"Estoy desorientada... han truncado mi carrera profesional"

Beatriz P¨¦rez, de 28 a?os, es licenciada en qu¨ªmica, en bioqu¨ªmica y m¨¢ster en biolog¨ªa molecular, celular y gen¨¦tica. Despu¨¦s de dos a?os de beca en el Centro de Investigaci¨®n Pr¨ªncipe Felipe (CIPF) de Valencia (con un salario de 13.200 euros anuales) y justo cuando la instituci¨®n estaba obligada a contratarla, se ha quedado en la calle sin indemnizaci¨®n ni derecho a paro y con la tesis doctoral a medias.

"Me encontr¨¦ con una carta de recursos humanos con la baja el 29 de julio. Me dijeron que no pod¨ªan asumir mi contrato cuando se iba a despedir a mucha m¨¢s gente en breve". La joven investigadora no sale de su asombro. "Es grav¨ªsimo, no conozco ning¨²n caso con una beca predoctoral como la m¨ªa que se haya interrumpido dejando colgada la tesis y sin opci¨®n de acabarla".

La investigadora se ha quedado en la calle sin paro ni indemnizaci¨®n

Beatriz accedi¨® al CIPF a trav¨¦s de su programa de formaci¨®n de investigadores, que, como establece el real decreto 63/2006, consiste obligatoriamente en dos a?os de beca y otros dos de contrato. "Estoy desorientada, desconcertada, sorprendida... han truncado mi carrera profesional".

El centro Pr¨ªncipe Felipe se inaugur¨® en 2005 gracias a una inversi¨®n de 60 millones de euros que sufragaron en un 70% varios fondos europeos. Fue la gran apuesta en biomedicina de la Generalitat, que contribuy¨® generosamente. Sin embargo, el entusiasmo por la investigaci¨®n le dur¨® poco al Gobierno valenciano, que en 2009 comenz¨® a meter la tijera. De una partida de 9,7 millones de euros en 2009 se ha pasado a 4,6 en 2011. Esta reducci¨®n tan radical ha sumido en una grave crisis al CIPF. Hace un mes dimiti¨® en bloque su direcci¨®n cient¨ªfica y hace una semana la gerencia present¨® un radical programa de despidos que afectar¨¢ a 104 de los 250 empleados y que ya se ha llevado por delante a Beatriz.

A la investigadora -que, paradojas de la vida, en breve publicar¨¢ en una revista de alto ¨ªndice de impacto un art¨ªculo como investigadora principal- le dieron tres d¨ªas para retirar sus objetos personales del centro. Desde entonces, junto con sus tutores, ocupa su tiempo en pensar c¨®mo puede "salvar la tesis", que aborda el papel de una prote¨ªna en el desarrollo de linfomas, un tipo de tumor. Y en la denuncia que presentar¨¢ para salvar su contrato y su trabajo.