"Hay que obrar con inteligencia para que los avances se consoliden"
Idoia Mendia participa ayer y hoy en Madrid en la conferencia pol¨ªtica que fijar¨¢ las l¨ªneas maestras del programa del PSOE para las elecciones del 20-N. All¨ª conoci¨®, horas despu¨¦s de contestar a EL PA?S, la decisi¨®n de Ekin, la organizaci¨®n ilegal con la que ETA controlaba la izquierda abertzale, de disolverse. Ayer reflexionaba tras una nueva pregunta a lo que esta decisi¨®n puede suponer.
Pregunta. ?Qu¨¦ implica la resoluci¨®n adoptada por Ekin?
Respuesta. Para la democracia siempre es una buena noticia que una organizaci¨®n ilegal al servicio de una banda terrorista se disuelva. Estos nos acerca m¨¢s al final de ETA y supone un paso m¨¢s en el camino que nos lleva a cerrar el ciclo de la violencia en Euskadi. Pero, como ha se?alado el lehendakari, lo importante es que estos avances se consoliden y no tengan marcha atr¨¢s. Y para eso tenemos que actuar con inteligencia y sin precipitaciones.
"La mochila pesa. Batasuna tendr¨¢ que reconocer el da?o causado"
"El cumplimiento ¨ªntegro de las penas es de justicia con las v¨ªctimas"
P. Dijo que el acercamiento de los presos no resultaba sustancial para el fin de la violencia. Dos d¨ªas despu¨¦s se convert¨ªa en la propuesta estelar de Patxi L¨®pez.
R. Igual el lehendakari no dijo tanto como algunos han querido ver. Su planteamiento textual fue el de una pol¨ªtica penitenciaria flexible y consensuada, encaminada a la reinserci¨®n, que es un derecho recogido en la Constituci¨®n. Fue una propuesta de sentido com¨²n, entiendo, y responsable ante el final del ciclo de la violencia que estamos viviendo.
P. ?Fue una propuesta personal del propio L¨®pez?
R. El lehendakari es quien lidera y marca el paso de este Gobierno. La decisi¨®n es suya, pero todos los consejeros nos sentimos implicados con lo que dijo. Es fruto de una reflexi¨®n largamente compartida, en la que cada uno hemos aportado nuestro propio punto de vista.
P. ?Supone la respuesta a la adhesi¨®n previa de los presos etarras al Acuerdo de Gernika?
R. No. Nuestra reflexi¨®n fue previa a ese pronunciamiento. Mantenemos largas conversaciones sobre los temas que nos preocupan, como la pacificaci¨®n, y lo del acercamiento ya se hab¨ªa abordado con antelaci¨®n.
P. ?Consideran significativa dicha adhesi¨®n?
R. Es un paso m¨¢s hacia la paz, que nos acerca al objetivo, pero que es insuficiente todav¨ªa. Cada d¨ªa sin violencia, es una jornada m¨¢s que ganamos hacia la paz y que hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil una posible vuelta atr¨¢s. Es como un camino irreversible. Cada gesto supone una nueva piedra para construir la muralla.
P. ?Corresponde a los presos de ETA tener un papel decisivo en la pacificaci¨®n?
R. Lo que les corresponde es tener voz propia, ya que hasta ahora han sufrido una doble condena. A su encarcelamiento se ha sumado la falta de libertad que les ha impuesto la banda.
P. ?Cabe un tratamiento colectivo a los reclusos de ETA?
R. Para llegar hasta donde lo hemos hecho no ha sido necesario ning¨²n gesto colectivo con los presos, como reclama la izquierda abertzale. Hablan de amnist¨ªa, pero son conscientes de que no es posible. El cumplimiento ¨ªntegro de las penas es una necesidad y una justicia con las v¨ªctimas. Eso no es ¨®bice, sin embargo, para que la pol¨ªtica penitenciaria pueda ser generosa, en el plano individual, para favorecer su reinserci¨®n. Se ha demostrado con quienes se han desmarcado de las directrices de la organizaci¨®n.
P. ?Es la moneda de cambio por el fin de la violencia?
R. El cese definitivo del terrorismo no exige ning¨²n tipo de moneda a cambio.
P. ?Cu¨¢l es su consideraci¨®n de los pasos que da ETA?
R. El comportamiento de ETA no obedece a ninguna l¨®gica, como ha demostrado a lo largo de su historia, y no esperamos nada de su parte m¨¢s que el fin de su actividad, ya que la amenaza sigue patente. Es a la izquierda abertzale, que ha decidido llamar a las puertas de la democracia, a la que le corresponde reconocer la herencia tan da?ina que nos ha dejado durante 40 a?os de violencia y su corresponsabilidad con ella. No se puede pecar de adanismo. La historia no comienza con el contador a cero. Todos tenemos una mochila y esa mochila pesa. Para unos, m¨¢s que para otros.
