Arquitectura bajo la luz ceut¨ª

Hay un chiringuito en medio de la playa de la Ribera, en Ceuta, que se llama igual que la playa pero que todo el mundo conoce como "el de al lado de la Cruz Roja", del que es fiel cliente el premio Pritzker (el Nobel de arquitectura) ?lvaro Siza. Se come el mejor pescado de los alrededores. Es un chiringuito porque est¨¢ clavado en la arena y rozando el mar. Porque si nos atenemos a la decoraci¨®n (aparadores, sillas y mesas de comedor puro y duro) parece un restaurante cl¨¢sico t¨ªpico. O sea, es un poco raro. Cualidad que se puede atribuir a la propia condici¨®n de Ceuta, una especie de barco trasatl¨¢ntico varado entre dos mares. Ciudad algo m¨ªstica y a la vez muy luminosa, con una luz cegadora. Una ciudad que merece una visita, o varias, porque como todos los lugares mestizos esconde sorpresas. Imprescindible: dejar los prejuicios a un lado para entenderla.

Entre otros descubrimientos, su arquitectura. Desde los a?os ochenta, gracias al tino del entonces responsable de las obras municipales, Javier Arn¨¢iz, esta ciudad algo olvidada atrajo a notables arquitectos. El punto de partida: un concurso p¨²blico de viviendas con un jurado de lujo que ganaron Cruz y Ortiz Arquitectos.

01 Murallas Reales

"Era un espacio marginal, tuve que entrar protegido por la polic¨ªa, era territorio comanche". Con esta imagen tan gr¨¢fica define el arquitecto Juan Miguel Hern¨¢ndez Le¨®n el estado de las Murallas Reales antes de su intervenci¨®n, que empez¨® en los a?os noventa. La idea fue recuperar el conjunto de fortificaciones y hacer de ese agujero negro entre la Ceuta hist¨®rica y la prolongaci¨®n de la nueva una l¨ªnea continua y natural.

Son 40.000 metros cuadrados bordeando el mar, que se recuperaron para espacios culturales y de ocio: un teatro al aire libre, un centro de interpretaci¨®n, biblioteca, archivo y un museo bajo tierra que acapara una luz sorprendente. "La luz natural en Ceuta es violent¨ªsima, agresiva. Hab¨ªa dos opciones, cegar el espacio e iluminarlo con luz artificial, que me horrorizaba, o jugar con esa luz, y opt¨¦ por reconducirla, dulcificarla", afirma el arquitecto.

La rehabilitaci¨®n apenas cambi¨® la piel del enclave que lleva ah¨ª m¨¢s de mil a?os. Sin que casi se notara. "Decid¨ª servirme de la arquitectura contempor¨¢nea, pero sin que se produjera un choque con lo hist¨®rico, bas¨¢ndome en la idea original dialogar con un nuevo lenguaje". Fueron nueve a?os de trabajo y de relaci¨®n ¨ªntima con la ciudad. Por eso, le preguntaron a ¨¦l qu¨¦ arquitecto estrella era el id¨®neo para otra obra en Ceuta. No dud¨®, dio el nombre de ?lvaro Siza. Ah¨ª empez¨® una serie de encuentros profesionales y una estrecha amistad.

02 Auditorio de ?lvaro Siza

El premio Pritzker lleg¨® a la rueda de prensa de la presentaci¨®n del proyecto del Auditorio -ubicado en pleno centro de la ciudad, en una confluencia de calles hist¨®ricas- con una especie de caja de zapatos bajo el brazo. Conten¨ªa la maqueta de la obra. Cuando la abri¨® hubo cierta decepci¨®n. Un periodista dijo que no parec¨ªa el proyecto de un arquitecto estrella. "Su arquitectura es como muy humilde, ?no?", pregunt¨®. La respuesta de Siza fue: "Lo m¨ªo no es hacer monumentos, eso lo dejo para otros". El edificio del Auditorio, insertado en un conjunto envolvente (a¨²n inacabado) que incluye una zona de oficinas y otra comercial, es fiel reflejo de la arquitectura del portugu¨¦s: blanca, sutil, extraordinaria.

03 Parque Mar¨ªtimo C¨¦sar Manrique

?Alguien se imagina un lugar parecido a un inmenso balneario, o un spa a lo bestia, piscinas que parecen mares, vegetaci¨®n selv¨¢tica, y todo en pleno centro de la ciudad, con vistas al mar, y, muy importante, un lugar p¨²blico, es decir, a disposici¨®n de todos los ciudadanos? Pues ese para¨ªso existe en Ceuta. Es el Parque Mar¨ªtimo C¨¦sar Manrique, su obra p¨®stuma. Un complejo inmenso de 22.000 metros cuadrados de piscinas de agua salada, que juega con elementos de la naturaleza volc¨¢nica de Canarias (lugar de origen del arquitecto) y con atm¨®sfera subtropical. Tiene de todo: restaurante, vestuario, duchas, jacuzzi, hamacas, sombrillas..., y tambi¨¦n instalaciones de ocio o para montarse una fiesta.

04 Parador Nacional

Cuando se atraviesa el umbral de este edificio pegado a las Murallas Reales, del arquitecto Jos¨¦ Luis Picardo, empieza un magn¨ªfico viaje a la est¨¦tica de los a?os sesenta. Ha tenido suerte. Su construcci¨®n exterior y, lo que es m¨¢s dif¨ªcil, el interior, apenas ha sido tocado. Mantiene la gracia y el encanto, y las zonas comunes (entrada, vest¨ªbulo, piscina, comedor...) tienen una escala sorprendentemente confortable para el hu¨¦sped.

05 Biblioteca P¨²blica

La pareja de arquitectos formada por ?ngela Garc¨ªa de Paredes e Ignacio Garc¨ªa Pedrosa no es la primera vez que se encuentra un tesoro bajo tierra. Ya en el museo de la Villa Romana de La Olmeda, en Palencia, se toparon con un gran yacimiento arqueol¨®gico. En Ceuta, donde construyen la Biblioteca P¨²blica, les ha pasado lo mismo. "Un hallazgo as¨ª, normalmente, se deja en el s¨®tano y con los techos bajos, nosotros hemos hecho al rev¨¦s, hemos dado m¨¢s altura para incorporarlo a la biblioteca y que participe de su importancia", cuenta Garc¨ªa de Paredes. El edificio presenta otra originalidad. Las bibliotecas suelen ser horizontales, pero como en Ceuta hay muy poco espacio para construir, esta es muy vertical, tiene cinco plantas y las salas de lectura est¨¢n arriba, buscando las vistas al mar. Y de remate, es sostenible, palabra que la arquitecta prefiere sustituir por racional: "Tiene una celos¨ªa met¨¢lica que sombrea las estancias; es una soluci¨®n l¨®gica y no cara para que se adapte al clima de Ceuta".