El orden s¨ª importa

Partiendo de la convicci¨®n de que el terrorismo de ETA ha sido ya derrotado, el lendakari Patxi L¨®pez present¨® el jueves, en el debate anual de pol¨ªtica general, una versi¨®n del camino por el que se ha llegado a ese desenlace y una propuesta, apoyada ayer por el candidato Rubalcaba, de convivencia futura "con memoria" que incluye la posibilidad de medidas penitenciarias favorables a los presos de ETA. Derrota de ETA en el sentido de que ya no es capaz de condicionar la vida pol¨ªtica vasca (como ocurr¨ªa cuando el nacionalismo gobernante asum¨ªa lo esencial del programa de Batasuna como v¨ªa para convencer a ETA); pero derrota de las armas tambi¨¦n en el sentido de que la din¨¢mica en la izquierda abertzale hace improbable el regreso a una violencia que minar¨ªa sus intereses.

Es un relato del fin de ETA en t¨¦rminos que puedan ser compartidos por todos los dem¨®cratas, nacionalistas o no, sobre los ejes del car¨¢cter antidemocr¨¢tico del terrorismo etarra y de la legitimidad democr¨¢tica del actual Estado espa?ol. Y la conclusi¨®n de que ha sido la firmeza del Estado de derecho, incluyendo el rechazo de pagar un precio por el fin de ETA, lo que ha obligado a la izquierda abertzale a asumir la necesidad de cumplir la ley para participar en la pol¨ªtica institucional. Ese relato incluir¨ªa el reconocimiento de episodios de guerra sucia, pero rechazando la teor¨ªa de las dos violencias sim¨¦tricas: su desaparici¨®n hace un cuarto de siglo no hizo desistir a ETA.

Las referencias a la pol¨ªtica penitenciaria no se plantean como medidas destinadas a favorecer el avance de un hipot¨¦tico proceso negociado, sino como compromiso para despu¨¦s de que ETA anuncie su disoluci¨®n: en ese orden y no de manera paralela, como sugiere la izquierda abertzale. Supone un cierto giro respecto a la l¨ªnea seguida desde el fracaso de la tregua de 2006. Se concluy¨® entonces que hablar de medidas de gracia era contraproducente. Ahora se deja abierta esa posibilidad, supeditada al fin de la banda, e incluso, ambiguamente, la de acercamientos a medio plazo de presos a Euskadi en la medida en que la dispersi¨®n pueda no ser ya un factor que facilite su acogida a medidas individuales de reinserci¨®n. La idea, discutible, ser¨ªa que la ausencia de atentados, si se prolonga hasta hacerse irreversible, permite adelantar hip¨®tesis de futuro que hasta hace poco se consideraban implanteables.