P. ?Puede marcar el camino hacia el fin de la violencia la campa?a de las generales?
R. La campa?a del 20-N va a estar marcada por el signo econ¨®mico, m¨¢s que por el terrorismo. El empleo es la principal preocupaci¨®n actual de los espa?oles. Pesar¨¢ el des¨¢nimo de la ciudadan¨ªa y la desaz¨®n ante una situaci¨®n que hasta los pa¨ªses vivimos con cierta angustia. No depende de nosotros, parece, todo lo que pasa y los ego¨ªsmos nacionales impiden una soluci¨®n global. Estamos anclados al siglo XX, pese a que llevamos ya a?os en el XXI.
P. ?Podr¨ªa una victoria del PP en las elecciones perjudicar al nuevo escenario vasco?
R. En los pr¨®ximos d¨ªas vamos a asistir a una utilizaci¨®n electoral del terrorismo por parte del PP, en parte para no inquietar a la ultraderecha que tiene entre su gente. Cuanto m¨¢s cerca est¨¦n las elecciones, m¨¢s ruido se puede montar, pero no creo que se pueda tomar como s¨ªntoma de un hipot¨¦tico Gobierno de Rajoy, si es que finalmente gana a Rubalcaba.
P. ?El PP utiliza pol¨ªticamente el final del terrorismo?
R. Me resisto a pensar que haya nadie en Espa?a que no quiera acabar con el terrorismo. Me resisto como parte de la ciudadan¨ªa vasca que hemos sufrido en primera persona y hemos dejado a compa?eros por el camino. Nadie que tenga la responsabilidad de un partido que pueda gobernar el pa¨ªs puede renunciar a vencer al terrorismo. Zapatero ha demostrado en ocho a?os que se puede acabar con ¨¦l y creo que el PP, si logra finalmente el Ejecutivo, continuar¨¢ esa labor. No se puede echar por la borda todo lo conseguido.
P. ?Podr¨ªa afectar a su pacto con los populares vascos?
R. Entre el PP de Euskadi y el PSE hay una profunda complicidad, al igual que entre sus dos m¨¢ximos dirigentes, Patxi L¨®pez y Antonio Basagoiti. Parte de lo que motiv¨® el acuerdo de 2009 son cuestiones que a¨²n hay que llevar adelante. Ambos somos conscientes de que en este pa¨ªs hacen falta cambios profundos que no se pueden realizar en cuatro a?os, sino que requieren m¨¢s tiempo.
P. ?Pueden contribuir los comicios a un fortalecimiento de la imagen del PSE?
R. Ser¨¢ dif¨ªcil repetir los hist¨®ricos resultados de 2008, cuando ganamos en las tres capitales y los tres territorios. Corren tiempos dif¨ªciles para los partidos que ostentamos responsabilidades de gobierno. Se est¨¢ viendo en toda Europa, que cuando hay elecciones gana un partido de la oposici¨®n. La verdadera papeleta, sin embargo, la tiene el PNV.
P. Pues ha gestionado m¨¢s Ejecutivos otras veces...
R. Por eso mismo. Est¨¢n nerviosos porque ya no son el partido, sino un partido m¨¢s. Importante, pero no imprescindible. La unidad soberanista le ha hecho mucho da?o y por eso ha vuelto al raca-raca del derecho a decidir, pero la claridad siempre gana ante los ciudadanos. Por eso, ante la apuesta original e hist¨®rica por la independencia de la izquierda abertzale, el PNV lo tiene muy dif¨ªcil.
P. ?Es bueno o malo para la pol¨ªtica vasca?
R. Es algo que se ve¨ªa venir. Lo bueno es que la antigua Batasuna se est¨¢ democratizando y, como resultado, el escenario tiene a clarificarse entre cuatro grandes propuestas [PNV, PSE, PP e izquierda abertzale] y no la sopa de letras que hemos tenido hasta ahora.
P. Tambi¨¦n progresan los partidos independientes a nivel municipal.
R. En algunos aspectos, los grandes partidos nos hemos quedado en el siglo XIX. No hemos sabido conectar con unos ciudadanos en cuya participaci¨®n nos tendr¨ªamos que volcar. Hace falta una reflexi¨®n.
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