentira. Si no, no estar¨ªan ah¨ª, posiblemente".
Los personajes se mueven as¨ª en buena medida en un baile de m¨¢scaras, en la distancia. "Lo que pasa es que las relaciones personales se basan en unos presupuestos de estabilidad que tambi¨¦n son bastante cuestionables", dice Ugarte. "Al margen de que el statu quo se mantenga en el tiempo, hay una ficci¨®n de estabilidad, y m¨¢s hoy en d¨ªa. Hoy todav¨ªa es m¨¢s evidente que todo es quebradizo".
Y entre las relaciones analizadas, el escritor incide en uno de los terrenos m¨¢s presentes siempre en su obra: las familiares. Recordando una frase de uno de los cuentos, apunta que "quiz¨¢ la familia de otro tiempo era una c¨¢rcel, pero la de hoy es un negocio cruel y fraudulento. Lo puede ser a veces".
Con todo, Ugarte no cree que se haya vuelto un narrador m¨¢s pesimista. "Casi al reves", responde. "No creo que haya una apuesta ¨¦tica por el pesimismo radical, sino una apreciaci¨®n objetiva en la que hay muchas cosas. Creo que hay elementos, entre comillas, de fe en el ser humano", apostilla. Con el transcurso de los a?os se pasa "posiblemente" a un mayor escepticismo. "Dir¨ªa incluso que hay una mayor consideraci¨®n hacia el ser humano, porque tienes m¨¢s facilidad de perdonar a los dem¨¢s", concluye.
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